La rutina de ahuyentar a las garrapatas de Bakugo se repitió unas cuantas veces, no siempre para no verse sospechoso, y Shoto había logrado hablar un poco con Katsuki.
Sabiendo que, además de la comida picante, este amaba jugar videojuegos... y ganar, aunque esto último era un poco obvio. Recuerda también que menciono sobre sus entrenamientos matutinos además de que le gustaba cocinar, le relajaba y de paso tenía algo delicioso que comer.
Shoto escuchaba con total atención todo lo que el cenizo le decía, y a pesar de que él casi no hablaba no es como si le importara.
Porque Bakugo amaba hablar de sí mismo y Todoroki amaba escucharlo.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.