Capítulo 1

197 22 28
                                    

La discoteca se encontraba a rebosar de gente esa noche, la mayoría no pasaban de los treinta años, sonaban las típicas canciones de reggaeton antiguo que todos adoraban bailar. Juan Magan, Don Omar y Daddy Yankee eran sin duda los favoritos. Una inmensa mayoría portaban un vaso en la mano y no hacía falta ser ingeniero para darse cuenta que el contenido era puro alcohol. Otros simplemente tenían sexo en algún rincón oscuro, ni siquiera se tomaban la molestia de ir al baño o a algún otro lugar.

Cyara dejó escapar un suspiro mientras miraba alrededor y se repetía una y otra vez que ese no era su sitio, bien es cierto que había salido un par de veces de fiesta con sus amigas en veces anteriores pero nunca antes lo había hecho sola.

¿Qué se esperaba? ¿Qué estaba buscando?

Dejó que su culo se acomodara en el taburete y apoyó sus codos en la barra, un camarero no tardó en acercarse para tomar su orden.

-No soy una experta en alcohol, así que puedes ponerme lo que sea.- se encogió de hombros, esa era una mentira a medias pues su madre tenía un bar y se sabía casi de memoria todos los tipos de licores, aún así no pasaba de ser teoría ya que no acostumbraba a beber este tipo de líquidos.

El tipo asintió en su dirección y un par de minutos después dejó un vaso frente a ella, esta le sonrió con amabilidad antes de llevárselo a los labios.

-Póngame lo mismo.- dijo una voz a su lado, la rubia la miró con curiosidad y esta le devolvió la mirada pero de una forma coqueta-. Buenas noches, nena... Soy Freya pero tú puedes llamarme como quieras.

Le fue inevitable reír, eso había sonado como la típica frase que se usaba para ligar.

-No voy a llamarte de otra forma porque me encanta tu nombre.- le dejó claro-. Yo soy Cyara.

-Tu nombre es hermoso, pero no me sorprende, tú también lo eres.- dijo guiñándole un ojo.

-Puedo decir lo mismo de ti.- murmuró divertida mientras soltaba una risa.

La conversación no tardó demasiado en volverse fluida, sin duda alguna tenían algo que las conectaba de alguna forma u otra. No solo la conversación fluía sino también los tragos, no hasta el punto de estar borrachas pero si donde se te sale la risa tonta y empiezas a replantearte toda tu vida de una forma muy filosófica.

-¡Vamos a bailar!- exclamó la morena tirando por Cyara hasta la pista de baile en donde ya había al menos veinte o treinta personas bailando.


Daddy Yankee sonaba por los altavoces y retumbaba en todo el local, el tema parecía ser uno de los favoritos de las personas porque lo cantaban a pleno pulmón mientras se movían al mismo ritmo que marcaba la música.

-¡Lo que pasó, pasó... Entre tú y yo!- cantaron al unísono mientras sacudían sus caderas con sensualidad y energía.

Eran conscientes de que más de uno se las estaba comiendo con la mirada pero no le tomaron ninguna importancia, estaban en esa burbuja en donde solo existían ellas, su baile, su canción y su momento.

-Para encontrarnos medio borrachas todavía bailamos bastante bien.- murmuró Freya burlona-. Debí de sacarte a bailar mucho antes, ¿no lo crees?

-Si lo hubieras hecho antes no habría tenido la valentía de aceptar.- le hizo saber-. Aunque la borrachera no me afecta a las piernas sino a la lengua, siento que me pesa dentro del paladar.

-Ugh, eso sí que es una desgracia... Le habríamos dado muchísima utilidad.- comentó negando con la cabeza.

-¿Que habríamos qué?- cuestionó desconcertada, no sabía si había sido ella la que escuchó mal o si realmente Freya acababa de decir eso, claramente con un doble sentido.

EllipsismUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum