Capítulo 4. La Realidad

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Todo había sido un sueño más; eso fue lo que pensó después de escuchar la famosa voz que la hacía despertar cada vez, por poco creía que todo lo que estaba pasando era real, pero todo fue un simple sueño… ¿o no?
—oh, hola, pensé… nada—dijo la chica un poco decepcionada
—pensaste que era otra persona ¿verdad?— dijo el chico alto.
—sí, pero no importa—
—¿cómo a Jackson?—soltó él con un poco de disgusto.
—¿qué? No, no me refería a él, pero ya mejor me levanto— estaba confundida por su comportamiento
—¿pudiste dormir bien?—preguntó el chico amablemente.
—la verdad si, al parecer no tuve ningún sueño, no recuerdo nada— dijo ella con tristeza.
—Bien. Cámbiate y junta cosas que te hagan falta, nos iremos, llevo comida para el camino—dijo el chico mientras salía de la habitación.
—¿cuál es su problema?— se preguntó la chica cuando se había ido.
Los tres salieron juntos en busca de la famosa amiga de Jackson, aunque no lo dijeran no tenían la misma misión, cada quien tenía su propio camino.
El trayecto fue largo y silencioso, ella en su mente iba pensando en todo lo que había pasado, pero entre más tiempo pasaba se daba cuenta de que no recordaba lo que había pasado antes de encontrarse con Jackson y fue ahí cuando supo que todo lo que ella llamaba “su vida real” era simplemente un sueño y cómo todos, lo fue olvidando poco a poco.
La tarde estaba lluviosa y aproximadamente eran las 4 de la tarde, las calles estaban solas y silenciosas, faltaba poco para que llegarán a un río que debían cruzar. Se detuvieron para comer un poco y planear a donde iban a llegar para buscar.
—James, cuéntame algo de ti—dijo la chica, sentándose un lado de él.
Los dos estaban solos por un momento ya que Jackson estaba muy ocupado del otro lado del puente para ver a donde podían detenerse a buscar.
—a todo esto, ¿cómo te llamas?—preguntó el chico.
—la verdad es que no lo recuerdo, si todo lo que dicen es verdad, entonces no se nada sobre mi, además de que ya no recuerdo nada— dijo ella algo desanimada.
—soy británico, bueno, la verdad es que nunca he estado allá pero mis padres son de ahí, toda mi vida he vivido aquí en los ángeles—menciono él.
—la verdad es que si tienes pinta de ser británico, tienes ese toque atractivo – dijo entre risas
—Si, claro— estaba un poco tímido
—está bien no me creas, sígueme contando—dijo ella.
—fui agente del gobierno por 3 años, pero debido a una falta que hice me despidieron, pero 1 año después regrese como soldado—
—¿cuántos años tienes?—preguntó ella
—26… en realidad me faltan unos días para cumplirlos—
—¿tienes hermanos o hermanas?—siguió ella
—mmm… no, no tengo, soy hijo único—sé creo un silencio incómodo.
—¿alguna pareja… relación amorosa? O historia de amor— interrumpió ella
—Esas son muchas preguntas, de verdad te interesa saber tanto sobre mi— dijo un poco burlón —No nos conocemos y probablemente no nos volvamos a ver, así que no se porque te interesa saber cosas personales, de igual forma te irás—
Ella quedó en total silencio, procesando las palabras que él le había dicho, sinceramente eso la lastimó y se sintió mal por ser tan desesperada al querer conocerlo, sintió que no debió de hacer esas preguntas.
—tienes razón, no debería de interesar conocerte, ni siquiera a Jackson. —dice ella de una forma seca y se levanta.
—espera, no… —La toma de la muñeca.
—no, tienes razón, sólo quería agradecerte por salvarme aquella noche, es todo lo que tengo por decir— lo interrumpe mientras se zafa bruscamente del agarre.
Ella se marcha de aquel lugar y se va hasta el otro lado del puente en busca de un sitio solo para perder tiempo.
—vaya que si eres un idiota para tratar con mujeres— dice una voz detrás de él
—déjame en paz, no te interesa— dijo el chico.
—amigo, ella solo se acercó a ti para una platica tranquila, no sabemos por lo que pasa—se sienta Jackson a su lado.
James se queda en silencio viendo el piso, solo respiraba pesado como si sus pensamientos lo estuvieran ahogando
—ella te gusta ¿verdad?—interrumpe el chico a su lado
—claro que no, ni siquiera la conozco, no se ni su nombre— aclaro James
—tienes razón, pero debes admitir que es linda— suelta el otro mientras voltea a buscarla.
