CAPÍTULO 4

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Después de ese día se encontraba constantemente con las mew mew que le insistían para que se uniera a ellas, cosa que claramente le ponía los pelos de punta a Nathaniel, ya que no soportaba la idea de que la estuvieran persiguiendo, sobre todo desde que recobró sus recuerdos. Al salir de la escuela sintió que estaba siendo observada, así que caminó cada vez más rápido esperando que no fueran otra vez esas "fastidiosas" mew mew; al dar la vuelta se encontró con un hombre de mayor edad que la tomó de los hombros y no dejaba de mirarla con una expresión asquerosa.

Nathaniel: ¡¿Quién es usted?!

Dijo alterada mientras intentaba zafarse del agarre de aquel hombre de gran tamaño.

Hombre: No te preocupes señorita, no sería capaz de lastimar a una jovencita tan bonita, prometo ser gent-

Antes de que terminara de hablar fue golpeado por quien parecía ser Ryo, el chico rubio del café mew mew de pésimo carácter.

Ryo: No debería comportarse de esa manera rata asquerosa.

Luego de dejar a ese sujeto realmente herido se acercó a Nathaniel para asegurarse de que se encontraba en buen estado, aunque antes de que pudiera decir algo, ella completamente molesta empezó a hablar.

Nathaniel: ¡Y aún así quieres salvar a estos seres tan desagradables! ¡¿Piensan que el mundo realmente los necesita?!

Se encontraba molesta, pero también nerviosa, su voz no dejaba de temblar y unas lágrimas estaban a punto de salir de sus ojos, nunca antes había pasado por una situación tan repugnante en su vida; se dirigió a donde Ryo y le agradeció cortésmente mientras sus manos seguían temblando.

Ryo: ¿Te gustaría venir al café? Te ves algo pálida...

Era extraño, lo que recordaba de ese chico era su tono sarcástico y molesto, pero esto era una persona completamente diferente, había dulzura en su hablar...

Nathaniel: No me pedirán que...me una a ustedes, ¿O si?

Ryo: Este no es un buen lugar para hablar, vámonos antes de que llegue alguien.

Ya en el café, logró calmarse un poco mientras las chicas hablaban entre susurros detrás de ella.

Keiichiro: Ryo me contó lo que pasó, ¿Ya estás mejor?

Nathaniel: Si...

Keiichiro: Entiendo que aún estés en shock, pero, ¿Podrías decirnos la razón por la que deseas la extinción de la raza humana?

Nathaniel: No puedo aunque quisiera...(Si les digo que soy una sirena podría convertirme en burbujas...no quiero eso).

Keiichiro: Entiendo, no te voy a presionar.

Nathaniel: Les agradezco mucho que me hayan ayudado, sobre todo tú Ryo, ahora si me disculpan voy a volver a casa.

Ryo: Te acompaño.

Nathaniel: No es necesario, en serio...

Ryo: Vamos.

Mientras caminaban a la casa de Nathaniel se produjo un gran silencio incómodo entre ellos, hasta que Ryo decidió romper el hielo.

Ryo: ¿No te has sentido extraña?

Nathaniel: ¿Extraña en qué sentido?

Ryo: Quiero decir...al unirte con el ADN de un animal puedes experimentar comportamientos inusuales.

Nathaniel: Así que era eso...por alguna razón mis reflejos han mejorado y constantemente aparecen cosas que no son de mi propiedad en mis cosas.

Ryo: Los zorros son conocidos por su astucia al momento de escapar entre otras cosas, pero eso de que aparezcan cosas que no son tuyas es algo extraño, a pesar de su apariencia, el Zorro de Darwin es un animal indefenso.

Nathaniel: ¿Quieres decir que tomo las cosas a propósito?

Fulmino con la mirada a Ryo, quien puso sus manos como signo de negación y siguió hablando.

Ryo: Los zorros al igual que todos los animales, actúan instintivamente, probablemente esto te haga tomar cosas inconscientemente ya que algo en ti está buscando algo.

Nathaniel: ¿A qué te refieres?

Ryo: De casualidad ¿no habrás perdido algo? 

Nathaniel: Si hubiera perdido algo sin duda lo recorda-

Quedó en silencio un rato, mientras se tocaba el cuello...algo faltaba.

Nathaniel: Mi perla...

Dijo en voz baja mientras miraba por todos lados como si la buscara.

Ryo: Al parecer tenía razón...¿Que te parece si hacemos un trato?

Nathaniel: ¿Qué tipo de trato?

Ryo: En el laboratorio tenemos muchos artefactos de búsqueda, te ayudaremos a encontrar lo que perdiste, y en su lugar, te uniras a las mew mew.

Nathaniel: Nada me garantiza de que sí lo van a buscar.

Ryo: Puedes estar segura de que lo haremos...además por parte también es mi culpa por lanzar aquel rayo que te cayó.

Nathaniel: Me...parece bien..

A pesar de odiar a los humanos, por alguna razón sentía que podía confiar en él y en Keiichiro, aunque eso del laboratorio no le causaba buena espina.

Nathaniel: (Si perdí la perla hace dos años no tendré oportunidad alguna de encontrarla yo sola, y menos si no puedo volver a mi forma original, en cuanto la encuentren, me iré a mi hogar...así solo hayan ruinas en el)

Pensó mientras volvía a retomar el paso, al rato llegaron a la casa y Nathaniel se despidió de Ryo.
Al llegar, entró al baño estilo sauna que había en la casa para bañarse.

Al salir, rezó y se dirigió a su cuarto, fue un día muy agotador, de paso se sintió un poco hipócrita, hace unos días le había dicho a Kisshu que los ayudaría e incluso le habló sobre como mataron a su madre (obviamente omitiendo lo de ser una sir...

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Al salir, rezó y se dirigió a su cuarto, fue un día muy agotador, de paso se sintió un poco hipócrita, hace unos días le había dicho a Kisshu que los ayudaría e incluso le habló sobre como mataron a su madre (obviamente omitiendo lo de ser una sirena).
Antes de dormir, cantó la canción de los 7 mares...canción que no había olvidado durante dos años, y que a pesar de haber perdido su perla, la cantaba perfectamente.

Kisshu, quien pasaba volando por el lugar pensando a qué persona podría convertir en quimera animal, se sorprendió al escuchar tan bella voz, miró a sus alrededores pero no encontró a la persona que la cantaba.

Tan diferentes pero iguales ~Kisshu y tú~ (Cancelada Temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora