Día 3: Viendo una película.

462 61 10
                                    

No era el mayor fan de ir al cine, la idea de compartir una sala a oscuras con una multitud no se le hacía muy atrayente, y menos si de ver una película se trataba; prefería mil veces hacerlo desde la comodidad de su cama.
Pero claro, por algo estaba allí, expectante a aquel estreno, y aquello solo podía ser por una cosa: Auron. Resultaba ser que aquel chico era un fanático de las películas, y eso conllevaba a que asistía dos por tres al cine para disfrutar una de aquellas. Le encontraba algo especial a estar allí, cosa que aunque él no comprendía o siquiera compartía, se encontraba ahí, junto a su novio.

Vamos, que no compartía el mismo entusiasmo que Raúl por la película de horror que se dejaba ver en pantalla, y sólo estaba allí por su pareja. Siempre era así, Auron iba por la película, y él por Auron.

Volteó a verle, notando como se llevaba a la boca un par de palomitas mientras parecía analizar el misterio que la película proponía, observando con atención cada detalle, pista e información que le fuese otorgada.

Sonrió, pues le causaba gracia el interés que le echaba a aquellas cosas, observando como fruncía su ceño, suponiendo que algo no le calzaba. Siempre hacía aquello; cuando un problema en lo que estuviera viendo era planteado, su cabeza empezaba a hilar todo como si de un detective se tratase. Amaba aquello de Raúl. Aunque le asustaba lo bueno que era en resolverlo. Esperaba nunca ocupar el lugar del sujeto a investigar.

—¿Sucede algo?—Interrogó por lo bajo, intentando ocultar cualquier pizca de gracia en su tono a la par que se acercaba un poco al cuerpo contrario.

Auron volteó a verle, sin quitar su cara de una confusión con toques de enfado ya habitual en aquellas situaciones.

—Es que no entiendo cómo coño le hizo para matar tanto en tan poco tiempo teniendo tantos problemas. Falta información.— Se quejó, con aquel tono de voz que solía utilizar en gritos, sólo que ahora susurrando. No sabía porque, pero le encontraba cierto encanto.

—Ya te la darán, tranquilo.— Le sonrió, acariciando su mano libre con suaves roces otorgados por su pulgar, siendo la mano que compartía consigo el posa-brazos. El cual levantó, sintiéndolo un estorbo innecesario, ademas de ayudándole a conseguir mayor cercanía con su pareja.

El más bajo le devolvió la sonrisa, volviendo su atención a la pantalla mientras continuaba con su bebida.

Claro que, él no podía concentrarse de igual forma, por lo que observó nuevamente el perfil del castaño, donde ya no había rastro de alguna molestia, llenándole sus adentros de satisfacción.

Agarró la mano de Raúl, llevándosela hasta su rostro para dejar un casto beso, colocándola ahora entrelazada junto a la suya, indicándole que se recostara en su hombro, cosa que hizo sin problemas.

Le daba gracia lo concentrado que podía llegar a estar, y decidiendo que no le molestaría más por el resto del transcurso de película, apoyó su cabeza sobre la otra al notarle ya cómodo sobre su hombro.

—Venga, descansa si quieres, luego te cuento la peli.— Sugirió viendo una escena poco interesante, sabiendo que Reborn no le prestaba atención a la pantalla. Era consciente de que nunca lo hacía, pero le agradecía el querer acompañarlo de todos modos.

Este sonrió, plantando un beso entre los cabellos del menor, cerrando sus ojos a la par que oía como Raúl disfrutaba de su aperitivo.

Ya verían la película en casa, donde Auron se sentiría un genio por ya saber la respuesta a todo el misterio, y Reborn disfrutaría de verle explicarlo como el buen detective que era.

𝐌𝐎𝐍𝐓𝐇 𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘. (Paused)Where stories live. Discover now