Se crea un silencio incómodo y los dos notan algo extraño, se levantan exaltados.
—¿dónde está?—
—se había ido en esa dirección, donde estabas al principio— dice el ex soldado
—¡demonios James! Tenemos que buscarla—
Los dos se van juntos a buscarla durante dos horas, la búsqueda se vuelve difícil ya que comenzó a llover y no podían gritar su nombre; en primer lugar no lo sabían y también podían llamar la atención de los soldados.
—no puede ser, ¿cómo mierda se pudo haber desaparecido?— reniega 
—es absurdo que huyera por lo que le dije—
—no la culpes, además pudo haberle pasado algo malo—
—ya le dimos la vuelta a dos cuadras, no la perdimos de vista mucho tiempo como para irse tan lejos—
—debe estar por aquí o… se la llevaron—
Ambos se voltean a ver preocupados y se detienen en la pared de una tienda que estaba cerca, se quedan reflexionando y observando el lugar, la lluvia cada vez era mas fuerte y el frío se podía sentir hasta los huesos.
—debe estar muerta de frío—
—creo que si fui muy duro con ella, no debí decirle eso—dice con tristeza.
—vamos, nos quedaremos en ese edificio, la buscaremos cuando se calme la lluvia— le dice mientras toma su hombro.
Entraron a un gran edificio que estaba frente a ellos y subieron con cautela hasta casi la mitad de los pisos, se quedaron en unas de las oficinas y adentro comenzaron a dar vueltas cerca de las ventanas para que la altura les favoreciera y poder ver mejor las calles.
—¿crees que pueda estar en ese edificio?— pregunta Jackson apuntándolo
—no creo, revisé las entradas y no parecía que estaban forzadas, además no había huellas húmedas por la lluvia— se acerca James a él.
Horas antes la chica se encontraba caminando pensando en qué James tenía razón, no tienen porqué importarles la vida de ella ni tampoco involucrarse, así que decidió regresar y comportarse a la altura de la situación, solo centrarse en saber la verdad de su origen y solucionar este problema. Cuando iba de regreso sintió cómo alguien la tomó de sorpresa y como todo se ponía más borroso hasta al fin quedarse desmayada.
—¿te encuentras bien?—
—¿dónde estoy?— dice apenas abriendo los ojos.
—lamento hacerte eso, pero no tenía opción, pudiste hacerme algo—
Ella levanta la mirada y poco a poco su vista se aclara para dejar ver a un chico muy alto con aspecto asiático, muy parecido a Jackson.
—¿quién eres? ¿Por qué me trajiste aquí?—Mira a su alrededor y nota que está en un cuarto.
—soy uno de los guardianes de la cápsula. Me llamó 0800— dice el chico acercando su mano a la chica.
—¿Ese es tu nombre?—
—Bueno, ese fue el que se me asignó, pero no he tenido uno real como acostumbran—
—¿cuál es el tuyo?— preguntó el chico.
—yo… no tengo alguno, no lo recuerdo—
—ya veo, creo que debiste pasar mucho tiempo dormida—
—La verdad no sé que tanto, pero ¿cómo es que tu recuerdas?—
—no es que recuerde algo, la verdad no tuve una vida que recordar, solo lo que se me dijo. Fui creado por la empresa—
—¿qué? Jackson dijo que ninguna de las creaciones se logró—
—él es un mentiroso en muchos sentidos, de hecho, fue uno de los portadores a mi creación—
—¿qué otras cosas me habrá ocultado?—dice ella con confusión y enojo.
—descuida, por eso te traje conmigo, se que no era la mejor manera pero no tenía opción—
—cuéntame todo lo que sepas—dice ella mientras se sienta
—no se tanto como crees, me dijeron la misma historia de los guardianes, pero solo dos éramos creados por ellos, solo uno, que tengo entendido es la otra chica, es una de la descendiente de los originales—
—¿quieres decir que yo soy una creación de ellos?
—sí, aunque me parece extraño que no sepas nada de esto, tal vez aún no estabas lista y paso todo esto—
—¿cómo despertamos?—
—no lo sé, sólo las cápsulas se abrieron, yo no supe nada de lo que había pasado hasta que te seguí al hospital—
—¿me seguiste todo este tiempo?—
—Yo siempre estuve ahí aunque no me miraras, tengo la habilidad de modificar lo que veo y toco, pero nada más allá de eso, por eso es que se todo lo que pasaste—
—¿por qué no te acercaste con nosotros si no tenías malas intenciones?—dijo ella mientras retrocedía un paso
—no me arriesgaría a que mi creador me reconociera—
—¿él es malo?—
—toda su familia lo es, él es hijo de los dueños de la empresa, no es un simple ayudante de laboratorio—
Ella se queda en silencio procesando lo que él chico misterioso le acaba de decir.
