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Los ruidos de las cosas moviéndose en mi habitación me despertaron. Gracias a los ruidos de mis compañeras de cuarto me había despertado de mal humor. Fui al baño, me bañe y cambie para ir a mi primera clase o a la cocina así los elfos me preparan algo.

Baje a mi sala común con una cara de pocos amigos. Sali y entre a las cocinas del castillo, ahí los elfos iban de aquí para allá. Me senté en unos de los bancos de las 4 mesas largas que había y al instante una linda elfo de un vestido y bufanda lila me dio un pastelito y leche caliente, le agradecí con una sonrisa.

Tal y como lo sospechaba cuando termine mi pastelito se me paso el mal humor y sonreí.

— ¿Por que tan feliz?- pregunta Sirius acercándose a mi.

— Porque comí un gran pastelito en las cocinas.- dije con una gran sonrisa haciendo que el ría.

— Si...ya veo.- dijo un poco distraído.

Sigo su mirada y veo que mira a una chica que yo conocía como Marlene de Gryffindor. Mi boca se abrió como un buzón cuando los cables se conectaron en mi mente y solté un pequeño grito ahogado, me colgué al brazo de mi amigo.

— ¡Sirius Black esta enamorado!- cantaba mientras saltaba y el trataba de callarme.

— Callate, chillona- dijo tapándome la boca con su mano por unos segundo pero yo lamí su palma- Que asco...solo me parece linda.

—Aah Si claro...obvio...obvio- dije como burla.

Los dos caminamos al  comedor burlándome el uno del otro.

Cuando llegamos al comedor yo me senté en la mesa de Gryffindor como siempre. No tenía mucha hambre así que agarre el diario El profeta. Después de tantos años leyendo este horrible diario se convirtió en el que mas odio. Leí lo que ya sabia, mas muggles muertos al igual que sus hijos magos también. Tiro el diario a la mesa enojada y empiezo a comer una tostada.

— Ojala notificarán que un perro habla o que un girasol se volvió azul- comento cansada. 

— Ojala...-me sigue Remus igual de molesto y cansado que yo.

Unos toquecitos en mi hombro hacen que me gire, ahí estaba mi novio rubio. 

— ¡Hola!- intente besarlo pero me detuvo de los hombros.

— ¿Podemos hablar?- pregunto con la cabeza gacha. 

— Claro...

El agarro mi mano y nos dirigimos a los campos del colegio. Estaba raro y nervioso.

— ¿Qué paso Xeno?- pregunte preocupada.

— Es que no se como decirte eres una gran chica tierna, buena, valiente y fuerte pero...-miraba el piso así que levante su mentón y le sonreí- Me enamore... lo siento enserio no se como paso solo...

— Tranquilo...- dije- ¿Cómo se llama?

— Pandora- al instante la reconocí, va al mismo grupo que yo. Es una niña muy tierna y callada, siempre esta haciendo experimentos.

— Esta bien, ve por ella si la amas y ella a ti, yo soy el obstáculo aquí- Dije para abrazarlo y empezar a caminar de nuevo al comedor.— Por supuesto seguiremos siendo amigos.

Cuando llegue al comedor me senté de nuevo donde estaba antes y los chicos me miraban con intriga.

— Ah terminamos- dije tranquila.

— ¿Que?-preguntaron al unísono.

...

Practicaba una y otra vez con mi violín. Miraba las partituras por si algo estaba mal. Estaba nerviosa, en menos de 1 hora estaré en un escenario en frente de mas de 2500 personas. Mis amigos estaban fuera del teatro con los señores Potter. Me preguntaba si Regulus había venido. 

Tampoco sabia el porque de mi nerviosismo no estaba sola en ese escenario iban haber mas personas pero yo era el violín principal. Seguía practicando y una chica muy amable me trajo café con una nota.

- Un chico alto y de pelo negro dijo que te lo de- dijo dejando el cafe sobre la mesa y se va de la habitación.

abrí la nota y casi me pongo a llorar de la emoción. 

Jenny.

No estés nerviosa, bonita. Lo harás genial.

R.A.B.

Al instante sonreí. Tocaron mi puerta y entraron. Era una chica joven no más que yo. Su pelo rubio caí por sus hombros y me mostraba una de sus sonrisas.

—¿ Estás lista?- pregunto y mis manos empezaron a temblar.

— Si- respondí con nerviosismo. Mi violín ya estaba en el escenario con los demás instrumentos.

Paso con los demás al escenario, el telón aún no se había abierto. Nos dieron tiempo de ubicarnos en nuestros lugares. Yo estaba en una punta casi apartada de los demás, no tenía una silla ya que me podía llegar a incomodar. Acomode las partituras, agarre el violín y respire hondo. Trate de mirar a las butacas cuando el gran telón rojo abre pero las luces me ciegan junto con los aplausos de la gente.

Respire profundo, acomode el violín entre mi hombro y cuello. Con mi dedo empecé a tocar las primeras notas junto con los demás.

Con mi violín guiaba a los demás. Mi mano y la vara se movían con rapidez. Sentía en mi tórax la melodía que hacíamos entre todos.

Toque las ultimas notas al igual que mis compañeros. Al terminar los aplausos resonaron en todo el auditorio. Nos paramos todos y hicimos una reverencia para después irnos del escenario.

Guarde mi violín y me despedí de mis compañeros. Sali de los camerinos y me dirigí al vestíbulo al instante los brazos de mis amigo  me envolvieron.

— Estuviste fantástica- dijo la señora Potter. Esa señora se merece el cielo.

— Deslumbrante- dijo Sirius besando mi frente.

— Estamos orgullosos de ti- dijo con una sonrisa Remus.

— Festejemos. Vayamos a comer- dice James agarrando mi brazo.

— Ya los alcanzo tengo que buscar unas cosas en el camarín- dije y ellos aceptaron esperarme afuera.

Busque con mi mirada en todo el vestíbulo pero no lo veía. Me puse de puntitas para ver mejor (aunque no hacía diferencia). Cuando estaba por rendirme lo veo en una esquina del lugar. Se estaba riendo de mí. Desgraciado. ¿Hace cuanto me vio?.

Camino rápido a él pero no podía enojar cuando me sonrió.

Mierda estoy pero de lo que pensé.

— Hola...- mi vos sonó más como un susurro.

— Creo que es muy estúpido felicitarte cuando ya todos lo hicieron.

— No importa...dilo.

Sus labios dibujaron un pequeña sonrisa de lado— Felicidades, estuviste increíble.

Al terminar lo abrazo y sus brazos rodearon mi cintura. Su rostro se oculto en mi cuello y podía sentir como olía mi perfume.

— Se que no te gusta venir a los lugares muggles- dije sin separarlo- pero significa mucho que hayas venido...gracias.

— Por ti iría hasta el infierno y volvería.

Se escuchó con un susurro pero erizo todo mi cuerpo.

Dear, Regulus ≈Regulus Black ≈Where stories live. Discover now