ꜱᴇᴠᴇɴᴛᴇᴇɴ

1.7K 99 32
                                    

.

.

.

.
Diecisiete. Diecisiete años estaba por cumplir la próxima semana de Julio, no estaba para nada emocionado, era solo un día normal como cualquier otro para él pecoso. Suspiro por el recordatorio y solo continuó escribiendo en el pequeño libró; en este mismo anotaba las pequeñas ideas para canciones, le fascinaba la música pero por culpa de su padre la odio en parte ya que estuvo casi obligado a tomar cursos, luego de su fallecimiento solo volvía a ello para expresarse.

ㅡhijo...la comida ya esta, ¿no quieres venir a comer?ㅡ soltó su madre la cual estaba apoyada sobre el borde de madera de la puerta. El pecoso dio un pequeño salto junto a un ligero escalofrío recorriendo todo su cuerpo.

ㅡmadre...me asustas. Pues claro, ahora iré.ㅡ contesto para dejar de escribir en la libreta, su madre solo le brindo una amigable sonrisa mientras ambos se dirijan a la primera planta ya que allí estaba la cocina. Un dulce aroma llego a las fosas nasales del adolescente, su madre había hecho su platillo favorito. Ambos comenzaron a comer mientras su madre buscaba las palabras correctas para iniciar la conversación.

ㅡIzuku...tengo algo que decirte.ㅡ dijo la mujer, el menor solo lo observa mientras asiente con sus mejillas llenas de comida.ㅡbueno... primero es que Yagi llegara tarde esta noche y mañana por la mañana vendrá un amigo de él a pasar un tiempo aquí con nosotros.ㅡ ah... pues claro, ahora su madre estaba en una relación con un gran rubio, Izuku lo considera como un padre, ya que este mismo cumplió más papel que su estúpido progenitor.

ㅡesta bien...¿sabes el nombre del hombre que estará con nosotros?ㅡ preguntó curioso mientras continuaba comiendo.

ㅡla verdad no lo recuerdo, pero lo conocí, es un buen hombre... un poco frío y callado pero te sorprenderá.ㅡ ¿sorprenderá? Era extraño, no le había dado mucha información para hacerse ideas sobre el hombre, ¿solo quedara esperar?

Al terminar de comer, ambos se levantaron mientras el pecoso subía a la habitación, deseaba estar en su casa pero estaba obligado a estar allí, no quería dejar sola a su madre, por más que no lo esté, también quería salir de vacaciones y respirar aire puro de la buena naturaleza de Italia. Sí, el pecoso estaba en Italia gracias al buen sueldo y trabajo de papa Yagi.

Sin mas remedio, se lanzó a la cual seria su respectiva cama matrimonial, un suspiro salió para luego cerrar sus ojos y descansar plácidamente. Mientras tanto, luego de varios minutos, un delgado rubio entró a la casa silenciosamente para no despertar a nadie, al entrar a la habitación donde duerme junto a su mujer. Este pudo ver que esta tenia una expresión de asombro al verlo, la había asustado.

ㅡya eh vuelto, cariño.ㅡ dijo mientras se retiraba algunas prendas.

ㅡlo eh notado, cariño. ¿Dónde estabas?ㅡ preguntó curiosa, no le había dado una explicación de su ausencia.

ㅡbueno, lamento no haberte informado pero es sobre el pequeño trabajo que estoy haciendo aquí.ㅡ confeso, su contraria suspiro al escucharlo.

ㅡdijiste que no ibas a trabajar mientras estábamos de vocaciones en este lugar.ㅡ reclamó la mujer.

ㅡlo se, lo se, cariño.ㅡ dijo metiéndose en la cama para estar a la par y besar su mejilla.ㅡ pero esto es un pasatiempo, por ello vendrá mi buen amigo mañana, vamos a estar investigado y observando algunas obras mientras también él tomara vacaciones, Aizawa vive trabajando y necesita respiros.ㅡ rio mientras se acomodaba entre las sabanas. Lentamente comenzó a besar a la mujer, esta estaba sonrojada por el tacto que estaba recibiendo hasta notar donde estaba yendo la situación.

•✧• ᴀɪᴢᴀᴡᴀ ꜱʜᴏᴛᴀ × ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜ •✧•Where stories live. Discover now