𝐎𝟑 | problemas

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    El clima estaba cálido y acogedor, Melody y Simón compartían un caballo disfrutando del hermoso paisaje, el castaño beso la cabeza de la rubia transmitiendole paz y tranquilidad, ella cerró sus ojos unos segundos apoyándose en el pecho del cas...

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    El clima estaba cálido y acogedor, Melody y Simón compartían un caballo disfrutando del hermoso paisaje, el castaño beso la cabeza de la rubia transmitiendole paz y tranquilidad, ella cerró sus ojos unos segundos apoyándose en el pecho del castaño.

    Aquella angustia no la dejaba en paz, sentía su respiración entrecortada las palpitaciones rápidas retumbaban en su pecho, lo sentía que era como una taquicardia pero no lo era.

    «No pienses...no presientas...no llores», se repetía una y otra vez, tomando aire para soltarlo con discreción.

    Tragó en seco, pero sintió un apretón de mano de parte de su novio, al parecer el había sentido la angustia de la rubia. Ella le lanzó una sonrisa temblorosa.

    Habían quedado solos, pues Camilo se fue en busca del instructor, Simón hizo que el caballo parará suavemente.

    —¿Vamos a investigar el lugar? —sugirió Luca mirandolos.

    —No sé —dudó el castaño haciendo una mueca.

    —¡Yo voy! —exclamó su novia levantando la mano.

    —Si ella va yo voy —cambio de parecer rápidamente y sus amigos lo miraron—. ¿Qué? No dejaré que se vaya con ustedes —la abraza por los hombros.

    —Boe, vamos entonces —dijo Pedro yéndose y todos lo siguieron.

    Observaron a otros caballos a unos pocos metros junto con otros animales, eran tan hermosos, Simón se alejó con su novia de los demás y la llevó a un rincón bajándola del caballo, ella lo miró confusa cuando se inclinó sobre ella y apretó sus labios cálidos contra los suyos.

    Tal como él pretendía, sin duda, olvidó todas sus preocupaciones y lo besó más a fondo.

    Su boca se detuvo sobre la de ella, suave y dulce, hasta que Melody deslizó los brazos en torno a su cuello y se lanzó a besarlo con algo más que simple entusiasmo. Sin notar la presencia de Thomás, quien los miraba con el ceño fruncido mientras sostenía un plato con alfajores.

    —Amor, amor —musitó Simón contra sus labios, con sus ojos mirando al pelinegro—, espera

    —¿Qué? —se volteó para ver al vampiro y sonrió, avanzó hacía el con su novio detrás—. Thomás

    —Melody —sonrío dulcemente—, lo siento no quería interrumpir. Te hice alfajores caseros, se que son tus favoritos

    —¿En serió? —dijo sorprendida mientras agarraba uno—, ¿cómo sabes qué son mis favoritos?

    El pelinegro suspiró recordando como había sabido sus gustos con una pequeña ayuda de sus amigas.

𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗟 𝗟𝗢𝗩𝗘 | sɪᴍᴇʟᴏᴅʏ³Donde viven las historias. Descúbrelo ahora