—lo mejor es que te alejes de ellos, escuche como te trato el soldado, no vale la pena seguir ahí—
—si me quedo contigo ¿me ayudaras?—dice ella
—juntos encontraremos la forma de salir de aquí, encontraremos a la otra chica antes que ellos y el gobierno la encuentre, entre los tres podemos cambiar todo esto— le afirma el chico
—está bien, confió en ti, no me decepciones—
Los dos se quedaron en el edificio que sin darse cuenta estaba a unas cuadras de donde los otros chicos se encontraban, solo era cuestión de si el destino quería que ella fuera encontrada por ellos.
—ya paró de llover, tenemos que salir y seguir buscando— dice James.
—está bien vayamos—
Salieron del edificio en busca de la chica, pero la verdadera pregunta era si tenían en mente buscar a la misma, tal vez alguien estaba pensando en cambiar de plan. Pasaron horas y ya faltaba poco para llegar al primer cuartel de soldados para poder revisar.
—James, amigo… creo que tenemos que parar—
—¿de qué hablas? Ya casi llegamos, camina—
—no, espera…habló de que ya no deberíamos de buscarla—
—¿estas demente? ¡Ella te salvo la vida!—
—mi deuda ha sido pagada, ya no le debo nada, además hay otra persona a la que espero encontrar—
—ese fue tu plan todo este tiempo—dice un poco decepcionado
—Y no te mentí respecto a eso, pero ya no tiene caso buscar a alguien que no vale la pena, ella es otra persona más, una secuela de guardianes que simplemente quedó, no es un peligro y no tiene importancia—
—pensé que te agradaba o le tenías importancia—
—si me agrada, pero no me importa lo suficiente como para desviar mi búsqueda—
James se queda pensando unos segundos en silencio para poder tomar la mejor decisión —lo siento, pero creo que es mejor que aquí nos separemos—
—James, piénsalo bien, no es seguro que estemos separados—
—olvídalo, no compartimos el mismo interés, es mejor que cada quien vaya a su paso—
—Está bien, no voy a discutir por eso—
Jackson saca varios tubos de fierro de su bolsillo y se las da a James sin decir nada
—¿Qué es esto?—
—Son EW, úsalos para qué me avises si la encuentras o necesitas ayuda. ¿Sabes cómo usarlos?—
—sí, nos daban algo parecido en las misiones—
—Suerte en encontrarla—
James solo asienta con la cabeza y se queda un momento pensando, sabía que Jackson no encontraría a quien buscaba.
Ambos se despiden y toman caminos diferentes, en busca de dos chicas que tal vez no querían ser encontradas o no lo necesitaban, pero James sentía la necesidad de ir con ella, era una sensación que no lo dejaba tranquilo, podía ser algo de curiosidad o misterio, pero lo que sentía Jackson por la otra chica era más fuerte que eso, él buscaba aclarar sus sentimientos y saber que ella lo esperaba de la misma forma.

Por otro lado, los dos guardines recién reunidos empezaban su aventura sin saber que alguien más los buscaba. Salieron del edificio y al contrario de los otros su búsqueda comenzó en donde ellos habían nacido, donde literalmente todo inició y sabían que ahí podían encontrar respuestas para  responder sus miles de preguntas.
—creo que debería de ponerte un nombre mejor— dice ella.
—¿qué nombre se te ocurre?—
—no lo sé, ¿cómo te gustaría llamarte?—
—Hagamos algo, tú me pones un nombre y yo a ti—
—me parece lo justo— dice ella
Se quedaron pensativos mientras caminaban lentamente, parecía que el nombrarse era una competencia de vida o muerte entre ellos, él que dijera el nombre más impresionante ganaba.
—¿qué te parece Alec?— sugiere ella
—creo que es bueno, es corto y fácil de recordar— dice un poco pensativo
—sí, creo que Alec se escucha bien—
—veamos, ¿qué te parece Sara?—dice el chico.
