la era de los pecados placenteros

me queda mejor el papel de villana.✔️

•Capitulo 5•

-diría que porque está mal, pero sabes que no me importa... Aunque ¿Que beneficios le sacaríamos a esto?

Madison.

Me levanto en una cama ajena a la mía con un dolor punzante en la cabeza y en el resto del cuerpo.

-oh mierda- balbuceo apoyando mi cabeza en la suave almohada mientras mi celular repica.

Lo tomo y lo primero que escucho son los chillidos de mi hermana.

-¡¿Donde carajos estás?!- pregunta abrumada -¡deberíamos estar en la casa!

-ya bajo- me límite a decir mientras me levantaba de la cama.

Tenía un nido de pájaros por cabello y enrojecimientos por todo el cuerpo.

Gemido tras gemido, él abriendo mis piernas y explorando mi cuerpo sin compasión, como si lo hubiera hecho mil veces, como si supiera perfectamente dónde tocar para hacerme sentir exageradamente bien.

-umm carajo- jadeó centrada en mis propios pensamientos.

(...)

Baje encontrándome a Emma con unos lentes de sol gigantes que cubrían sus notorias ojeras.

-vamos, vamos- me apresura subiendome al taxi- con que Luke Anderson...

-¿Eh?

-¿Eh?- repite burlándose mientras pasa su pálido y largo dedo por el collar de cuero fino que está en mi cuello.

Mierda.

-Propiedad de Luke Anderson... Interesante. No sabía que te gustaba ese rollito de sumisión- aclara mientras se vuelve a acomodar en el asiento.

Me lo quito rápidamente mientras pienso en cuántas personas me pudieron haber visto con este estúpido collar de perro.

-Solo fue un juego, una tontería y yo tampoco sabía que me gustaba ese rollo- musite bajando cada vez más la voz.

Emma se bajó los lentes escéptica dejando ver esos hermosos ojos azules que por muchos años envidie.

-Si, si como tú digas.

(...)

Luego de una larga siesta reparadora me levanté para servirme un poco de cereal con forma de animales.

-No te lo tomes personal- le digo al pequeño elefante de maíz inflado mientras lo decapitó.

La puerta principal se abre y entra Cloe y Zac entre risas.

Ella me mira con desdén al igual que su acompañante y suben las escaleras sin decir más nada.

Pocos minutos después escucho gemidos y golpes secos... Uno tras otros y otro.

Emma baja con una cara de fastidio por las escaleras hasta la cocina. Se sube arriba del mesón de mármol y en un instante esa cara de fastidio se vuelve una de malicia.

-¿Que tienes en mente?- le pregunto antes de que pueda hablar.

-¿Porque no los grabamos?- inquiere con una inquietante sonrisa.

-diría que porque está mal, pero sabes que no me importa... Aunque ¿Que beneficios le sacaríamos a esto?

-Se lo podríamos mostrar a mamá y a Héctor para que la castiguen, hasta podríamos filtrarlo en el instituto como ella hizo con Laura- dice con esa mirada rencorosa que me hace tanta gracia.