Prefacio

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Veo como Lisa se divierte con su padre a través del cristal, nunca me voy a cansar de ver esa sonrisa en su cara.

Escucho sus gritos y exclamaciones cuando su padre la alcanza y la levanta por los cielos, como si estuviera volando, su risa queda grabada en el aire y hace que mi pecho se caliente.

Con todo el alboroto que está haciendo creo que ya habrá captado la atención de los guardianes.

Comienza a soplar una ventisca leve, que hace que se le alborote el cabello a mi niña, su padre trata de arroparla entre sus brazos para evitar el viento, pero este no desiste y continúa revolviendo el cabello de ambos.

Cuando mi hija comienza a tener pequeños temblores ocasionados por el frío los empieza a envolver un humo anaranjado proporcionándoles calor.

La ligera llovizna se detiene completamente y mi hija comienza a jugar con las gotas de agua que quedaron suspendidas en el aire.

Al poco tiempo las gotas que quedaron se congelaron completamente y comenzaron a tomar formas de copos de nieve, después de un rato los copos explotan y la nieve se hizo presente.

Cuando Lisa deja la nieve, a su alrededor comienzan a aparecer muchas luciérnagas iluminando su cara, Lisa trata de agarrarlos, pero se le van de las manos muy rápido.

Su padre tiene una gran sonrisa en el rostro, mientras mira alrededor de ellos, pasa el peso de Lisa a un solo brazo y le apunta en dirección a las luciérnagas.

Están aquí

Le doy un suave golpe al cristal y su padre pone su atención en mí, muevo mi cabeza indicándole que vuelvan y se encaminan a la entrada, cuando los pies del hombre tocan el suelo de la casa todas las luciérnagas desaparecen.

–¡Mami! ¡Mami!

Me giro y veo a mi hija corriendo por el pasillo hasta donde estoy.

–¿Que paso Lisa?

–¿Viste lo que paso en el jardín? – me pregunta mi niña mientras da saltos de emoción.

–Si

–¡Son hadas!

Por el rabillo del ojo veo como su padre se acerca a nosotras conteniendo una sonrisa en su cara.

Si, no es el único

Una gran ráfaga de viento hace que la venta se abra de golpe, claramente Naseem está molesto.

Y no es para menos, comparar los a ellos con las hadas es una alta ofensa, en especial hacia él, quien es demasiado soberbio.

Las hadas serán mágicas, pero muy irritantes y convenencieras.

–Ven Lisa, es hora de dormir–dice su padre mientras toma su mano y la lleva a su habitación.

Me giro a la venta otra vez, siento como mis ojos van cambiando de color hasta ser completamente grises, levanto mi mano y la pongo sobre el cristal.

Mis ojos vuelven a su color natural, a través de la ventana veo cómo van apareciendo los símbolos de todos ellos.

Aire, Agua, Tierra, Fuego y Hielo.

Una sonrisa aparece en mis labios.

–Los extraño.

Siento unos brazos rodearme por la cintura, el cabello negro de mi hombre aparece en mi campo de visión, entierra su rostro en mu cuello haciendo que su cabello me haga cosquillas.

–Lisa quiere que le cuentes una historia.

○○○

Nota:

¡OMG!, he esperado bastante tiempo para publicar esta historia.

Es muy distinto a lo que normalmente leo y espero les guste mucho este género,

así como todo lo que se vendrá a continuación.

Si te quedas para leer la historia te lo agradezco muchísimo, espero y sea de tu agrado

Gracias por leer 💜




El Frío En Mis Huesos (Magic #1)Where stories live. Discover now