¡Esto es el Adiós!

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Tul sabía que necesitaba ayuda, después de la conversación que mantuvo con Hin pudo darse cuenta de su actitud, pero si de verdad quería cambiar sabía que acudir al psicólogo era su única salida, al fin y al cabo se lo había prometido a Hin.

Al día siguiente tenía su primera cita con su psicólogo. Para Tul fue un poco incómodo al principio compartir todo aquello que venía guardando desde que era un niño, sin darse cuenta le habló de muchísimas cosas, de cuan doloroso había sido para él que su abuela lo despreciara, la poco o nula atención que le prestaban sus padres.

Empezó a acudir todos los días a ese lugar, conforme pasaba el tiempo se percató que se hacía más fácil expresar todo aquello que había reprimido durante años. Además, también entendió que todo lo que le había sucedido en el pasado era la fuente de sus inseguridades pero que no por ello estuvo bien su actuar, para con su hermano Tin pero sobre todo para con Hin.

El psicólogo le hizo comprender que el amor no tiene que doler, que cuando estás seguro de tus sentimientos no debe haber dudas, que es inevitable no sentir celos pero desaparecen cuando estamos plenamente seguros que la otra persona no te va a fallar. y en el supuesto que se hagan más y más presentes, no hay mejor cosa que hablar directamente con la persona para comunicar todo lo que te perturba.

Al mismo tiempo Tul, dejaba pequeños presentes a Hin, Tul quería que pase muy rápido el tiempo pero por fin comprendió que todo es cuestión de tiempo, que su cambio no iba a darse de la noche a la mañana y que es mejor ir de a poco pero seguro.

Tres meses después...

Tul estaba súper nervioso, el tiempo que le pidió Hin había terminado, lo citó en su casa, no quiso invitarlo a un restaurante porque había demasiadas cosas que tenían que hablar, no sabía cuanto tardarían y no quería que en un momento importante fueran interrumpidos.

Tenía miedo, porque no sabía si Hin podría comprobar si había cambiado, no quería perderlo nuevamente, por una única vez en su vida, deseo ser Feliz para siempre, sin tretas, sin celos, sin el sentido de posesión con el que antes había tratado a Hin, solo que fueran una pareja normal, que sale, se divierte pero sobre todo se ama.

Pensaba tantas cosas hasta que escuchó el timbre Ding Dong.

Tul: ufff, es hora!

En cuanto abrió la puerta y vio a Hin se dio cuenta que estaba más guapo de lo que alguna vez recordaba, tan radiante, tan tierno y estaba ahí para él.

Tul: Hola

Hin: Hola

Tul lo invitó a pasar, tomó asiento en su sofá.

Hin:¿ cómo has estado Tul?

Tul: bien Hin y tú?

Hin: muy bien, ¿ cómo te fue con el psicólogo?

Tul: escucha Hin iré al grano, perdóname! Fui un completo idiota, durante este tiempo que fui a terapia me di cuenta de lo inseguro que siempre he sido, nunca pude ver al hombre más noble del mundo a mi lado, solo pude lamentarlo cuando ya no estuviste junto a mi, siempre te impuse todos mis deseos.

Jamás pensé en ti de la forma en que debería haberlo hecho, nunca pude apreciar lo valioso que eras al apoyarme en todos los sentidos, fuiste tú quien tuvo que aguantarme en las peores facetas.

Lo siento..., esto último lo dijo en un susurro.

Hin lo miró extrañado y con un suspiro respondió:

Hin: Tul, te amo de verdad pero nuestro amor fue muy tóxico, me llevó mucho tiempo entenderlo, creía que sacrificarme por el bien de nuestra relación era lo correcto, pero como bien sabes eso me llevó al abismo, fue muy duro comprender esto que te estoy diciendo.

Yo te lo dije en el hotel y te lo digo ahora, te perdono!

No necesitamos más muros entre nosotros, pero creo que ... mmm..., debemos alejarnos, tú tienes muchos planes en tu vida, un status que mantener y creo que yo no encajo en tu vida.

esto lo dijo con una media sonrisa.

Para Tul, su mundo se le venía encima, se sentía destrozado, aunque su psicólogo le dijo que no tuviera sus expectativas muy altas en cuanto a lo que podía pasar con Hin, pero dolía, entendía a la perfección las palabras de Hin, solo que era difícil aceptarlo.

Hin: Tul, solo vine a decirte que me voy del país, y por favor no quiero que me vigiles, ni me sigas, si de verdad me amas o me amaste alguna vez, espero puedas respetarme aunque sea esta única vez.

Tul: ir...irte del país?, ¿ por qué?,¿ creí que podríamos estar juntos de nuevo, no era así?

Hin: Tul, dijiste que fuiste a terapia pero parece que tus palabras no concuerdan con tus acciones, tus guardaespaldas siguen ahí, aun me vigilas no?

Tul: yo, no espera no es lo que parece, en este mismo instante lo arreglaré!

La verdad es que Tul lo había olvidado por completo, porque tuvo que olvidarse de algo tan importante, era obvio que Hin no iba a poder confiar nunca más en él.

Tul: quiero que dejen de vigilar a Hin, ahora!

Tul: lo ves, asunto arreglado perdóname Hin pero yo en verdad he cambiado.

Hin: Basta Tul, tus disculpas no sirven de nada si lo único que haces es con tus acciones demostrarme lo contrario!

Como te dije me voy del país y espero que podamos cortar por lo sano!

Tul estaba llorando, se sentía mal consigo mismo, creyó que Hin lo perdonaría así de fácil pero no imaginó que su estúpidas decisiones le harían pagar muy caro.

Hin: Ojalá que sigas yendo al psicólogo, por ti no por nadie más! Espero que de verdad puedas cambiar, si es nuestro destino estar juntos, algún día nos volveremos a encontrar.

Adiós Tul...

Se acercó lentamente a Tul y lo besó, pero Tul estaba demasiado aturdido para reaccionar cuando Hin estaba a punto de irse lo abrazó por detrás.

Tul: Hin, por favor no me dejes,puedo demostrarte que he cambiado, dame una oportunidad más sí?, si no lo logro te dejaré libre por siempre, qué dices?

Hin: vuelves a anteponer tus sentimientos por sobre los míos?. acaso, mis deseos no cuentan?

No has cambiado nada Tul, lo mejor es no vernos más!

Que seas Feliz!

Hin se había ido, Tul estaba arrodillado mientras sus lágrimas caían.







Tin y Can "¿por qué no te abres para mi?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora