Tomlinson Company •[[Larry Stylinson]]•

18

Antes de todo quiero decir algo. Este capítulo está inspirado en mis propias inseguridades y sentimientos. Así que, si pueden, antes de leer bajen hasta el final de este cap y vean la nota que les dejé para que recién ahí tengan el 'porqué' de este capítulo. GRACIASSS✨

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Abre la boca al sentir los movimientos dentro suyo, agarrando con fuerza las sábanas y gimiendo hasta que los movimientos se detuvieron.

— N-no — se queja dispuesto a hacer un capricho al mismo tiempo que se sienta en la cama —, no se vale, y-yo me quiero correr — dice con un puchero para intentar que el mayor le saque el castigo.

— Lo hubieses pensado antes de insultar — se encoge de hombros con una sonrisa arrogante — Ven, vamos a desayunar — le hace un gesto con la mano para que se acerque.

Harry lo mira con el ceño fruncido y ladeando la cabeza. — Pero estoy desnudo — murmura parándose de la cama, reteniendo un gemido cuando el butt plug roza con su próstata.

— ¿Tienes algún problema con eso? — cuestiona Louis, abriendo la puerta y esperando al ojiverde para salir del cuarto.

— No, amo — suspira.

Con pura sinceridad, no le molestaba que Louis lo viera desnudo pero a él no le gustaba verse. Él mismo era su peor enemigo y mayor problema.

— Si te sientes muy incómodo estando así, no tengo problema con que vayas a cambiarte pero dime cualquier cosa — el ojiazul ya se había dado cuenta de las inseguridades contrarias, así que intentaría hacer lo máximo para ayudarlo a luchar contra estas.

— Bueno, mientras no me vea en un espejo está todo bien — sujeta una risa amarga que le hace doler el corazón a Louis.

Este último se acerca a su sumiso, posando su mano en el hombro ajeno para acariciarlo, produciendo cargas eléctricas en todo el cuerpo del rizado.

— Cariño, tu cuerpo es hermoso y si tu espejo demuestra lo contrario, vamos a ser lo posible para que te ames y veas cómo eres realmente, — traga en seco y sonríe sacando algunos rizos del rostro de Harry — una obra de arte que cualquier museo desearía tener.

El más bajo sonríe, conteniendo un nudo en su garganta, hace mucho que no le decían tan hermosas palabras. Le costaba entender cómo hace unos segundos estaba gimiendo y ahora estaba a punto de llorar por sus inseguridades, hermoso cambio de escena.

— Gracias pero ya lo intenté — suspira — Intenté quererme pero no es tan fácil como pronunciarlo — parpadea lentamente acordándose de la época en la que su madre falleció.

Cuando no salía de su habitación por ahogarse en llantos, sintiéndose tan absurdo hasta no querer seguir con su vida, estando solo, sin alguna compañía.

También cuando intentó hacerse daño pero Niall irrumpió en su casa preocupado, encontrándolo en pleno acto y sacándole la navaja para abrazarlo fuertemente. Ese día no podía respirar, solo lloraba en los brazos de Niall, cayendo lentamente al piso sin dejar de gritar, pidiéndole disculpas a su madre por no poder salvarla, a Mabel por decepcionarla y a él por simplemente existir.

Ya es demasiado tarde para darse cuenta que se encuentran tirado en el piso, llorando, tal como la otra vez, solamente que ahora son los brazos de Louis los cuales lo sostienen fuertemente.

— Lo s-siento — solloza, sintiendo como su vista se volvía borrosa por tantas lágrimas, olvidando dónde estaba y con quién se encontraba, refrescando todo lo que llegó a sentir en ese día.

Era increíble cómo una persona podía despreciarse tanto, algo que Harry intentó camuflar para tener una "vida común" y para poder seguir adelante, encerrando cada sentimiento de desprecio hacia sí mismo en una caja fuerte, con la esperanza de nunca llegar a abrirla.