21 II

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Segunda parte del capítulo 21.

Anteriormente: "—Están debajo del muérdago —hablé

Se miraron entre sí, la tradición era simple. Tenían que besarse. "

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Y yo quería ver ese beso

Pero la maldita Farey Reynolds siempre encontraba la quinta pata al gato y lo beso.

Lo beso en el cachete y sigo su camino hacia donde estaba sentada antes. Maldita inteligente de mierda.

Suspiró todo lo que tenía dentro de mi.

El cumpleaños de Ader estaba por terminar y siempre era la misma discusión interna conmigo misma, nunca sabía si era correcto mandarle el simple mensaje con dos palabras o ni siquiera mandarle nada. Y al final las palabras de Ciro se reproducen en mi mente "Es tu hermano, podría haber hecho lo que hizo pero no deja de serlo. Tu eres mejor que eso y debes hacérselo saber."

Sin más rodeos tecleo dos palabras "Feliz cumpleaños" y se lo envío.

Cerré los ojos con fuerza por unos cortos segundos, por la ventana podía observar como una fina capa de nieve cubría el bosque, el suelo y las casas. Si prestaba atención podía escuchar a las personas festejando en sus hogares con su familia.

—¿Lo hiciste, no? —Farey estaba a mi lado sin mirarme

Ella conocía perfectamente la relación que tenía con mi familia y más con Ader.

—Si —respondí luego de unos minutos en silencio

—Si estuviera en tu lugar no podría hacer eso —sonrió de lado

—Lo sé —rodé los ojos—, tú estarías diciendo lo mierda que es y quizás dándole algún golpe

—No quizás, se los estaría dando —aseguró

Negué despacio.

—Sonríe, te ves más guapa cuando lo haces —paso un brazo por encima de mis hombros

—Tú también te ves más guapa sonriendo —la observó y rodó los ojos—, además vas dejando a más de uno flechado

—Ya empezaste —sacó su brazo de mis hombros

—No e dicho nada —alcé las manos en señal de paz

—Vamos o nos perderemos los fuegos artificiales —tomo mi mano y caminamos hasta donde estaban los demás

—¿Cuánto falta? —pregunté

—Unos cinco minutos —Chania habló dejando su telefonía sobre la mesa

—¿Cómo estás? —Ciro susurró sobre mi oído causando un escalofrío en mi cuerpo

—Bien —sonrió tranquilizandolo

—Te amo, ¿lo sabes? —tomo mi rostro entre sus manos haciendo que me perdiera en su clara mirada

—Y yo a ti —asentí despacio

Sonrió mostrando sus dientes blancos, su sonrisa fue lo primero que me enamoró.

Nuestros labios se unieron en un beso con tanto amor que me hacía derretir.

Me corrijo, sus labios fueron lo primero en enamorarme.

—¡Hey no coman frente a los pobres! —Fary exclamó haciendo que nos separemos

Alce mis cejas en su dirección como si no hubiera escuchado eso.

Tuviste la oportunidad de comer y dejar de ser pobre perra, no la aprovechaste y no es mi problema.

Mis Elegidos | #VD1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora