Es la tercera vez que le quito algún dulce porque la señorita no entiende que no puede consumir azúcar. Le entrego a Lyon y él se lo come de un mordisco.
Bien, eso necesito, que me apoyen en este asunto. Se extiende en el sofá y suspira viendo al techo.
—Ya no hay respeto.
—Lyon, dile a Bomi que si vuelve a intentar consumir azúcar, el que se va a enojar soy yo.
Él asiente y le repite a ella lo que acabo de decir, inocente, como si ella no hubiese escuchado.
—Dile a Jungkook que lo detesto y que viva la abstinencia.
—¿La qué?
—Nada— intento salvar el día— déjala que está haciendo berrinche nada más y siéntate aquí— señalo el suelo frente a mi— es la quinta vez que tengo que cortarte el cabello esta semana, no entiendo porque no para de crecer.
Lyon comienza a hablar sobre que quiere ir a la escuela porque le parece interesante estudiar, yo no entiendo que tiene de interesante pero está bien, que estudie si quiere, como tiene un crecimiento normal, puede asistir a un colegio como todos.
—¿Quieres ser algo de grande?
—Doctor.
—¿Si?
—Suena muy bien eso, curar personas.
—Seguro curarás a muchas personas.
Kara hace su aparición con Jimin detrás, pues ellos dos solo se despegan para ir al baño, o eso creo, puede que incluso ahí estén juntos.
—¿A dónde vas tan bonita, Kara-yah?— le pregunta Bomi, sentándose.
—¡A trabajar Bomi-yah!
Le dije al jefe que yo no iría porque mi esposa estaba embarazada y casi se le va el aire cuando mencioné quien era mi esposa, luego dijo tonterías sobre que su gimnasio era el hogar del amor o algo así porque muchos se emparejaban ahí.
El punto es que no me dejó renunciar de nuevo y no sé cómo hacerle entender que ya no quiero ir, de todas maneras su hijo está más que bien, avanzó mucho.
—Y listo, probablemente tenga que volver a cortarlo mañana, pero por hoy está bien.
—¿Puedo ir a jugar con Yeonjun y Soobin?
—Puedes.
Se levanta, tranquilo camina a buscar a los dos niños locos de Taehyung y lo perdemos de vista, las piernas de Bomi se enredan en mi cintura lo que es una señal silenciosa de que quiere que le dé mimos o algo.
Está muy inquieta. Me acuesto en su regazo y acaricio su estómago, que realmente aún no está abultado ni nada de eso, pero aún así le gusta que lo haga.
—Vamos a inscribir al niño en una escuela.
—Mañana a primera hora vamos.
—Vale— se queda en silencio— no, mañana tenemos que ir con tu mamá y la mía.
—¿Por qué, esta vez?
—Mi vestido.
—Uh, eso sí me interesa. Ya lo elegiste y yo quiero verlo.
Su madre no me dejó verlo porque según no está bien que el novio vea el vestido hasta el día de la boda y ni como discutirle a esa señora, hasta su marido prefiere seguirle la corriente.
Bomi les explicó a sus padres que Lyon era hijo de un amigo mío que murió— una interesante historia— y que decidimos adoptarlo, así que eso es para ellos Lyon, nuestro hijo adoptado.
—¿Cuánto falta para casarnos?— pregunto.
—Tres días, Jungkook.
—Oh, el tiempo corre.
El tiempo corre y yo no he ido con Seokjin por mi traje, es que ni siquiera he escogido uno.
—Van a matarte mis padres si no estás listo.
—Si estoy listo, no te preocupes. Iré con Seokjin, ya vengo.
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