—me parece perfecto, al fin tenemos un nombre— dice ella entre risas
—bueno, nueva bautizada, hemos llegado—
Ambos se detienen frente aquel edificio tan grande, era una de las empresas que conectaban con la más grande de todas, que era donde ellos se encontraban en el principio. Entraron en busca de algún tipo de información que les fuera útil para armar un poco del rompecabezas mental que tenían.
—¿encontraste algo?— dice el chico
—nada útil, sólo papeleo administrativo, cuentas y esas cosas— dice ella mientras tira los papeles
—creo que esta es la parte que solo maneja lo económico de la empresa y no se como entrar a los otros pisos—dice un poco decepcionado
—¿qué tal si nos quedamos aquí? Por mientras que pasa la noche—sugiere ella
—si, tienes razón, aun es peligroso salir de noche—
Se dirigen a un pequeño almacén para mantenerse ocultos de cualquiera que pudiera aparecer mientras ellos descansaban. Ambos se observan, ella lo hace de vez en cuando despistadamente como cualquier otra chica que tiene a alguien atractivo frente a sus ojos, pero él no era despistado y la observaba como si quisiera descifrar sus ojos, como si quisiera abrir esa gran ventana y dejar escapar toda esa presión que guardaba.
—¿crees algún día enamorarte?— pregunta él sin dejar de verla
—eso no es justo, me estás preguntando lo mismo que yo a esos chicos solo porque nos escuchaste… es vergonzoso—dice mientras se encoge entre sus piernas y evita su mirada.
—tranquila, yo no te voy a juzgar, a mi si me interesa saber—
—no creo que de alguna forma nosotros sepamos lo que es el amor. Entre más pasa el tiempo menos se lo que es ese sentimiento— dice ella regresando su mirada
—yo sí espero algún día sentirlo. Desde que me crearon, mis ganas de vivir crecían cada vez más— dijo él
—¿duraste mucho tiempo despierto, cómo para interesarte por la vida?—
—lo suficiente para la curiosidad. Cuando ellos intentaban descubrir mis habilidades yo observaba como Jackson pasaba todos los días viendo la capsula de esa chica, esa esperanza de algún día poder estar con ella, esas ganas de querer estar con alguien es algo que quiero experimentar en mi vida—
—no creo que deje de buscarla y de verdad espero que algún día la encuentre—dijo ella con sinceridad
—aunque espero que sea después que nosotros— dicen él entre risas
—Tienes razón—ella le sonríe.
—Sara, te prometo que vamos a descubrir tus habilidades y yo estaré para ayudarte—
—Gracias, descansa… Alec— sé dan una sonrisa.
Pasan unas horas y ambos se encuentran dormidos, solo se escuchaba el ruido de su respiración y los dientes de la chica por el frío que comenzó a sentirse en la madrugada. Él se despertó por el ruido que hacía inconscientemente y aunque sintió la necesidad de acercarse a ella, solo tomó su muñeca y le transmitió calor, alterando el ambiente en el que se encontraba, tuvo que quedarse así con ella para que pudiera dormir; la observó y de alguna forma lo tranquilizaba, le brindaba paz y esa sensación extraña que desconocía, podía sentir su pureza y eso era el mejor tranquilizante que había sentido.
Después de unos minutos escucharon un estruendo, la chica se despertó de golpe y miró como la tenía agarrada de la muñeca pero no le causó ningún sentimiento de incomodidad ni se le hizo extraño, simplemente lo vio con esos ojos que reflejaban temor y a los segundos se escucharon pasos, se levantaron de golpe y salieron para ver lo que pasaba, pero cuando vieron la sombra de alguien acercándose, Alec la tomó de sorpresa y la abrazo cubriéndole la boca, quedaban invisibles para la persona que se acercara a ellos, ambos podían sentir los latidos de sus corazones de tan cerca y asustados que estaban; miraron al pasillo y miraron de quien se trataba
—¿James?—dijo ella
Al momento de separarse del chico ambos se hicieron visibles y le dieron un gran susto al ex soldado e hizo que les lanzará con una de las navajas, pero gracias a los reflejos de Alec evitó que atravesará la frente de Sara.
