Cantante Dragón

Capítulo 1

Todo el cuerpo de Charlie Weasley estaba adolorido y no podía estar más feliz por eso.

Había estado en este trabajo toda una semana y le encantaba cada minuto, incluso el trabajo físico aburrido y mundano que a veces lo acompañaba. Su madre había llorado, oh, cómo había llorado, pero Charlie había amado a los dragones desde que era solo un niño y no había sido capaz de imaginarse haciendo otra cosa con su vida. Cuando el profesor Kettleburn lo recomendó a la reserva rumana, Charlie aprovechó la oportunidad con alegría.

"¿Sigues contento de haber venido hasta aquí, chico?" Preguntó Jacques, y golpeó a Charlie en la espalda, lo suficientemente fuerte como para que el robusto cuerpo de Charlie se balanceara un poco hacia adelante. Jacques había dirigido la reserva desde antes de que Charlie hubiera nacido, y se notaba en cada centímetro del cuerpo curtido del anciano. Tenía el pelo gris corto y áspero y una barba desaliñada, junto con un ojo gris brillante y vibrante que brillaba con entretenimiento en el mundo. Jacques era increíblemente ágil a la edad de ochenta años. También le faltaban dos dedos, una pierna y un ojo, todo aparentemente perdido en varias riñas con dragones que anidan en los últimos cuarenta años. A pesar de las lesiones, Charlie pensó que era increíble y esperaba verse la mitad de bien que cuando había estado trabajando en la reserva durante cuarenta años.

"Señor, no hay nada en este mundo que pueda hacer que me arrepienta de esto", dijo Charlie con una sonrisa honesta. Siempre tenía una sonrisa para Jacques. El hombre era tan cercano a un héroe como Charlie.

"Oh, sí señor," Anna intervino burlonamente mientras se sentaba frente a Charlie, su bandeja de comida golpeando la mesa con un ruido familiar que se mezclaba bien con el estruendo del comedor. Su largo cabello rojo estaba recogido en un moño apretado, lo que significaba que acababa de llegar de trabajar alrededor de uno de los dragones, y sus ojos azules se llenaron de risa. Charlie siempre la hacía reír, ya fuera accidentalmente o a propósito. "¡Vamos, Char, llámalo Jacques como el resto de nosotros!" ella reprendió con una sonrisa afable.

"Lo que sea", dijo Charlie poniendo los ojos en blanco. No podía evitarlo si estaba tan acostumbrado a llamar «señor» a las figuras de autoridad. De todos modos, no creía que hubiera nada malo con un poco de cortesía.

Jacques se echó a reír a carcajadas y le dio una palmada en la espalda a Charlie una vez más. Déjalo hacer lo que se sienta cómodo, Anna. Aprenderá pronto en ... -le cortó con bastante brusquedad.

Charlie se dio cuenta entonces de que todo el salón se había quedado en un silencio inquietante. Solo tuvo un momento para preguntarse qué había hecho que se cortara toda la conversación, y luego lo escuchó.

Había un sonido procedente del exterior, suave al principio, pero cada vez más fuerte. Un sonido como ... como cantar, se dio cuenta Charlie. Fue el sonido de los dragones en la reserva levantando sus voces en una canción inquietante, encantadora y triste que desgarró su corazón y lo llenó de dolor y envió escalofríos por su columna vertebral de una vez.

"Puede que fuera el viejo Benezza", dijo Anna en voz baja mientras la conversación en el comedor se reanudaba gradualmente. Pero Charlie no pudo evitar darse cuenta de que todo parecía mucho más sosegado de lo que había sido, y ¿cómo podría no serlo? Ese sonido espeluznante no se había detenido.

"¿Qué ... qué es eso?" Preguntó Charlie, más que un poco inquieto por el ruido del exterior. Nadie parecía como si fuera a hablar sobre ese ruido inquietante, y quería respuestas con bastante desesperación.

"¿No has oído hablar de Dragon Singers, chico?" Preguntó Jacques, luego sacudió su vieja cabeza canosa. "No importa. No me sorprende que no lo haya hecho, especialmente con la forma en que ustedes, los magos británicos, miran con desprecio a la lengua pársel en general. Son algo que siempre pensé que era un mito hasta que obtuvimos nuestro propio Singer ".