22. Una realización

1.2K 124 39
                                    

-Y eso es lo que ha ocurrido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Y eso es lo que ha ocurrido... -dije, explicándole a Martha mi conversación con Julie y evitando la confesión.

Al principio de mi explicación, Martha parecía visiblemente tensa, pero se fue relajando conforme avanzaba.

-Por un momento, pensé que habías hecho alguna tontería de las tuyas... Pero me alegro que Julie se haya ido para visitar a su familia.

-¡Pues yo no!

Me mordí el labio al darme cuenta de lo infantil que había sonado y decidí dejar el asunto pasar.

Hacía dos días que Julie se había ido y ya la echaba de menos.

Me despertaba cada mañana, con un extraño vacío en mi corazón que no conseguía explicar.

Contaba los días para que volviera y las noches me parecían interminables. Aún así, deseaba que estuviera disfrutando de sus bien merecidas vacaciones.

-Gracias a Dios que has vuelto pronto... Gwenda, la nueva criada, es horrible. Sus comidas siempre saben amargas y su sonrisa es... intoxicante. Además, tiene un acento extraño y siempre tiene que repetir todo lo que dice dos veces. Y como no está Julie, no puedo hablar con nadie...

Vivir con Gwenda había sido una verdadera pesadilla.

Supe que mi tía debía de encontrar a una nueva criada que además supiera cocinar. Pero sin duda, aquella mujer había sido la peor opción.

Había intentado empezar una conversación con ella, pero había sido prácticamente imposible.

Cuando sus ojos gélidos se posaban sobre mí, un escalofrío recorría todo mi cuerpo y me sentía obligada a apartar la mirada o me congelaría en el acto. Tan solo deseaba que volviera Martha, pero ni siquiera sabía si mi tía le daría otra oportunidad o nos quedaríamos con Gwenda.

-¿Y Rudy? -preguntó casualmente.

-Larga historia...

Mi tono de voz fue de absoluta tristeza y estuve segura de que Martha lo había notado, pero no preguntó nada más.

La amistad entre Rudy y yo había quedado estancada.

Había intentado hablar con él, incluso había ido a su casa, pero nunca estaba presente.

Me encontraba perdida, sin saber qué hacer.

Desde pequeña, Rudy había sido mi refugio y los dos nos buscábamos cuando teníamos problemas.

Mi cabeza estaba a punto de explotar, pero Rudy no se encontraba por ningún lado.

¿Cuál es la cura para un corazón roto?

Probablemente verme de nuevo no y por eso me está evitando. Pero duele en niveles que jamás pensé posibles.

«Es justo lo que mi madre solía decir... No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.»

Miel de una mujer ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora