Capítulo 6

80 4 4
                                    

Nathan

—Empieza idiota—me contesta el pitufo que tengo delante. Sonrío ligeramente, no conseguirá nada, mi capacidad de concentración es increíblemente buena y no va a ser una niñata quien termine con ella. Continúo haciendo los ejercicios mientras que ella trata de molestarme sin ningún tipo de resultado. Veo como frunce el ceño debido a la falta de resultados y sonrío aún más mientras prosigo con el ejercicio. De repente, noto como se acerca a mí, la miro confundido, sin decir nada, mientras observo sus movimientos. Se mueve lentamente hasta que está lo suficientemente cerca de mí y se sienta cuidadosamente en una de mis piernas. Me tenso ante sus acciones, mientras que se va acercando aún más a mi oído y susurra—No lo haces mal, idiota, pero seguro que hay cosas que haces mil veces mejor—dice a la vez que se levanta con un movimiento exagerado causando mi perdida de equilibrio y caída.

Mierda.

Escucho como el entrenador la felicita, al igual que sus risas exageradas.

—Bien, muy bien, ahora cambien—dice el entrenador a lo que una sonrisa psicópata aparece en mi cara. Me acerco a ella, hasta apenas quedar a centímetros de ella.

—¿Qué pasó, niñata?—le digo notando como se tensa—Ya no hace tanta gracia, ¿verdad?—continúo mientras me acerco hacia su oreja, al igual que hizo ella apenas unos minutos atrás, y susurro—Te toca.

Rueda los ojos y comienza a hacer los mismos ejercicios que hice yo en un principio. De primeras solo me dedico a observar sus movimientos, uno tras otro, maquinando mi próximo movimiento. Entonces actúo. Me aproximo a donde está y le doy una suave caricia desde su muñeca hasta su hombro. Nada. Frunzo el ceño ligeramente y con mi mano continúo, dejando sus hombros y alcanzando su cuello, acercándome yo, dejando mi cara a centímetros de este, de manera que sienta mi ligeramente irregular respiración. Nada. Gruño bajo, frustrado, ni se ha inmutado, ni siquiera ha hablado. Es realmente buena, pero yo soy mejor.

Vuelvo a alejarme mientras que ella sigue ejecutando los ejercicios, de nuevo observándola. Hasta que se me ocurre una idea.

Allison

Odio este ejercicio, notaba su respiración en mi cuello, al igual que su mano, y necesité toda mi capacidad de concentración para no tener ninguna reacción, aunque lo conseguí. Escucho su ligero quejido y sonreí internamente, ¿así que el idiota está frustrado porque soy mejor que él? Genial.

Trato de ignorar su presencia, sin embargo, me es muy complicado. Noto su mirada sobre mí, observando cada movimiento que ejecuto, juzgando mi nivel, maquinando la manera de joder al máximo posible mi concentración y hacerme fallar. Pues siento decírtelo idiota, he fallado miles de veces a lo largo de mi vida al igual que muchas personas me han visto fallar y ya me prometí hace mucho que eso no volvería a pasar.

Me meto tanto en mis pensamientos que no me doy cuenta de su cercanía hacia mí. Le miro extrañada, pero nada más, continúo con lo que estoy haciendo, ignorando todo lo que me es posible su presencia. Noto sus manos tocar mis brazos, desde los hombros hasta las muñecas, despacio, como si disfrutara del tacto. Sigue moviendo sus manos, y una de ellas la deja en mi cintura, mientras que con la otra sigue con sus caricias. Al ver que no reacciono de ninguna manera, frunce el ceño aún más, prácticamente juntando sus cejas, simulando un unicejo implantado en su cara.

—¿Por qué cojones no reaccionas a mi tacto?—susurra en mi oído, tratando de arrebatarme mi concentración de nuevo sin resultados—Con esto deberías estremecerte, caer rendida a mis pies—sigue a la vez que noto sus labios en mi oreja.

—Bueno, me alegra saber que tu ego se está viendo afecta- do por mi genialidad—y con eso me incorporo haciéndolo caer por segunda vez hoy. Me giro, y lo veo levantándose del suelo con una mueca.

