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Cuarenta y ocho días.

Mi madre entró a mi habitación a la madrugada. Hablamos durante horas y ella entendió, finalmente, que no estaba enfermo, que no tenía ningún problema psicológico, entendió que yo seguía siendo el mismo Wooyoung y también entendió que estaba enamorado de ti, San.

Me prometió que no volvería a juzgarme y que me apoyaría siempre, mi corazón se llenó de felicidad, por fin las cosas estaban saliendo bien.

En la tarde fuí a casa de Yeji para contarle la buena noticia, no esperaba encontrarte ahí sentado en su sofá, cuando me viste le dirigiste una mirada de pánico y ella te miró de la misma forma. Yeji dijo que Mingi llegaría pronto por ti y mi corazón volvió a romperse un poco.

Él sería un gran obstáculo en mi plan de recuperarte, por lo que sabía, era un gran chico, muy amable y apuesto, además te trataba como lo merecías, como un príncipe.

Mientras Yeji y yo hablábamos el timbre sonó, era Mingi.

Entró y la saludó con una gran sonrisa, ella me hizo una seña para que me metiera al baño pero fue demasiado tarde, en cuanto me vio corrió hacia mí y me hubiera golpeado de no ser porque Yeji lo detuvo, no sé qué tenía esa chica que todos le teníamos miedo.

Saliste de la sala y abrazaste a Mingi para calmarlo, se notaba que estabas incómodo con la situación, de hecho, yo también lo estaba, te despediste de nosotros y te fuiste con él, dejándome con un vacío en mi corazón.

Look At Me || WoosanWhere stories live. Discover now