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—No sé que escribir en ese globo—dice Andy irritada soltando un pequeño gruño.

Ruedo los ojos, por enésima vez ya que lo ha repetido un millón de veces. Ha estado buscando artículos en su teléfono referente a los globos de los deseos y no ha parado de devorar uno tras otro.

Vuelve a leer en voz alta otro artículo mientras coloco la última prenda dentro de la maleta. Me cercioro de haber dejado encima de la cama lo que usaré mañana para la partida y la termino cerrando.

Andy para de leer luego de escuchar el sonido del cierre metálico y me observa recostada con toda plenitud en la cama de Michael, luego se gira a la maleta de Michael.

—¿Cuando va a empacar sus cosas?—enarca una de sus cejas  en mi dirección y me encojo de hombros.

No tengo ánimos de hablar sobre él. 

Ella sobreentiende mi gesto y termina de leer el artículo de los globos chinos.

—Aquí dice, que son muy usados para pedir un deseo—comenta, tratando de encontrar en mí una pizca de emoción para esta noche. 

Pero incluso ella sabe que no lo logrará.  Andy, que me conoce hace pocos días sabe que nada puede hacerme sentir mejor ahora. No cuando mi mente está divagando en la discusión que tuve con Michael.

Sin embargo, fue la primera persona en enterarse cuando Sullivan me indicó que mi ciclo de terapias había terminado. 

Lloró junto a mí, me abrazó e hizo saltar por horas. Sentí que estaba en compañía de alguien como Liz. Hemos quedado en realizar futuros encuentros.

No vive tan lejos como esperaba. Además, me mencionó que hace mucho tiempo visitó la casa de un amigo de Luke, que se encuentra en la zona donde vivo.

Un nombre timbró en mi cabeza y tuve la ligera sospecha que hablaba de Calum. Pero luego de comentarme lo mal que la pasó al asistir a esas fiestas, los escándalos y las drogas no podía creer que se tratase de un amigo de Michael. 

Dejó de ir a ese lugar luego de que un chico rubio insistente la hizo reaccionar. Ellos son vecinos, ambos provienen de familias adineradas y ella admite que es un asco.

Sus padres no le prestan la mínima atención, incluso ahora. Pero Luke por alguna extraña razón estuvo en sus peores momentos, pasaron por mucho para llegar a donde están ahora.

Ella lo odiaba, pero no mencionó los motivos.

La etiqueta de su relación no podía ni entenderla ella. Pero, parece funcionar para ellos.

Luke resultó ser un buen chico, la sobreprotección de Michael hasta ahora no la entiendo con todo lo que me contó Andy. 

Me hizo sentir mal imaginarme cosas terribles de él cuando lo único que hacía Luke era comentarme el grandioso amigo que tenía, de nombre Michael.

Me hablaba maravillas de él, que incluso, me hicieron reír en una oportunidad. Me sentía más íntima en la vida de él por las historias que Luke me contaba y eso me hacía sentir... exclusiva.

Dueña de varios secretos de Michael Clifford y la verdad internamente se lo agradecí mucho.

Recostada a lo largo de toda mi cama, giro mi vista a la ventana.

Una mezcla de colores anaranjado, azul y amarillo pintan el cielo, anunciando que está a punto de anochecer.

Suelto un suspiro involuntario. Dentro de mí, se que extrañaré este lugar tan mágico. 

Sí, me siento contenta al irme por razones médicas de aquí, es así como quería, pero no me canso de pensar que celebrarlo junto a Michael hubiese  sido aún mejor todo.

Good Girl | Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora