Tres Deseos

Capítulo 12: El banquete (Parte 4)

— Haaa quería estar en el anonimato —dejó su máscara a un lado y mostró una sonrisa divertida.

Claudine inmediatamente fue con la castaña tomándola del cuello.

— ...hola —sonrió nerviosa.

— ¿Qué diablos estas haciendo? No hagas apuestas tontas —la sacudió.

— Pero Maya-chan acaba de ganar la partida —dijo Aijo.

La rubia la miró sorprendida.

— Así es, Saijo-sama, gané la apuesta por usted —mostró una sonrisa.

Aún así la rubia frunció el ceño— como sea, no metas las propiedades de Hanayagi-san en apuestas ajenas —reprochó soltándola.

Maya asintió— como usted diga —.

Akira se puso de pie en aquel momento— fue una excelente partida, no te preocupes que soy una persona de palabra y cumpliré con la apuesta —dijo mirando a Maya— tuviste suerte —.

Los demás afirmaron lo mismo, ya que no podían dar una mala imagen a los demás presentes.

— Saijo-san ¿Desea irse a casa en este momento? —preguntó la castaña poniéndose de pie.

— Sí, fue un día agotador —dijo tranquilizándose, después de todo Maya recuperó lo que apostó e incluso lo aumentó.

— Isurugi-san, lleva a Saijo-sama a casa, me encargaré de Hanayagi-san —le indicó.

Futaba asintió sin oponerse, ya que quería saber lo que hizo Claudine aquella tarde.

Maya se llevó a un lado a Kaoruko, quien se sintió aliviada de no perder una de las acciones de su familia.

— Más te vale que sea algo importante —se quejó puesto que esperaba ser consentida en casa.

— Lo es, necesito de alguien más, alguien confiable —.

— ¿Por o para? Prácticamente eres un fantasma —.

— No puedo exponerte a tanto, ni a Saijo-san —.

— Mmmmm ¿Qué tal Futaba? Es leal a Kuro-han —.

— Bien, tengo unos asuntos pendientes, así que regresarás a casa sola —.

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Una vez que Maya terminó de hacer "sus cosas", se topó con Akira.

— Sabes, presentía que asistirías hoy, ya que después de quitarte el prado 2 creí que lo querrías recuperar —.

— Creíste bien, mi madre me dejó aquel prado y no pienso perderlo por más apuestas que haga —aclaró en total calma.

— Supongo que sí, es lo único de valor que debes tener, es un gran privilegio para una guardaespaldas que vive de su jefa —la miró como menos— por cierto, sabias que Tendo Hiroshi quiere hacer un alianza con Fumi, se rumorea un compromiso —.

— Te aviso cuando me importe —dijo seria— la elite no me impresiona, solo son gente falsa y repudiable —.

Akira sonrió— como digas, esa gente falsa y repudiables están sobre ti, Saijo-sama es tu jefa después de todo —.