BROKEN DREAMS | H.S.

25

Harry estaba a punto de llegar a Londres, no sabía por qué, pero decidió darle una sorpresa a Monae diciéndole que llegaría un día después, así por la tarde la visitaría en su departamento tomándola desprevenida, fue una idea que se le ocurrió de repente intentando ser algo "romántico".

Después de un rato pensando, cayó en cuenta de que ya estaba a punto de aterrizar, tomó sus cosas y esperó pacientemente a que el piloto diera la instrucción de bajar. Apenas salió del aeropuerto pudo divisar la gran camioneta negra que lo esperaba para llevarlo a su hogar, el trayecto fue corto y cada minuto se sentía más nervioso de verla, no sabía si la idea de sorprenderla sería buena.

Al llegar a su casa tomó una rápida ducha, se vistió cómodo y salió en su auto hasta el departamento de Monae, unas cuadras antes de llegar bajó de su auto al ver un puesto de flores, compró un ramo de flores coloridas y siguió con su camino.

Apenas llegó al piso de Monae tocó la puerta de su departamento, sintió su sonrisa desvanecerse al ver a un chico alto, cabello oscuro y algo moreno, apretó sus labios y sintió su ceño fruncirse.

—¿Tu no eres... —El chico se veía confundió y asombrado.

—Harry Styles —Soltó cortante interrumpiéndolo—. ¿Monae se encuentra?

—Hmm, sí. Ella está en... —Alguien lo interrumpió.

—Aaron, ¿Quién es?

Monae apareció detrás del chico y Harry sintió cómo su ceño se relajó al instante, solo con verla. Aunque aún seguía serio al no saber quién era el chico que se encontraba con Monae, al parecer a solas.

—¿Harry? ¡Harry! —Lo abrazó por el cuello, sintiendo como Harry colocó una mano en su cintura—. Permíteme —Alzó un dedo y se giró hacia el chico—. Aaron, Maya necesita ayuda con un frasco, ¿podrías?

El chico asintió y sonrió, Harry lo vio cruzar la sala de su novia sintiendo como su ceño se fruncía nuevamente.

—¿Qué haces aquí? Dijiste que llegarías mañana —Sonrió.

—Quise sorprenderte, traje esto para ti.

—¡Harry, son preciosas! —Sonrió enternecida olfateando el dulce olor que desprendían—. Muchas gracias, que grata sorpresa. Pasa.

Harry dudó.

—No quisiera interrumpir, parece que tienes compañía —Dijo serio.

—Oh no, no te preocupes, él es Aaron, al parecer mi hermana está saliendo con él —Sonrió—. Vino para presentarse, ahora también podemos celebrar tu regreso.

—¿Es novio de tu hermana? —Sonrió y pasó la mano por su cabello—. Entremos entonces.

Monae sonrió y tomó su mano para cruzar la puerta, Harry la atrajo suavemente hacia él y besó su mejilla, haciéndola sonrojar. Caminaron hacia la cocina, donde se encontraban Maya y su chico.

—¿Lo ves? Te dije que Harry Styles estaba en tu puerta.

Maya rió. —Hola, Harry. Creí que llegarías mañana. Que bueno que estás aquí —Lo saludó sonriente.

—Quise sorprender a Mon llegando antes —Sonrió—. ¿Necesitan ayuda?

—No te preocupes, siéntate, nosotros estamos a punto de terminar la cena.

Maya y Monae preparaban lasaña, mientras platicaban y reían entre todos, Harry aprovechó para presentarse con el chico después de haberlo tratado tan cortante.

—Harry Styles —Tendió su mano hacia él con una ligera sonrisa—. Novio de Monae.

—Aaron Reed —Respondió dando el apretón común de manos—. Ahora entiendo tu reacción —Dijo casi en un susurro.

—¿Disculpa?

—Que es un placer —Sonrió—. Tu música es impresionante por cierto.

—Te agradezco.

—¡Chicos la cena está lista! —Gritó Monae entusiasmada—. Tomen asiento.

El comedor estaba puesto y los platos servidos, la cena pasó estupenda, los cuatro pasaron una velada divertida. Aaron resultó ser un tipo agradable, y podía verse lo mucho que Maya le gustaba. Después de la cena platicaron por horas, riendo y contando algunas anécdotas.

—La cena estuvo deliciosa, gracias por permitirme quedarme. Es un poco tarde debería retirarme.

Monae hizo un pequeño puchero.

—Gracias por venir, Harry. Me encantó la sorpresa —Sonrió.

—Me alegra que te gustara, cariño.

Harry se levantó de la mesa como todos los demás, se despidió de Aaron con un apretón de manos y de Maya con un medio abrazo. Monae lo acompañó hasta la puerta.

—Pasé una linda velada —Sonrió y colocó un mechón de cabello detrás de la oreja de Monae—. La cena estuvo exquisita.

—Me alegra que te gustara, y me gustó mucho verte, ya te echaba de menos —Rió.

—También te echaba de menos, Mon. Hoy venia a verte y a proponerte algo.

Monae lo abrazó por la cintura y alzó su rostro para verlo de frente.

—Me interesa, a ver dime.

—Mañana tengo la primera presentación de la semana, me gustaría que vinieras conmigo —Sonrió y besó su frente.

—¡Claro! Te dije que iría a todas, no me lo perdería por nada.

—Eso no es todo —Sonrió—. Me gustaría pasar toda la tarde contigo, claro si estás de acuerdo.

—Estoy muy de acuerdo, me encantaría.

Harry sonrió y acarició su mejilla, le enternecía verla tan contenta.

—Perfecto, entonces paso por ti cuando salgas del trabajo, ¿te parece?

—Te espero aquí —Sonrió—. Gracias por ser tan gentil conmigo, Harry. Eres maravilloso.

Harry sonrió sin mostrar sus dientes y la atrajo hacia él dándole un cálido abrazo, podía sentir el corazón de Monae latir con fervor, cerró sus ojos con fuerza y lanzó un suspiro. Al separarse de ella besó su cabeza.

—Te veo mañana, ¿está bien? —Monae asintió feliz—. Que descanses, ten buena noche.

—Igual tú Harry, gracias.

Monae esperó en el umbral de la puerta hasta que lo vio desaparecer por el ascensor, suspiró con fuerza y entró a su departamento sonriendo.

—Iré a mi habitación, mañana debo trabajar, así que es mejor que me vaya a descansar —Sonrió—. Fue un gusto conocerte Aaron, y estás en tu casa.

—El gusto es mío, gracias Monae.

—Hasta mañana Pez, descansa.

—Buenas noches —Dijo finalmente agitando su mano como forma de despedirse.

Subió hasta su habitación y se tumbó en su cama, se sentía agotada. Harry vino a su mente y de inmediato sonrió, lo que sentía por él era algo que jamás había experimentado, se sentía tan feliz que dolía, sentía haber tenido tanta suerte de conocerlo. Entre tantos pensamientos, sus ojos se cerraron hasta la mañana siguiente.