Capítulo 1.

49 5 0
                                    


1."Un deseo a una estrella fugaz

Me desperté temprano con el sonido de los pájaros cantar

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Me desperté temprano con el sonido de los pájaros cantar. La verdad es que era de esas pocas veces en las que me despertaba temprano, y de buen humor.

Me gustaba estudiar e ir al instituto. Porque siempre era de esas personas que le buscaban el lado positivo a cada pequeño y diminuto detalle de la vida.

Incluso las cosas que cualquier adolescente de mi edad detestaría, yo hacía lo posible para amarla.

Llamenme bicho raro, o lo que quieran. Pero, realmente no le veo el lado malo a querer amar algo que te sirve para el día de mañana.

Estudiar era aprender algo nuevo, que me serviría para no quedar como una ignorante en cualquier lado, y además como si no sabría si todo lo que me decían era verdad o no.

Antes tenía que prepararme y la verdad es que ni por asomo era de esas personas que desaprovechan las oportunidades que se les presenta en la vida.

Hice mi cama cogiendo unas sabanas blancas limpias, y colocando colocándolas por cada filo de la cama hasta que quedase impoluta.

Después tomé la manta azul marina y envolví mi cama con ella.

**

Salgo de casa y me monto en el coche. Conduzco hasta llegar al instituto, encontrándome con un enorme tráfico por el camino. Hay mucha gente acumulada en el aparcamiento, ya que están parados al lado de un coche rojo y descapotable. Observo para ver con claridad de quién se trata y me llevo una sorpresa, cuándo veo a Olivia, Rain y Michael entre el grupo de los populares.

¿Qué hacían ellos ahí? Acaso, ¿en verano se habían hecho amigos de ellos?

Aparco el coche con cuidado de no chocar con nadie, y abro la puerta para bajarme. Una vez lo hago la cierro dando un portazo.

Pero, hay un charco justo a mi lado que hace que me empape las botas de agua.

Mierda.

—Que mala suerte—digo entredientes. Me miro las botas y bendigo a los Dioses por haberme puesto las de agua, en vez de las de cuero.

—¿Tan tempranito dando la nota, Jones?—pregunta una voz masculina que no tardo en reconocer.

Me doy la vuelta y veo a mi estupido vecino, observandome con un cigarro entre sus labios.

—¿Tan temprano fumando, Dawson?—pregunto cruzandome de brazos y mirándole desafiante.

—Yo te he preguntado antes. —se queja quitando el cigarro de su boca.

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Mar 12 ⏰

Adaugă această povestire la Biblioteca ta pentru a primi notificări despre capitolele noi!

A Través De Las Estrellas ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum