Bitter- 7

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El ruido de sus zapatos era lo único que se escuchaba en las vacías y oscuras calles de Sendai, habiendo recibido un mensaje de Gojo con un "Lo encontré" seguida de una ubicación desconocida, lo traía irritado

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El ruido de sus zapatos era lo único que se escuchaba en las vacías y oscuras calles de Sendai, habiendo recibido un mensaje de Gojo con un "Lo encontré" seguida de una ubicación desconocida, lo traía irritado. Megumi había seguido a 5 personas diferentes toda la tarde para verificar quien de los sospechosos era el poseedor del objeto maldito que por desgracia o fortuna no era ninguno pero tenía una maldita suerte al saber que su profesor vago tenia éxito cuando nunca aporto nada en la misión.

Al llegar al sitio hizo una mueca claramente confundido, miro la pantalla de su celular para corroborar que la información estuviera correcta y nuevamente miro el sitio. Era una simple casa tradicional en un barrio normal, si Gojo lo estaba molestando se aseguraría de darle una paliza.

Se acercó a la entrada de la casa con calma, miro discretamente las casas colindantes y por un fugaz momento intercambio miradas con una mujer de mediana edad que lo veía desde la ventana de una casa vecina, los ojos de la mujer denotaban preocupación y miedo cosa que provoco en Megumi un sentimiento de incomodidad. Al abrir la puerta no vio mucho, dos pares de zapatos en la entrada, uno seguramente pertenencia al albino y el otro par era mucho más pequeño a comparación.

Eran de un niño.

Dejo de prestarle atención, se quitó sus zapatos y entro dirigiéndose al único salón que proyectaba luz, el ambiente se sentía pesado, mucho más que cualquier otro sitio plagado de maldiciones; una vez ahí se encontró cara a cara con Gojo y la imagen que vio lo dejo sin palabras.

El adulto estaba cómodamente recargado en uno de los sofás de sala además de que había un niño que cabello rosa que dormía plácidamente en el regazo del albino el cual ocasionalmente acariciaba su cabeza con suma delicadeza, Fushiguro estaba realmente sorprendido ya que no eran actitudes que normalmente tomaba su profesor, quería preguntar pero las palabras no salían.

-Bienvenido Megumi, buen trabajo- alago Gojo obviamente siendo sarcástico

-¿Dónde está el objeto maldito?- trato de recomponerse e ignorar la imagen frente a él.

-Aquí esta Megumi- señalo al niño en su regazo. El pelinegro se sintió desfallecer, si su deducción no le fallaba ese pequeño ser era el recipiente de una maldición y las reglas de la hechicería dictaminaban su ejecución inmediata, pero si Gojo no había hecho nada en contra del chiquillo, significaba algo más- ¿Puedes creerlo? Es tan joven y puede contener a Sukuna, es realmente un diamante en bruto- Ahí estaba la respuesta, un recipiente capaz de mantenerse al frente de la maldición.

-¿Qué vas a hacer con él?-ya sabía la respuesta pero de todas formas quería preguntar, Fushiguro sabía que no siempre iba a poder salvar a las víctimas de las maldiciones aun así solo eran un niño se sentía incómodo saber que iba ser parte de una muerte tan desagradable.

-¿Qué quieres que haga Megumi?-canturreo la pregunta.

-Sálvalo...-estaba mal pero su conciencia lo perseguiría hasta el fin de su vida si decidía abandonarlo.

Sweet & Bitter [Goyuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora