*América Heller*
Cuando escuché sonar el timbre tenía varias hipótesis sobre quién podría ser. Ansiaba que fueran mis padres diciendo que no me podían dejar sola, o mis amigas que habíamos pasado todas las navidades juntas y esta no sería la excepción, o el repartidor de pizzas con mi pedido, esta opción sería la más obvia.
Nunca imaginé que sería el arrogante Nathan Wiles, alias Satanás y mi dolor de cabeza últimamente, pero de alguna manera sentía que no podría haber sido mejor.
– Creo que tienes serios problemas alimenticios.–
Dijo mientras exhalaba el humo de su cigarro y miraba con desprecio y algo de asco a la que había sido mi comida en los últimos dos días.
– Eso no es problema tuyo. ¿Qué haces aquí?.–
– ¿Hace cuánto no te bañas?.–
Era tan engreído. Aunque esa era una buena pregunta, que no le respondería.
– No es tu problema. Vete de mi casa o llamaré a mi padre.–
Apagó su cigarrillo en un cartón de pizzas y se levantó. Era realmente alto... y realmente sexy. Caminó hasta estar muy cerca.
– Puedes llamarlo, no me importa.–
– Lo haré, si no te vas ten por seguro que lo llamaré.–
– Si quieres lo llamo yo, ¡Hola señor Heller!, ¡Señor Heller estoy "acosando" a su hija!.–
Este chico a veces me asustaba. Y esta era una de ellas.
– Oh no viene. Seguro está dormido ¿no?.–
– No. Estoy sola vale, todos me han dejado esta navidad ¿Ya estás feliz?.–
Se sentó en el asiento y me miró divertido.
– Ya lo sabía, despistada.–
– ¿Eh?.–
Cogió un pedazo de pizza y se disponía a comerlo, pero mi corazón no me permitía ser mala.
– No comas eso, es de tres días.–
Rápidamente lo puso donde mismo estaba.
– Así que, ¿No has comido nada saludable en tres días?.–
– Nope.–
– Vas a engordar, toda esa azúcar hace daño y lo sabes.–
– Lo sé. Pero....–
– ¿Pero?.–
– Pero no sé cocinar.–
Me sentía avergonzada e inútil.
– Es tu día de suerte.–
– ¿Por?.–
– Porque además de que estoy aquí, sé cocinar.–
Estaba loco si creía que iba a dejar que tocara los preciados utensilios de cocina de mi madre.
– ¿Y?, no vas a cocinar si es lo que estás pensando.–
– ¿Confías en mí?.–
No. Pero tenía hambre.
– Sí.–
Se levantó.
– Perfecto. Date una ducha y cuando bajes te deleitaré con mi habilidad culinaria.–
– Creído, estoy segura que no sabes cocinar tan bien como dices.–
– Ya verás. Tú solo relájate.–
![](https://img.wattpad.com/cover/250863784-288-k533578.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Déjà Vu
Teen Fiction¿En qué momento de la vida te das cuenta de que robar el coche del hermano de tu amiga está mal? Pues es en el mismo momento en que te das cuenta de que harías eso y más por el chico nuevo de ojos verdes que te roba el aliento y por el que sientes...