𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘; 𝟶𝟺

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─── ∙ ~εïз~ ∙ ───

—Te tomó bastante tiempo —Payton se burla mientras se apoya en el lateral de su coche, su camiseta blanca contrasta con la carrocería cubierta de polvo del Chevy Impala negro. Sus gafas de sol oscuras están colocadas sobre su cabeza, manteniendo sus rizos rebeldes fuera de sus ojos, mientras que sus brazos están cruzados sobre su pecho impacientes mientras espera una respuesta.

—Dejé las llaves hace diez minutos —a modo de explicación, sostiene en sus manos la bandeja de bebidas de cartón, una bolsa marrón que se balancea entre las dos tazas de café. —Estaba trayendo el desayuno, Moormeier. Cálmate. —Camina hacia el lado del pasajero del coche, abriendo la puerta y subiendo con una mano. —Me imaginé que estarías aún más hambriento de cangrejo. —Payton sube al lado del conductor en un movimiento suave.

—Aquí —Le quita la bandeja para que pueda abrocharse el cinturón de seguridad, saca con cuidado los dos cafés y los coloca en los portavasos entre ellos. —Sólo ten cuidado de no derramar nada. —T/N pone los ojos en blanco cuando toma el café más cercano a ella (los había conseguido ambos negros).

—¿Por qué? ¿Preocupado por si arruinó a Stevie? —Payton mete la mano en su bolsillo y saca las llaves mientras le echa una mirada irritada.

—Sí, en realidad. He puesto mucho trabajo en el. —El coche ruge cuando Payton gira la llave de encendido, abrochando su propio asiento mientras el motor se calienta. —Sumar dos mil millas a ella en cinco días ya es bastante preocupante, y eso sin contar las otras dos mil que hará en el camino de regreso —T/N no responde al comentario, y en su lugar deja que el sonido de la lista de reproducción de Payton llene el silencio del coche mientras Payton sale del aparcamiento del Motel 6. Estará encantada de dejar ese lugar atrás, piensa, y se centrará en encontrar algo mejor -y más privado- para esta noche, dondequiera que terminen. Payton, sin embargo, no parece contento con dejar que el silencio caiga entre ellos.

—¿Cómo dormiste anoche? —Pregunta después de unos momentos, una mano en el volante mientras toma un sorbo de su café. Mirándolo por el rabillo del ojo de forma sospechosa, T/N mete la mano en la bolsa de papel y coge su café, dando un pequeño mordisco antes de contestar.

—No muy bien.

—¿Era mala la cama? —Payton pregunta con curiosidad, su ceño fruncido mientras sus ojos permanecen pegados al camino, moviéndose sólo para mirar la señal de ocasión que lo dirige de vuelta a la carretera. —La silla no fue muy buena, pero he dormido en peores. Hubiera pensado que la cama sería mejor que eso.

—No, es... quiero decir, la cama no era increíble, pero... —se aclara la garganta y se traga el bocado de la pasta en la boca. —Yo, uh, no duermo bien cuando está lloviendo. —Ante esta nueva información, la ceja de Payton se asoma, y se arriesga a mirar en su dirección para intentar leer su cara.

Los propios ojos de ella están enfocados en el danés que tiene en sus manos, negándose a recibir su mirada mientras ella levanta el pastel a su boca para darle otro mordisco.

—¿No? —Payton pregunta después de un momento, la confusión en su voz casi visible en el espacio entre ellos. —Pero es como un ruido blanco, ¿no? Se supone que es relajante, y todo eso —T/N da un encogimiento de hombros a medias.

—No es exactamente la lluvia, sino con lo que se suele acompañar —espera que su clara vacilación en la respuesta sea suficiente señal para que Payton deje el tema. Payton, sin embargo, no parece captar la reticencia en la voz de T/N, o, al menos, no le importa lo suficiente como para reconocerla.

𝟒𝟖 𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒 // Pᴀʏᴛᴏɴ Mᴏᴏʀᴍᴇɪᴇʀ | ✔︎Onde histórias criam vida. Descubra agora