los ojos son la ventana del alma
ojos negros, así son
sin un ápice de luz o interferencia
apáticos
esas son mis ventanas
pequeñas, con la esclerótica roja
quién sabe porqué
muertos quizás, como un pescado
observan techos, paredes y pisos
se refleja el paraíso soñado en el interior oscuro
aquel lugar fantasioso
con magia, brujas y espíritus
dinero, contactos
que me permiten
por lo menos en mis delirios diurnos
ser capaz de matarte
saliendo ilesa
no del todo cuerda
pero con la certeza de que tus ojos lujuriosos,
hundidos,
escondidos detrás de unos anteojos sucios
no me miran más
