Fue lo primero que dijo Todoroki cuando él y Sero se juntaron en la habitación de este último.
–Hasta yo sé que fue estúpido.
–¡Ya entendí, ya entendí! Fue un intento ¿Sabes?
Puede que no haya funcionado, pero tenía muchas más ideas en mente.
A fin de cuentas existía la posibilidad de que Bakugo no sintiera nada por nadie así que intentarían tener fé en eso, Sero le había dicho a Todoroki que a veces era bueno arriesgarse.
Shoto no estaba convencido, pero terminó aceptando.
Iría a esa salida, más que nada porque el azabache pensaba en que podría comprarle algún regalo a Bakugo.
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Ya era hora de la dichosa salida, no eran un grupo muy grande; Sero, Todoroki, Yaoyorozu, Kaminari y Jiro.
Al final la cita secreta solo sería para Kaminari y Jiro, y como Momo tenía que ir al centro para comprar ropa pensó que podría ir con ellos, estos no se lo negaron. Sin contar que se emocionó cuando le dijeron su verdadero plan, ella estaba dispuesta en ayudar.
En algún momento lograron dejar solos a Kaminari y a Jiro, Todoroki por su parte se quedó mirando una tienda llena de peluches, a él le gustaban, nunca pudo tener uno de pequeño pero ahora sí, aunque duda mucho que a Bakugo le gusten.
Y ahí es cuando venia su duda, ¿Qué le podía regalar a Katsuki?
No tenía ni idea.
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