quien puede parecer el más apático de los omegas está esperando un cachorro y se convierte en una adorable masita al hablar del bebé que crece en su vientre.
› omegaverse : tete omega - kook alfa
› short-story. vocabulario vulgar, comf...
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Taehyung jamás fue un omega nervioso y mucho menos sumiso, ni siquiera cuando, en secundaria, un alfa dominante lo molestaba porque "era un omega muy feo". Aún así, ese día en específico podía sentir sus manos temblar de una manera sorprendente, no sabía que hacer, tan solo daba vueltas por la sala del pequeño departamento que compartía con su alfa.
— Maldita sea... — recogió su cabello hacia atrás en un gesto que delataba lo repentinamente asustado que lo puso esa tarde. — Lo arruinaste, feto.
Mordió su labio inferior temiendo la respuesta de todos su alrededor; de sus madres, de JiMin, sus demás amigos y, sobre todo, de Jungkook. Oh, ¿Qué dirá su Jungkook si se entera que por un descuido de ambos sus vidas probablemente quedarían completamente arruinadas?
Sin poder aguantarlo se echó a llorar pensando en su futuro. No se sentía del todo listo para cuidar un cachorro y asumir toda la responsabilidad que es necesaria. ¿Y si su alfa lo rechazaba? Decidió llamar a su mejor amigo, quien claramente le contestó algo alarmado debido a los débiles sollozos del moreno.
— ¿Tae? ¿Qué pasa? — preguntó el castaño preocupado.
— Y-Yo... JiMin, n-no sé... no sé, JiMin.
Lloró aún más fuerte, sentándose en el sofá de la sala estar para no perder el equilibrio.
La expresión preocupada de JiMin se hizo presente aún cuando el otro no podía verlo. — Tete, cálmate, ¿Qué sucede?
Después de unos segundos, cuando Taehyung estuvo más calmado se decidió a hablar.
— Me he sentido algo mal, c-con... síntomas de... em... barazo.
Y para ese momento la sonrisa dulce del castaño se abrió pasó en sus labios. Soltó entonces un sonido de afirmación, invitando al otro a continuar hablando.
Volvió a llorar desesperadamente, algo que confundió a JiMin. — ¿De qué hablas? Es lo mejor que te ha pasado en la vida, Kim, mira, piensa en que-
El sonido de las llaves abriendo la puerta del departamento alertó a Taehyung. Inmediatamente cortó la llamada con su amigo, limpió las lágrimas que corrían por sus mejillas lo mejor que pudo y sonrió en dirección a la puerta.
— ¡Jungkookie! ¿Qué haces aquí tan temprano?
El aroma a roble y café amargo inundó sus sentidos, aunque los tintes de preocupación en él hicieron que Taehyung frunciera su naricita.
— ¿Qué pasa, Taehyung? ¿Por qué estas triste? Pude sentirlo.
Rápidamente el alfa fue hasta su pareja, que lo miraba sorprendido, aparentemente era cierto que las emociones se compartían a través del lazo.
— E-eh, y-yo, yo... nada, alfa. — sus ojitos se aguaron nuevamente, llevándolo a seguir sus instintos y enterrar su nariz en el cuello del más alto, justamente donde se encontraba su glándula de olor.
— Kim Taehyung, ¿Qué sucede? — llevó las manos a la cintura de su omega, comenzando a olfatearlo y luego notando que había otro aroma además del de Taehyung, era el conocido aroma de vainilla y fresas, pero además estaba un olor como a... leche materna.
— ¿Amor? — tomó los hombros del moreno, obligándole a separarse de él para mirarlo a los ojos. — Confía en mi, dime por qué lloras o usaré la voz.
No le quedó otra opción.
— Ten-go, ten-dremos un ca-cahorrito, Jungkook... — volvió a llorar, esperando que el alfa lo regañara y decidiera terminar con todo. Sin embargó, no esperó que el pelinegro frente a él comenzará a llorar como él, aunque no había signos de tristeza en su aroma, era felicidad, una abrumadora y genuina felicidad.
— Taehyung, ah, Tete, esto es... perfecto. — el omega aún confundido dejó de llorar y aceptó gustoso el apasionado beso de su amado. Desde ese momento, el sentimiento de calidez invadió todo su cuerpo, sientiéndose tan alegre y lleno como nunca antes. ㅤ
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