🦉014🦉

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🦉El sótano🦉

    


         Una nueva mañana comenzaba, para el héroe profesional era demasiado importante dormir, estar relajado y desestresarse de su vida cotidiana cómo héroe profesional. Su teléfono estaba apagado, su mente abierta y sus sentidos relajados.

Hasta hace 2 días.

El segundo día en el cual llegaron a aquel bosque en las montañas la cagó completamente al mencionarle a Kotaro las evidentes diferencias con su hijo y la mención a la madre de este. Justo después de haber perdido de vista a su pareja decidió volver a la cabaña cuando algo extraño pasó, algo que no le permite relajarse o mantener la calma.

Cuando le mencionó a Kotaro algo con respecto a Fumikage y su origen, él se mostró frío y distante, pero a los 5 minutos cuando volvió a la cabaña y lo vio con Tetsuro este se tiró a sus brazos para llenarlo de mimos y actuar como si nada hubiera pasado.

— ¡Keigo! ¿Dónde estabas? — pregunta con un notable puchero infantil en su rostro. — No le avisaste a nadie que saliste y me preocupé.

— ¿Eh? Pero si nosotros-

—Oye, cerebro de pollo, a la otra avisa. Demonios, me despertaron de la siesta por nada. — se queja el felino que pasó entre ellos para separarlos e ingresar a la cabaña, obviamente se ganó un golpe en el rostro por su cola felina.

— ¡Oye! — se queja.

— ¡Tetsuro! — regaña el búho, rápidamente tomó el rostro del héroe para verlo a los ojos y ahí es donde Hawks decidió jamás bajar la guardia con esos dos. — ¿Estás bien? ¿Te golpeó muy fuerte? Lo siento, no debe hacer eso...

El Kotaro que estuvo ahí era amable, sus ojos dorados tenían sus pupilas dilatadas en lugar de ser dos puntos pequeños, se mostraba amoroso e incluso volvió a ser el mismo de siempre. Keigo le siguió el juego, lo besó, lo tranquilizó y durmieron tranquilos ese primer día.

Durante la noche no pudo pegar un solo ojo, estaba muy inquieto, pensativo. Sabía que debía relajarse en sus primeras vacaciones, pero si sentido justiciero no podía calmarse con la incógnita de quiénes eran los otros dos adultos que dormían profundamente en el mismo techo que él.

En su segundo día Kotaro no despertó junto a él, silencioso se movió por la cabaña hasta encontrar a ambos mayores juntos como siempre. Tetsuro acomodaba los cabellos alzados del búho demasiado concentrado y entretenido, su amante hacía sonidos de queja y se removía algo inquieto.

Bro ¿Ya terminaste?

—Quédate quieto. — ordena burlón. — ¿Acaso estás por entrar en celo? Tus plumas y cabello están más esponjosos.

Que mi poder sean características de un animal no me convierte en uno. — lo apunta con su dedo. — ¡No me ignores! No me gusta que trates mal a Keigo, es mi pareja, por eso te pido por última vez que dejes de tratarlo mal.

—Hay... Algo es él que me hace desconfiar. — entonces los ojos del gato y del héroe hicieron contacto, el pelinegro sonrió cínico y Keigo tuvo miedo, el mensaje era claro, "se tu más profundo secreto". — Ah~ Buenos días pequeño pollito~

𝐏𝐞𝐫𝐦𝐢𝐬𝐨﹐ 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐩𝐚𝐩𝐢 || ʙɴʜᴀWhere stories live. Discover now