𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐬𝐨﹐ 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐚𝐩𝐢 || ʙɴʜᴀ

🦉010🦉

🦉Dulce manjar (+18) 🦉

    Abrió y cerró su mano en un puño un par de veces antes de sentir como la comisura de su labio se alzaba y un pequeño signo de emoción burbujea en su pecho al poder cerrar correctamente su mano. Hace unos minutos acabó su almuerzo y también vino un enfermero a corroborar sus heridas, la emoción viene junto a la posibilidad de poder verse con Kotaro dentro de unos minutos, o eso le calculó el enfermero que le atendió.

—"Kotaro-san es alguien muy energético, lo pillamos justo cuando estaba intentando mover las alas así que lo atamos a la camilla por precaución."

Fue algo extremo en su opinión, pero no es quien para juzgar los métodos del hospital que se encargó de atender todas las necesidades de todos los afectados en el accidente, no, eso no fue un accidente. Hawks sabe que fue un ataque intencionado para lastimar a otros, no le bastó con ser algo personal, sino que también involucró a todo el equipo profesional que trabajaba en ese edificio.

Intenta entender la postura de Dabi, pero no puede, su orgullo de ex le impide ver o tratar de empatizar con su pasado, con lo que representa Dabi y toda su actitud. Hace un tiempo fueron pareja, tuvieron su romance rebelde, todo contra las reglas en ambos lados al salir con el enemigo.

Podría describirse como una relación ardientemente peligrosa, llena de pasión, control por ambas partes, demasiado cinismo, hasta hubo un punto que las lesiones llegaron a ambos y ese fue el tope de todo para Keigo. Dabi fue su primer amor, durante 6 largos meses ambos compartieron e hicieron lo que muchas parejas hacen en años, casi llegan al matrimonio, Dabi casi llega a pedirle matrimonio. Hawks reconoce que si no hubiera revisado el teléfono del villano ese día posiblemente esté caminando al altar en ese momento.

"Gracias instinto, por hacerme revisar su mugroso teléfono de tapa."

Su mente se desconectó por unos segundos, justo cuando el sonido del vidrio quebrarse lo llevó a un viaje de ida a sus viejas memorias y revivió la escena de su ruptura. Tenía la vista empañada por las lágrimas que caían como el agua de un grifo abierto, sentía tanto dolor en el pecho que se desquitaba con todo a su alcance y se lo lanzaba al pelinegro frente a él.

— ¡Mentiroso, doble cara! ¡Nunca más vuelvas a hablarme, infeliz!

Marcos, jarrones, almohadas, todo lo accesible a la mano era lanzado por Keigo hacia el hombre de quemaduras en su cuerpo. El héroe profesional reconoce fácilmente el cuerpo desnudo de Dabi, de tantas veces que lo vio, que lo hicieron, encontró 4 vídeos de su miembro entrando en el culo y vagina de diferentes personas. En ese mugroso teléfono de tapa negra se guardaban esos videos con recelo, ahora entendía por qué era muy cuidadoso con sus cosas y con lo que hacía.

Dabi explotó cuando uno de los vasos impactó en su cabeza, partiéndose con la caída y dejando un pequeño rastro de sangre que se deslizó con lentitud hasta su cuello. Las llamas no tardaron en aparecer, quemando todo a su paso sin medirse nada e importándole poco si eso llegaba a su ahora ex.

Hawks saltó de la ventana y escapó con rapidez de ahí, dejando que Dabi se queme en su propio fuego y en la soledad de ese cuarto que una vez fue de ellos.

Parpadeó un par de veces para darse cuenta que estaba en el hospital, que su presente ahora era otro. Tragó saliva cuando notó su corazón helado por el recuerdo de su fuego casi quemándolo ¿Qué hubiera pasado si no reaccionaba a tiempo? El fuego le habría alcanzado y ahora no sería más que pollo rostizado.

—Oh, pensar en pollo me abrió el apetito.

Ya con mejor movilidad abandonó la habitación del hospital para caminar altanero por los pasillos hasta un cuarto en específico. Su sonrisa resplandecía, lo podía sentir y es que al recordar la hermosa sonrisa del hombre de cabellos bicolores sus ánimos cambiaron.