Dos Mejor Que Uno

~Ah Puch~

CAPÍTULO XIII

La mañana siguiente Lara se observó detalladamente en el espejo del baño, giraba su rostro repetidas veces analizando como el tiempo había desvanecido las pequeñas cicatrices que se le habían formado con anterioridad. Ya no eran tan profundas.

Estaba renovada después de tomarse un descanso de las expediciones, a un lado del lavabo había unas tijeras y al otro una banda de cabello. Recogió su largo cabello en una trenza que sostenía con fuerza todo el crecimiento de este, y tomó las tijeras para deshacerse de el, para completar la renovación mental.

Pero mientras llevaba las tijeras a la trenza pensó en todos los errores que había cometido y que cortar de tajo con ellos y olvidarlos, significaría deshacerse de todo el conocimiento adquirido por la experiencia. Entonces dejó las tijeras nuevamente en el lavabo y se observó detenidamente con la trenza. Era Lara Croft.

<Radio/Lara>Nathan ¿Me recibes?— Preguntó Lara. Esperó unos segundos y la respuesta de Nathan se hizo escuchar.
<Radio/Nathan>Sí— respondió pujando —Llegamos, pero tengo un problema aquí arriba.
<Radio/Lara>¿Qué sucede?
<Radio\Nathan>No puedo salir, hay algo bloqueando la parte superior del embalaje.
<Radio\Lara>¿Puedes romper alguna cara de el?
<Radio/Nathan>Podría... Tengo dos opciones, una es que desbloquees lo que está impidiendo me salir. Y la otra es romper una cara del embalaje estando en un lugar donde todos pueden verme y oírme, arriesgandome además a que la cosa que está arriba me aplaste. Si te soy sincero la segunda suena perfecta— bromeó Nathan.
<Radio\Lara> Si hubiera sabido antes que eras sarcástico no te hubiera traído.
<Radio/Nathan>Dime que no te encanta que lo sea.—Dijo Nathan bromeando.
<Radio\Lara>No me encanta Nathan ¿Dónde estas?
<Radio\Lara>En la cubierta superior.

Lara retiró el corcho del agujero que le había hecho al embalaje para observar lo que sucedía afuera. Estaba en la parte trasera del barco, dentro de una cabina, podía ver a lo lejos hombres desembarcando, no había nadie cerca pudo salir facilmente haciendo uso del pico. Y enseguida fue en busca de Nathan para completar la misión de sigilo y alejar a quienes estuvieran cerca sin llamar la atención.

Al sacarlo del embalaje, ambos siguieron el rastro de los elementos de Craken que se dirigían a la fuente de energía, principalmente dejado por Abraham. La isla era un paraíso de rarezas repleta de vegetación poco común y criaturas que no habían presenciado antes.

El suelo de la isla estaba repleto de lagunas que conectaban directamente con el océano y distintos puntos de la isla, lagunas repletas de sirenas que al más mínimo estado de alerta atacaban en manada, saliendo del agua y dejando la belleza transformándose en criaturas reptilianas que caminaban y corrían con grandes velocidades, como decían los relatos, emitían sonidos para contactarse pero estos se percibían como un pitido que te destroza el tímpano poco a poco.