2011. -historias contadas en sus cuerpos-

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Ahora hacía un año desde que Harry, ese niño de ahora 17 años, con unos rizos color chocolate, y unos ojos verdes como el prado en primavera, había visto a Louis, un chico bastante humorístico con un pelo lacio color avellana y unos ojos azules como el agua del mar. Ambos sabían que la palabra amigos no encajaba del todo en su historia. Se negaban a admitir que sentían mariposas en el estómago cada vez que se cruzaban, y ahora, Harry de 27 años tiene una de ellas tatuada en el mismo, para poder afirmar lo que un día negó. Es bastante surrealista ver como dos personas tienen que explicar todo lo que sienten mediante tinta, porqué no pueden hacerlo con palabras.


 Porqué un barco no puede navegar sin su brújula, un "Oops" no existe sin un "Hi" antes, y una ancla no puede ser clavada sin una cuerda que la sujete. Aunque a veces, esa cuerda se rompa y la ancla quede atrapada en el fondo del mar...

Quizás aquellos años no fueron buenos años para coincidir y enamorarse, porqué el poder que había sobre ellos era superior al amor que sentían, y, lamentablemente ninguno de los dos podía hacer nada. Lo más probable es que leyendo esto penséis que exagero, pero creedme que desearía exagerar y no contar todo tal cual ocurrió. Esta, no es una historia fácil de explicar, y mucho menos bonita.

Se enamoraron de la persona indicada, en el espacio y tiempo incorrecto.






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ONLY THE BRAVE. LS.Where stories live. Discover now