Bitter loves

IV

Tony cerro los ojos cuando una juguetona corriente de aire despeino unos mechones de cabello que le caían de forma rebelde en su frente.

—Termine — dijo Rodhey mientras secaba sus manos con una servilleta.

—Te dije que no lo hicieras — dijo con la vista en la cuidad, que le brindaba la terraza. — iba a mandar a alguien que limpiara después.

Rodhey dejo la tela en una de las mesitas que estaban ahí y se acerco a Tony, al igual que el se dispuso a contemplar el atardecer que se extendía por todo el cielo, bañando todo con su luz anaranjada.

—Bueno ya lo hice. — se recargo del balcón —¿Y Peter?

—Esta dormido, en su habitación,

—Me dijo Pepper que apenas y pudo dormir, insistió demasiado para que lo llevarán contigo, para tener 5 años se nota que tiene madera de alfa.

—No digas eso. — Tony frunció el seño.

—¿Eso sería malo?

—Si, quiero decir no — corrigió con un ademán. — No importa que casta sea, solo que... Solo. —Suspiro pesadamente.

Regresaron su vista al atardecer que ya había desaparecido casi por completo, mientras estaba en su lecho de muerte las luces de la cuidad no tardaron en hacer presencia.

—May me pidió el divorcio — soltó sin más dejando a Rodhey algo confundido.

—¿Que pasara con Peter? — preguntó preocupado.

—No peleará la custodia.

Rodhey sintió cierto alivio al saber eso.

—¡Eso es bueno, Tony! — Lo tomo de los hombros feliz hasta que noto que unas cuantas lágrimas salían de sus ojos  —¿Que sucede?  — agrego, bajo la vista hasta la manos de Stark,estás jugaban con el anillo que poseía en su dedo anular. —Oh...

—Yo aún la amo — soltó en llanto —¿Que pasara con Peter? El la necesita, yo también.  — dicho eso, Instintivamente Rodhey lo abrazo.

Tony a pesar de ser un Omega, nunca se deja guiar por sus emociónes, no era de llorar enfrente de alguien, de pedir ayuda o disculparse, si no fuera por su aroma, dirían que es alfa. Y a pesar de eso estaba ahí con la cabeza escondida en el cuello de su mejor amigo, rodeado de sus brazos, siendo calmando por su aroma a canela.

—Escuchame Tony — dijo aún abrazándolo.—Tu no necesitas de May o de cualquier otro estúpido alfa, ni siquiera me necesitas a mi y Peter tampoco la necesita  ¡Tu solo has mantenido a flote la compañía de tus padres! Eres el primer Omega en llevar un puesto alto en la sociedad, y...

—No quiero quedarme solo.

—Y no lo harás.

—Prometeme una cosa, prométeme que nunca me dejaras solo. Prometelo. —Tony se separó un poco para mirar directamente a los ojos al alfa.

—Lo prometo. — respondió, los ojos de Tony brillaron. —Solo si tú prometes que jamás te dejaras vencer, por Peter, por ti, no importa lo que pasé, mantente de pie. — Tony asíntio y volvió a juntar su cuerpo con el Rodhey, volviendo a sentir el latido de su corazón y el calor que emanaba de su cuerpo.

Quizás en ese momento ninguno de los dos  comprendió que acabanban de prometer, ambos estaban decididos a cumplir con sus promesas. Tony sabía que mientras Rodhey estuviera a su lado el sería fuerte y Rodhey sabía que no existía y jamás existirían razones para alejarse de Tony.

"Promesas fáciles de cumplir",  pensaban ambos.

°°°

Presente.