Una nueva estudiante llega a
Night Raven College, será admitida solo por que su familia es una beneficiaria de la institución, las peculiaridad es rondan en ella, y cierto líder de dormitorio se interesara por ella, aunque no todo será un cuento de...
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Scarlett se dirigió al jardín, si bien dijo que estaría disfrutando del banquete, solo fue una excusa, puesto que no quería seguir al lado de ellos dos.
Se acercó a una banca decidiendo tomar un pequeño descanso, miro al cielo dejándose llevar por el aire frío que había, de promto escucho unos pasos que se dirigían a ella, más no le prestó atención.
—Estas enojada.
—No lo estoy, ¿Qué quieres Leona?
—Sabes lo que está al rededor de tu vestido dice lo contrario.
—¿Que?
Miro la parte baja de su vestido y noto como unas enredaderas de espinas estaban alrededor suyo, cerro sus ojos y suspiro pesadame, comenzó a retirar las enredaderas, aunque en el intento pincho su dedo con las espinas y se aparto mirando su dedo.
—Solo a ti se te ocurre retirarlas de esa manera.
—Siempre lo hice así...
—Ahora entiendo por que tus manos tienen cicatrices.
—¿Cómo lo notaste? —le miro desconcertada.
—Cuando tomabas.
Leona se acercó a ella, se arrodillo y tocó la enredadera suspirando, Scarlett le miro sin entender, más no dijo nada.
—Tengo hambre, tengo sed, soy quien te roba el mañana... Inclinate ante mi, King's roar.
La enredadera comenzó a desmoronarse convirtiéndose en arena, Scarlett solo sonrió y sacudió su vestido.
—Gracias.
—Pensaba que solo tenías una magia única.
—La tengo, esto es un pequeño aprendizaje, por parte de Maléfica-san —sonrió con cierta melancolía.
—Ella te enseño muchas cosas.
—Si, dijo que cuando aprendiera la magia de espinas, me protegerían pero también me atraparían si mis emociones se desbordaba.
—Así que estoy en lo correcto, Está enojada —Menciono mientras se levantaba y cruzaba de brazos.
—Tal vez.
—Es solo una amiga.
—Una que te besa en los labios y tú no te opones y juraría que correspondiste, pero eso es lo que menos importa, puesto que ella no sabe comportarse.
—¿Y tú si sabes comportarte? Deja de ser una celosa.
—¿Disculpa? —Le mira molesta— se dónde y cuándo debo mostrar modales, yo no me la paso besando gente delante de todos, y no son celos.
—Te recuerdo que tú decidiste que lo único que nos uniría sería el trato, así que lo que yo haga no te debe importar.
—Vaya, —soltó una carcajada a lo que sorprendió a Leona, ella por su parte se levantó y se colocó delante de el— Tu mismo hace unas horas estabas diciendo que querías continuar con esta farsa, entonces por qué no ser respetuoso ¿Dónde quedó el león caballeroso y que respetaba a las mujeres?
