Quinto Capítulo

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Después de ese día, la vida de Ray siguió más o menos igual. Una vez a la  semana bajaba al sótano e iba a la sala 81194. Allí siempre le esperaba una persona de la que debía obtener información. Esto llevaba pasando tres semanas ya. Salir ni se le había pasado por la cabeza.

Se pasaba los días entrenando, torturando e investigando. Y le gustaba esa rutina. Pero ese día en la cena, Norman le preguntó algo extraño.

- ¿Tienes planes esta noche? - preguntó el albino.

- Sabes que no, ¿por qué?

- Genial, porque ahora sí los tienes. Hoy cenamos juntos en la terraza de mi habitación. Solos. ¿Qué me dices?- le dedicó una sonrisa coqueta.

- Pues digo que sí. ¿Qué tan formal es la "cena"? - preguntó poniendo énfasis en la palabra cena.

- Mejor ponte algo medio formal, pero asegúrate de que sea fácil de poner y quitar. - el rostro de Ray se volvió tan rojo que parecía un tomate.

- B-bien, entonces nos vemos esta noche a las...

- Nueve en punto.

- ... a las nueve en punto. Adiós. - y subió corriendo las escaleras hasta su cuarto. Ahí se tiró bocabajo sobre la cama y empezó a gritar en la almohada como una colegiala enamorada.

¡Cómo para no estar feliz! Norman le había pedido una cita con altas probabilidades de hacer el frutifantástico al final. No podía evitar estar completamente emocionado.

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A las nueve en punto un golpe se oyó en la puerta de Norman. Aunque no se notase, Norman también estaba bastante nervioso por su cita. Nunca antes había hecho algo así. Normalmente las citas se las pedían a él y no viceversa.

Del traje que había llevado durante el día se había quedado con la camisa con los primeros botones desabrochados, sus pantalones color negro, su cinturón y sus mocasines.

Al oír el golpe fue a la puerta y la abrió. Ahí, en el umbral estaba Ray con su pelo bien peinado y una camisa y unos pantalones de traje azul oscuro. Iban bastante parecidos, pero realmente no les importaba.

Una mesa estaba impecablemente preparada en la terraza de la habitación. Dos copas de vino tinto, dos platos con sus respectivos cubiertos, sus servilletas y un jarrón con rosas en el medio de la mesa.

Podían apreciar perfectamente el cielo. La cena pasó tranquila, entre charlas, risas y mucho, mucho coqueteo. Había toques leves por debajo de la mesa y comentarios que harían que cualquiera se sonrojase hasta la médula.

Pero después de pasar un mes juntos ambos conteniéndose, ninguno de los dos estaba a favor de tardar mucho más en llegar al dormitorio. La oportunidad perfecta se mostró y Norman no dudó en aprovecharla.

- Estoy muy cansado- dijo Ray- la espalda me está matando.

- ¿Quieres que te dé un masaje a ver si te sientes mejor?

- Me parece bien, pero hazlo dentro, que está empezando a refrescar.

- Bien entonces, siéntate en la cama. - Ray obedeció al instante y se sentó al borde de la cama. - Norman se posicionó detrás suyo de rodillas, con una pierna a cada lado de las caderas de Ray. - Mejor quítate la camisa. Es mejor no tener tela en medio cuando te están dando un masaje, ¿no crees?

- Sí, tienes razón- con toda la vergüenza fuera y la excitación dentro, quitarse la camisa le pareció una idea soberbia. Más piel que Norman podría tocar a su gusto.

- Muy bien- dijo Norman, admirando la preciosa espalda del que pronto estaría arañando la suya- voy a empezar- Ray asintió.

Sintió una mano bajando por su espalda hasta que llegó a la cintura de sus pantalones. Sus manos pasearon por todas sus caderas, tocando tanto como podía. Subió sus manos por el pecho de Ray hasta llegar a sus pezones. Pequeños jadeos y gemidos ocasionales escapaban de su boca.

Y entonces la boca de Norman atacó su cuello sin previo aviso. Besos húmedos que definitivamente dejarían chupetones muy marcados y muy visibles. Al final no pudo aguantar más y se dejó caer al placer.

- N-norman, ngh- consiguió articular a duras penas- D-déjame darme la vuelta, te q-quiero, ngh, besar. -al oír eso, el albino volteó al azabache hasta que estaba sentado en su regazo. Sus bocas chocaron al instante. Y empezó una guerra que Norman ganó. Tenía a Ray completamente bajo su control.

Las prendas de ropa en seguida sobraron y fueron cayendo al suelo una por una. Cuando ambos quedaron desnudos, se miraron. Al llegar a la entrepierna de Norman, los ojos de Ray se abrieron mucho. Lo único que podía pensar era: " Esa monstruosidad no va a caber dentro de mí "

Norman pareció adivinar lo que Ray estaba pensando y sonrió. La sonrisa más sexy y seductora que Ray había visto en su vida. En ese momento habría pagado para que le diera con todo hasta que no pudiese caminar, aunque no haría falta.

- No te preocupes- le susurró con una voz ronca en la oreja- te prepararé muy bien. - ¿Cómo alguien podía ser tan atractivo? Buena pregunta.

Le puso a cuatro con la cara en la almohada y le empezó a preparar lentamente. Un dedo y sintió un poco de placer, dos dedos y los gemidos empezaban a oírse más y más alto, tres dedos y Ray ya no se molestaba en intentar contener los sonidos que hacía, para deleite de Norman.

- N-norman- gimió Ray con esfuerzo- Date prisa y métela.

- Lo que tu me ordenes,cariño- esta última palabra, el apodo que le había dado, hizo que se estremeciera.

Alineó su miembro con la entrada de Ray y sin más preámbulos la metió de una estocada. Un grito de una mezcla de placer y dolor salió de la garganta de Ray sin que él lo pudiese parar.

- ¿Te duele mucho? - preguntó Norman.

- No... ngh... Solo dame un... Ah... tiempo para que me... ngh... acostumbre.

Mientras Ray se acostumbraba, Norman se dedicó a besar su espalda t dejarle numerosos chupetones en su cuello y espalda. Muchos y muy notables.

- Ya puedes moverte...

Norman empezó dando embestidas lentas para ir subiendo el ritmo poco a poco. Los gemidos resonaban por las paredes de la habitación. Mientras Norman embestía a Ray, masturbaba su miembro a la par de sus embestidas.

- Es-estoy cerca... m-me voy a venir...

- Yo también, Ray...

Al rato ambos acabaron, uno en la mano del albino y el otro dentro de Ray.

- ¿Otra ronda? - preguntó Norman. Ray le sonrió pícaramente

- Podría aguantar toda la noche.

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Aquí está el lemmon. Es el primero que escribo, pero no será el último 7w7.

Amoxicina (Norray) (Mafia AU) [TERMINADA]Where stories live. Discover now