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Hablaron, claro que lo hicieron.

Jaemin nunca supo desde cuándo pero en verdad la necesidad de proteger a Donghyuck se había vuelto lo más importante para él, incluso llevaba todos esos días sin tomar fotografías de otra cosa que no fueran el chico que se había vuelto su universo, y porque estaba decidido a averiguar lo que pudiese por su cuenta.

Porque no era fácil, para nada.

Incluso discutieron un par de veces.

—¡Tú no entiendes cómo es tener mi vida, Jaemin, nunca lo entenderás!

Como la vez en que Jaemin se había puesto en mente adular a su rayo de sol hasta que se convenciera de lo que era: la perfección personificada.

Pero al parecer a Donghyuck no le gustaba escuchar que estaba lindo y que sería el mejor modelo del mundo si lo intentara...

—Donghyuck—Jaemin tocaba la puerta del nombrado con suavidad—. Por favor, sal de ahí.

Sentía su alma desgarrarse al escuchar cómo al otro lado de la puerta el otro lloraba, completamente solo.

—Donghyuck...

Y su voz también se quebró.

Ambos, aún separados por la puerta, se abrazaban a sí mismos esperando la calma que llegó primero para Donghyuck, quien fue lentamente a quitar el cerrojo.

Ni bien escuchó el click Jaemin se incorporó y abrió, para encontrarse con el chico aún mirando al suelo, sin decir nada.

Y sin decir nada lo abrazó.

Aun compartiendo el llanto Donghyuck comenzó a hablar.

—Lo siento. No debí haberte hablado así, no sé por qué lo hice... realmente no sé por qué.

—Sssh—respondió el otro suavemente acariciando su cabello—. ¿Realmente te molesta tanto que te diga esas cosas?

El otro asintió.

—No sé por qué, te lo juro—un hipido—, pero no puedo creérmelo. Lo siento.

—Donghyuck, no tienes por qué disculparte, está bien. Trataré de dejar de hacerlo, aunque quizá sea difícil para mí no decir lo que pienso.

Una pequeña risa de Donghyuck hizo que el día cobrara sentido nuevamente.

—Tengo que alistarme ya.

—¿Para qué?

—Dijiste que hoy iría al doctor, ¿cierto?

Jaemin abrió la boca, sorprendido, ¡lo había olvidado!

—¡Tienes razón! Espérame, yo también tengo que alistarme.

Donghyuck sonreía feliz al ver la torpeza con la que el chico salió corriendo de ahí, dispuesto a arreglarse para hacer lo mismo.

.-.-.-.

—¿Y te duele el estómago?

—Sí, últimamente bastante.

El doctor Kim suspiró mientras veía a los chicos.

—Esto es muy peligroso ya, Donghyuck. Aun así, me alegra que hayas decidido venir y reconocer que tienes un problema, eso no es fácil para nadie, eres un chico muy valiente.

Jaemin sintió cómo Donghyuck agarraba su mano con más fuerza, con hermoso un brillo de orgullo en los ojos.

—¿Cómo podría comenzar a curarme, doctor?

i (h)ate myself . nahyuck / hyuckminWhere stories live. Discover now