El lobo de Jane ( #0.5 )

Capítulo 4

Ver a mi madre sonreírle a Tim durante toda la cena había sido un espectáculo digno de ver.

Especialmente cuando dejaba caer indirectas sobre los embarazos adolescente y el casamiento en los jóvenes de hoy en día.

Debo admitir que la única persona que parecía pensar que ambos temas eran demasiado para tan poco tiempo conociéndolo era yo y ambos parecían no escucharme.

Mantuvieron conversación tras conversación mientras yo me mantenía callada y observando el intercambio de palabras.

Al finalizar la improvisada cena que había constado en comida china. Mi madre me había susurrado:" Deja abierta tu ventana esta noche"

Por supuesto que había colocado una cara de espanto mientras ella se iba a su habitación, Tim por otro lado comenzó a reír sin ningún disimulo.

Al final yo también termine riendo cuando subió a mi habitación e intentó pasar por la ventana quedando durante unos minutos atorado.

-No seas tonto sal de ahí. -dije mientras secaba las lágrimas que se me habían escapado por la risa.

-Es que sigo sin entender como rayos piensa tu mamá que voy a caber por la ventana.- Saco su pierna del marco y camino hasta mí de repente serio.

Pare de reír cuando vi su expresión.

-¿Que sucede?- pregunte cuando no hablo y solo se mantuvo con su mirada oscura fija en mí.

-¿Estas enojada?- pregunto con la misma expresión en el rostro.

-¿De qué hablas?- Confundida me senté en el borde de la cama.

-De no haberte dicho nada del cambio de escuela.

-Supongo- me encogí de hombros- No es la gran cosa en realidad.- No podía decirle lo feliz que me encontraba.

-¿No extrañaras tu vieja escuela?- pregunto arrodillándose frente a mí.

Sus ojos se mantuvieron fijos en los míos mientras sus manos tomaban la mías.

-Ni un poquito.- le asegure con una sonrisa triste.

-¿Segura?

-Tan segura como que mi nombre es Jane Morgan.- le guiñe un ojo y él rio.

-Si tu madre y yo nos salimos con la mía serás Jane Conner dentro de pocos años.- sonrió pícaramente.

-Eso no va a pasar.- Negué.

-Si pasará.

-No me pueden obligar a casarme.- Sus dedos comenzaron a juguetear con los míos.

-Te puedo secuestrar y llevar a las Vegas.- Sonreí tontamente cuando comenzó a besar mi mano repetidas veces sin apartar su mirada de la mía.

-Ni porque estuviese secuestrada me casaría contigo.- dije pero no sonó como pensaba que sonaría.-Tim no es eso lo que quise decir.

El asintió pero vi un poco de dolor cuando bajo su cabeza para fijar su mirada en nuestras manos unidas.

-Lo sé, no te preocupes.- le di un fuerte apretón.-Es solo que ¿Tan horrible es la idea de tener un futuro conmigo?

-No es horrible, es solo que no quiero pensar en el futuro.

-¿Por qué?

Porque temo que me dejes.- Pensé con melancolía.

-No me gusta y ya.- le corte.

Pareció comprender que no quería seguir con el tema del futuro.

-Mi padre dijo que dentro de dos días todo estaría listo para que comenzaras en mi escuela.