Tengo ganas de ti - Luimelia //Segunda parte A3MSC// COMPLETADA

Capítulo 18: Fin

CAPÍTULO 18: final.

LUISITA

-Hija, estás impresionante con ese vestido- respondió mamá mirándome en aquel espejo que habían puesto en la sala de estar donde habíamos preparado todo- Sebas va a alucinar cuando te vea de esa manera.- la miré riendo.

-¿Alucinar? ¿Desde cuando te volviste tan molona?- se encogió de hombros y sonrió.

-Tú madre se modernizó- bromeó.

Me alegraba verla así. Después de que llegará aquel día de la playa y demás, ella vino a hablar conmigo y me contó todo, como su matrimonio no empezó con buen pie y todo lo que pasó, había cambiado mi manera de verla incluso. Me alegraba verla así de contenta, al igual que papá. Estos habían llegado a un acuerdo y cada uno tomó su vida por separado. Él se fue finalmente con alguien que le hacía feliz y mamá recobró su felicidad también. Las cosas se pusieron mejor, no como para Maru. Sus padres descubrieron lo que pasaba y se la llevaron lejos, no sé a qué. Solo esperaba que estuviera bien y que nada le hubiera pasado.

También había arreglado las cosas con María y ahora, me acompañaba como mi madrina en mi boda. Me alegraba tenerla a mi lado. Habíamos hablado de este momento tanto tiempo que ahora, parecía hasta mentira:

-¿Y tú no dices nada?- pregunté a esta que se terminaba de maquillar.

-¿Yo?- rió acercándose también- ¿Para qué? Si tú sabes que estás espectacular- sonreí haciendo una pequeña reverencia- ¿Te ayudo con lo del pelo?

-Sí, por favor- respondió mamá por mí- Yo tengo que ir a hablar con la mamá de Sebas a su casa. Vuelvo en cinco minutos, ¿ok?- asentí observando a esta marcharse.

-¿Nerviosa?- preguntó María mientras cogía el sitio de mamá.

-Un poco- mentí- nunca creí que llegaría este día.

-Pues llegó- sonrió esta clavándome los ganchos para las flores que adornarían mi cabello- Y mira que novia más bella tenemos...- sonreí volviéndome para mirarla.- ¿Qué?

-Me alegra que las cosas estén por fin bien entre nosotras- asintió- Me alegra mucho que seas mi madrina en este día.

-Yo también- respondió abrazándome.

-¡Luisita!- apareció de repente Sebas cerrando la puerta tras de sí.

Este venía con el traje a medio completar, lo que era raro, puesto a que la boda sería en menos de una hora.

-¿Qué haces aquí?- saltó de repente María corriendo hacia él- Sabes que no puedes ver a la novia antes de la boda. Es mala suerte- respondió volviéndolo para que no me mirara- Ya tendrás tiempo esta noche...

-No habrá esta noche- ambas saltamos cuando escuchamos eso- Vengo... vengo por eso- respondió volviéndose a mi- La boda no se celebra, Luisita. Nunca se celebrará.

-¿Qué?- saltamos María y yo al unísono.

-Lo que has oído- respondió este contundente- No habrá boda, no al menos, para nosotros.- su tono era severo y contundente, pero a la vez, también le dolía.

-¿Pero por qué?- pregunté corriendo enseguida hacia él- No me digas que te arrepientes. Sebas, fuiste tú el que me lo propuso.

-Por que creí que te olvidarías de ella- ahora entendía- Luisita, sé que aún no te has quitado a Amelia de la cabeza y que esta boda es solo una farsa para que te la quites de la cabeza- miré a María que solo observaba la escena preocupada- La quieres aún...

-No...

-Sí, no me lo niegues- me cortó este haciendo que lo mirara- No hace falta ser un genio para saber que lo estás. No quiero una vida crecida en una falsa, ¿Sabes? Quiero crecer en una familia donde mi mujer sienta amor por mí y para que ello ocurra, te debo dejar.