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Desde el puente pudimos ver la figura de Fushiguro bajando entre los árboles, empezamos a caminar y se escuchaba que él estaba hablando con alguien, al parecer llamó a Nitta.
Sin hacer ruido bajamos, y a una cierta distancia lo empezamos a seguir, él caminaba calmado y de la nada se detuvo. Era momento de hacer nuestro debut.
- Siempre nos ocultas demasiado.- dijo Nobara.
- Hasta (N) nos cuenta cosas.- dijo Yuuji.
- No me gustaría ser como el señor misterio.- dije burlonamente. Un quejido salió de su boca.
- Estabas tan desesperado que ni siquiera nos contaste.- dijo Kugisaki.
- Tampoco te obligaremos a qué nos cuentes todo.- dijo Yuuji.
- Sólo debes confiar más en nosotros.- dije suspirando.
- Somos amigos, ¿No?.- exclamó Itadori. Megumi se quedó en silencio por unos segundos.
- Tsumiki, está en cama, la maldición del puente sólo se manifiesta en sus víctimas, ella no puede comunicarse así que no se que pasará, así que debo exorcizarla.- dijo en un tono decaído.
- Si, si, ya entendimos.- dijo Nobara.
- ¿Tanto te costaba contarnos?.- preguntó Itadori alejándose un poco con Nobara. Miré a Fushiguro cabizbajo.
- A veces en necesario amortiguar las preocupaciones, tranquilo, nosotros te ayudaremos y Tsumiki-san estará bien.- dije dándole una mirada de apoyo, él asintió con una pequeña sonrisa.
Caminamos hasta llegar al riachuelo, cruzarlo sería abrirnos paso en esa barrera, apenas pisamos se desplegó un área innata llena de maldiciones, cuando una pasó corriendo a nuestro lado.
- ¿Qué?, ¿Apareció uno antes?.- chilló la maldición viéndonos.
- Fushiguro, ese no tiene nada que ver, ¿verdad?.- preguntó Itadori.
- Si.- respondió Megumi.
- Entonces yo me encargo de este y ustedes de los demás.- dijo Yuuji acumulando energía en sus puños.
Itadori peleaba contra la Maldición, pero al parecer era de un grado alto, ya que le hizo poco daño, Nobara y yo nos encargamos de unas maldiciones que parecían topos. Nos acercamos a Megumi.
- ¿Seguiremos jugando a golpear el topo?.- preguntó Nobara.
- Si.- respondió Megumi.
- Parece que son infinitos, no veo que disminuyan.- dije.
