-Las trece coronas-

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Eran las 12:00 am, el salón rebosaba de música y de demonios de las más altas clases usando diferentes máscaras, había asistido ya a innumerables fiestas, pero hacía tanto que no estaban todos sus viejos amigos de escuela en una de ellas, las 13 coronas estaban juntas después de años de no verse en un mismo espacio, esa fiesta le hacía recordar su primer cumpleaños en el inframundo y sería perfecta si la presencia del segundo demonio más respetado no faltase. Azz tenía ya meses fuera del palacio del Rey, nadie conocía su paradero una mañana simplemente se había marchado, cuando llamo por él nadie sabía nada, no podía negar que se había encontrado desconcertado tanto esa mañana como esa misma noche en la que había hecho que todos se reunieron, había sido difícil que todos asistieran pero usó su carta más sucia que él sentía que podía haber sido usada “El Rey Demonio Iruma ha ordenado”, le llevo dos semanas contactar a todos y preparar esa velada; aún tenía en su cabeza los gritos de Kerori “-¡Te haz vuelto loco! ¡Me encuentro en medio de una gira!-”, le había gritado muchas cosas más pero al final había dicho -”Estaré ahí-” para después colgar la llamada, no había tenido la oportunidad de explicar porque los convocaba pero se alivio cuando ella terminó cediendo. 

Sabnock había sido más fácil de persuadir en cuanto escuchó ”-Azzmodeus se ha ido-”, había estado a punto de partir en su búsqueda en cuanto se enteró, habían sido estudiantes cercanos de Balam y se tenían cierta estima y le sorprendía más que el pelirosado fuera quien se hubiera marchado dejando solo a Iruma. En cuanto a Clara… Clara se encontraba a nada de no perdonar a Alice y culparlo de traición. 

Se levantó de su trono al frente de todos y en cuanto se dispuso a hablar la música callo y todos giraron a mirarle -Sean bienvenidos esta noche, disfruten de esta velada ya que es una noche especial en la cual las trece coronas se encuentran aquí reunidas después de tanto tiempo-. Alguien entre la multitud se disponía a interrumpir de aquel breve discurso cuando la mano de cierta demonio pelirroja le presionaba con fuerza el hombro, un acto simple pero que Iruma noto enseguida  -No se diga más alcemos nuestras copas y brindemos por esta velada- sonrió ampliamente como años atrás hacía de vez en cuando, solo aquellos que le eran cercanos conocían esa sonrisa. “-¡Salud!-” se escucho en todo el salón seguido de varios aplausos; bebió un poco de aquel líquido carmesí y se lo regreso a 

Clara quien devolvió ambas copas a un mesero. En cuanto la musica comenzo a tocar nuevamente dio la vuelta a su trono y desapareció a través de grandes cortinas que separaban aquel bello salón de un salón completamente distinto, una enorme mesa redonda con 12 sillas más una principal que resaltaba en magnificencia, era una habitación demasiado pulcra, blanca con detalles dorados, algo un tanto extraño entre los demonios que no gustaban tanto del blanco; una vez tomó su asiento a la cabeza con Clara a su Izquierda todos y cada unos de sus viejos amigos comenzaron a entrar sintiendo un escalofrío recorrer sus espaldas. Iruma no era alguien que resaltara por su seriedad y cuando cierta mirada fría y calculadora aparecia no sabían que esperar de él.

Una vez todos hubieran tomado sus lugares notaron la razón de aquella “Fiesta”  el asiento de la mano derecha del Rey se encontraba vacío Azzmodeus Alice no estaba ahí, algunos como Elisabetta, Lied, Agares y Garp les había parecido extraño no hab...

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Una vez todos hubieran tomado sus lugares notaron la razón de aquella “Fiesta”  el asiento de la mano derecha del Rey se encontraba vacío Azzmodeus Alice no estaba ahí, algunos como Elisabetta, Lied, Agares y Garp les había parecido extraño no haber visto anteriormente a Azz pero no pensaban que no estaría en una junta de las 13 coronas, la rubia se animó un poco -Iruma ¿Dónde está Azzmodeus?- 

Capriccio Di AmoreWhere stories live. Discover now