¿Y si Nefertari hubiera apoyado a Moisés?
Pienso que si Nefertari (la que conocimos en la serie) hubiera existido, hubiera estado al lado de Moisés en todo momento...
Desde niña, a pesar de su madre, elegía a Moisés, a pesar de Ramsés, elegía a Moi...
Por azares del destino, o por la providencia, Moisés aún estaba en palacio, sin sospechar lo que estaba sucediendo.
Nefertari se encontraba en el harén aún con los pensamientos tan confusos y dispersos como estrellas, con las cuales no se pueden formar constelaciones.
Moisés estaba a punto de entrar al harén pero fue interceptado por Ikeni.
-Príncipe- dijo Ikeni
-¿Si Ikeni?
-Me pidió que le recordara que esta mañana lo acompañaría
-Tienes razón, gracias Ikeni.
Moisés se quedó parado en la puerta del harén, buscó con la vista a Nefertari y se quedó por un instante viendo a su bella prometida, Nefertari estaba de espaldas con una expresión de angustia, pero Moisés no lo notó.
Moisés sonrió, pensando que por la tarde al regresar, vería a su prometida y podrían hablar, pero la realidad era que pasarían muchas cosas antes de volverse a ver.
-Vamos- dijo Moisés
Ikeni asintió.
Nefertari sintió la mirada de alguien a su espalda y volteó.
-¿Moisés?- dijo casi en un susurro
Pero sólo logró ver la silueta de alguien. Moisés se había ido.
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Moisés fue con su familia hebrea, para hablar con ellos y en especial con Aarón, y después a las obras con su padre, donde descubrió con desconcierto que ya sabían acerca de su crimen.
Su padre le aconsejó abandonar las obras, caminaron hacia donde Aarón y él habían enterrado el cuerpo y en efecto no estaba.
-¡Fue aquí! -exclamó Moisés- Aquí fue donde enterramos el cuerpo, pero ya lo descubrieron.
-¿Cómo se enteraron que fuiste tú el que mató a ese hombre?- preguntó Amram
-No sé, sólo estábamos Aaron y yo.
-¿A alguien del palacio se lo contaste?
-No -Moisés pensó en Nefertari y descartó la idea rápidamente, luego pensó en Ramsés- bueno sí, pero esa persona nunca me entregaría.
Amram alzó la mirada.
-Moisés -dijo él- ¿Ese de ahí no es Ramsés?
-No tengas miedo papá.
Ramsés apresuró el paso hasta estar frente a Moisés.
-Suerte que te encontré antes que los demás. El rey ya lo sabe.
-Me imagino que sí. Lo que no entiendo es como el rey lo supo tan rápido, sólo te lo conté a ti, Ramsés. Y de repente el reino entero ya sabe que el príncipe Hebreo mató a un Egipcio.