—Bien, terminamos por hoy—dice el entrenador dando por terminado el entrenamiento.

Decido correr hacia los vestuarios y esperar a Brooke allí. Espero unos minutos hasta que veo a mi amiga entrar por la puerta.

—Allison, me puedes explicar por favor, ¿qué hacía ese tipo?—me dice con falsa calma.

—Chica esta semana me has pedido más explicaciones que en toda tu vida—le respondo—Y no hay nada que explicar, solo es un idiota actuando como un idiota—le digo mientras empiezo a coger las cosas que necesito para dirigirme a las duchas—Hagamos algo, nos duchamos, nos cambiamos y luego de camino a mi casa y te explico todo.

—Está bien, pero voy a ser muy pesada—me responde y nos dirigimos a las duchas.

***

Tras terminar de prepararnos salimos a esperar a Tyler. Hablamos de varias cosas y yo trato de evitar continuamente el tema del cual sé que ella quiere hablar, al menos hasta llegar a mi casa. Tras unos pocos minutos esperando vemos a Tyler salir del vestuario pegado a su teléfono.

—Cuando te choques con algo lo voy a grabar y me voy a reír—le dice Brooke a Tyler rodando los ojos.

—Ja ja ja—le responde Tyler con sarcasmo—Hoy no me voy con vosotras, nos vemos en lo del equipo—y con eso se marcha en dirección contraria, ¿qué...?

—Venga vámonos—me dice Brooke a la vez que tira de mi brazo.

—Ok...- le digo mientras nos dirigimos a su coche. Cuando llegamos nos subimos a su coche y conduce hasta mi casa. Abro la puerta y nos dirigimos directamente a mi habitación.

—¡GATOOOOOOO!—digo a la vez que corro hacia mi cama para abrazar al amor de mi vida.

—Tienes un problema—me dice Brooke sentándose lo más lejos que puede de mi bebé—Ese bicho me odia -me dice con una mueca.

—No te odia—le respondo, ella solo rueda los ojos mientras susurra un ligero "ya".

—Bueno ahora al tema, explícate—me dice con una mirada impaciente.

—A ver, ¿qué quieres saber?—le pregunto.

—Todo—me responde obvia—¿Por qué narices toca a mi chica?—río ante su respuesta y le trato de explicar.

—Quería verme fallar, porque yo hice que él fallara eso es todo—le digo tratando de dar por zanjado este tema.

—Te salvas—dice entrecerrando los ojos—Por ahora.

—Bueno, te parece si nos empezamos a preparar para la "iniciación"—le digo con ironía en la voz.

—Claro—me responde de la misma manera. Con eso empezamos a prepararnos.

***

Cuando terminamos salimos de mi casa y nos dirigimos hacia las canchas. No tardamos demasiado, de hecho, puede que hayamos llegado muy pronto. O no. Cuando entramos, vemos al final del todo un grupo de personas causando una considerable cantidad de ruido, puede que incluso molestando a los vecinos alrededor de la manzana.

Y por supuesto el idiota ha venido a la fiesta.

Genial.

Nathan

Llegamos relativamente pronto y empezamos a "preparar" todo para la iniciación, que es básicamente una excusa para dar una fiesta a principios de curso en unas canchas de baloncesto. Me junto con los chicos que traen todo el alcohol y empezamos a dejar todo en las mesas que hemos traído, todo para no dejarlo en el suelo.

Tras hacer eso, decidimos esperar a todos (sobre todo a los nuevos) para empezar con la iniciación, ya que, aunque es una muy buena excusa para hacer una fiesta, pero también es una oportunidad para asustar a los novatos y tengo la sensación de que este año lo voy a disfrutar especialmente.

Seguimos matando el tiempo y a su vez la gente comenzó a aparecer, pero yo solo tenía ganas de ver a una persona y, como satanás, apareció con tan solo pensar en ella.

Que empiece la noche.

El silencio entre nosotrosWhere stories live. Discover now