"Naruto Uchiha" El Destructor o Salvador del Mundo

Todos al Campo de Batalla

Deidara se encontraba sentado en una rama moldeando una gran cantidad de arcilla, sonreía disfrutando de moldear lo que el consideraba su "arte". Apoyado en el mismo árbol, solo que abajo, estaba Kisame, sonreía simplemente por costumbre, aunque lo hizo aún más al ver a Naruto aparecer justo delante de él.

—Hola líder, ¿cómo se siente luego de todo lo que ha hecho?— Preguntó Kisame en un tono burlesco, pero Naruto simplemente lo ignoro.

—Solo quedan ustedes dos... —Mencionó Naruto viendo a Deidara luego de ver a Kisame.

—No te escuchas decepcionado, ¿qué acaso te esperabas esto?— Preguntó Deidara en un tono divertido y sin dejar de moldear su arcilla.

Naruto mantuvo su vista directa en Deidara que, no dejaba de sonreír.

—Claro que no, yo... no veo el futuro... —Dijo Naruto en un tono algo oscuro y sobre todo serio.

Un silencio se hizo presente por unos segundos. Kisame observaba el serio rostro de Naruto. El silencio fue interrumpido por el sonido que Deidara intensificó al moldear su arcilla.

—Naruto No Danna, ¿qué sigue ahora?— Preguntó Deidara sonriendo y sin dejar de moldear la arcilla.

—Acabar con todo esto de una sola vez. He enviado a cada uno de los Kages que faltan que se preparen para la última batalla, voy a destruirlos a todos en ese lugar —mencionó Naruto en un claro tono oscuro.

—¿Y porqué piensas que llegarán?— Cuestionó Kisame sin dejar de sonreír.

—Porque ahora mismo el odio y el miedo está sobre mí... El principal enemigo somos nosotros, así que no faltarán —aseguró Naruto comenzando a caminar.

—Comprendo, tienes mucha razón, después de todo eres el monstruo que todos en el mundo ninja desean exterminar... Pero mi otra pregunta es aún más inquietante, al menos para mí —comentó Kisame y Naruto se giró para verlo, lo que provocó una sonrisa más amplia en el espadachín—. ¿Cuál es ese lugar donde lucharemos?

Naruto sin cambiar su serio rostro miró a los dos Akatsukis frente a él, luego desvió su mirada hacia un lado antes de responder.

—Kirigakure...

Eso fue lo último que Naruto dijo para luego darse la vuelta y seguir caminando ante la atentan mirada de los dos Akatsukis.

—Vaya, interesante lugar para acabar con todo, un lugar donde según he escuchado, lo respetan mucho —mencionó Kisame en un tono de voz bajo, y sonriendo como siempre lo hace.

—Para mí tiene mucho sentido, culminar tu obra de arte justo de la forma y el lugar que nadie espera... Es una auténtica visión de un artista —comentó Deidara en un tono que reflejaba su admiración.

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Naruto siguió caminando por el vasto césped, un brillante sol acompañaba sus pasos, y él mantenía su impasible rostro mientras avanzaba. Se acercó a un árbol que le brindaba una refrescante sombra, sin pensarlo ni un segundo se sentó apoyado al árbol, se recostó un poco y luego cerró los ojos.

Al cerrar los ojos automáticamente su mente empezó a mostrarle esas imágenes de él asesinando a tantas personas, sin embargo, a pesar de lo difícil que podía resultar mantener los ojos cerrados con imágenes así, Naruto no los abrió, de hecho, luego de unos segundos, quedó profundamente dormido.

De pronto todo se volvió blanco en la mente de Naruto, era un amplío lugar blanco por completo, Naruto se giró al escuchar unos pasos, sus ojos se encontraron con los ojos violetas de una mujer peli roja que lo observaba atentamente, aunque a la misma vez, lo observaba con tristeza.