—¡idiota casi me matas!— grito ella
—¿cómo hiciste eso? Y ¿quién es él?—dijo el chico asustado
—él es Alec, uno de los guardianes de las cápsulas—
—¿cómo lo encontraste?— dijo James
—De hecho yo la encontré a ella—
—Y me secuestro—dijo con sarcasmo 
—No te secuestre cómo tal, simplemente era precaución— dijo Alec con una sonrisa
—Disculpa, pero mientras tu te diviertes con un desconocido pase horas buscándote, pensé que te había pasado algo malo—dijo James un poco molesto
—ahora sí te interesa algo de mi, que estupidez… hablando de estúpidos, ¿dónde está Jackson?—
—Nos separamos, al parecer el tiene la idea de buscar a alguien más—
—¿No se interesó en buscarme?—preguntó un poco decepcionada
—Si te buscó, pero decidió que su prioridad no eras tú—dijo lo más frío que pudo
—Bien, tenemos que irnos ya para hacer esto rápido— dijo ella y se alejo de ahí para salir antes dejándolos atrás
—Tan delicado como una flor— se refirió Alec al chico y fue tras Sara.
James se quedó parado unos segundos y soltó un suspiró pesado, los siguió quedando unos pasos atrás. El camino fue silencioso, hacían algunas paradas para descansar, pero Alec podía notar la tristeza que transmitía la chica después de saber aquella noticia, aún no comprendía como es que le dolía tanto si ni siquiera lo conocía lo suficiente como para sentir algo, entonces ese pensamiento lo estaba agobiando, más bien le daba curiosidad. Por otro lado el chico ex soldado estaba considerando el hecho de alejarse de ellos y mejor irse del país como las demás personas, en fin de cuentas él no tenía nada que ver en la situación ni con las personas que iban frente a él, pero el sentimiento de protección que tenía con la chica lo ponía en duda y por eso seguía dando esos pasos largos y pesados, su cerebro le pedía irse pero su corazón seguía caminando por él.
Caminaron durante horas, esta vez no hicieron ninguna parada, les apresuraba llegar a su destino y encontrar respuestas. Llegaron y todo estaba justo como antes, ella no recordaba nada del lugar, era terreno nuevo, pero Alec sabía perfectamente a dónde ir y los dirigió al lugar de las cápsulas.
—Algo está mal—dijo Alec
—¿de qué hablas?— dijeron al unísono los otros dos chicos.
—están abiertas las 3 cápsulas—
—Claro, porque éramos 3 guardianes— dijo ella
—no, a la chica que busca Jackson no la tenían en estas cápsulas, ella estaba resguardada en el sótano—
—¿por qué la tenían ahí?— preguntó james
—El gobierno exigió que hubiera 3 proyectos de guardianes para poder comenzar a beneficiarlos, pero no querían involucrar a la chica por asuntos personales de los dueños de la empresa, entonces hicieron una fachada poniendo ésta capsula junto con nosotros y para que fuera más real pusieron a uno de los experimentos fallidos… un guardián que nunca reaccionó—
—no estoy entendiendo nada— dijo el otro chico
—James, te prometo que después te cuento todo, pero por mientras debes de saber que lo que nos contó Jackson fue mentira— ella lo toma de los hombros y habla de forma muy tranquila
—quiere decir que probablemente la chica que Jackson busca aún debe estar en el sótano—
Los tres abrieron los ojos sorprendidos y siguieron a Alec hasta el donde se suponía que estaba la chica, puso su huella y las puertas se abrieron lentamente, bajaron en silencio y las luces se prendieron automáticamente dejando ver al final una cápsula cerrada, el cuarto era demasiado frío; Alec desactivo el proceso de invernación para poder descubrir a la persona que estaba dentro, el líquido empezó a salir por los tubos y las puertas se abrieron dejando ver a una chica alta, que parecía ser mayor a Sara, tenía su cabello muy oscuro y corto, a la altura de los hombros, su piel era muy pálida, casi transparente y su respiración se volvía cada vez más agitada.
—apártense, no será ella misma por un rato— dijo Alec mientras tomaba del brazo a Sara.
La chica abre los ojos de golpe y sale rápidamente de la cápsula, su mirada es fría, el agua escurría por todo su rostro y cuerpo, iba dejando huellas descalzas a cada paso, fue directamente para atacar a los chicos, ambos se pusieron frente a Sara para protegerla pero la chica los tomó y los lanzó a la pared, Sara no sabía cómo reaccionar, así que la otra la tomó del cuello haciendo que se levantará varios centímetros del suelo y mientras sentía cómo el aire se iba cortando poco a poco, algo en ella se despertó, sintió cómo si la electricidad recorriera todo su cuerpo hasta la punta de los dedos de la mano y su reacción fue poner su mano en la frente de su atacante, ambas se quedaron estáticas y cayeron después de unos segundos; justo en aquel cuarto había cuatro personas inconscientes después del gran encuentro

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