Fred y George

299 13 0
                                    

Narra Fred:

Las semanas seguían pasando y no habíamos vuelto a recibir noticias por parte de Draco por lo tanto imaginamos que había vuelto a Hogwarts. George y yo seguíamos con la tienda aunque el ánimo de los dos cada vez era más bajo, lo único que nos hacía levantarnos todas las mañanas era estar seguros de que no habían cogido a los Potter. Lo sabíamos por el simple hecho de la falta de noticias, si les hubieran cogido nos habríamos enterado.

-Chicos, quiero hablar con vosotros.- dijo nuestra madre entrando a la habitación en la que estábamos George y yo.

-¿Qué pasa mamá?- preguntó mi gemelo.

-Creo que deberíais descansar unos días de mí.

-Pero qué dices mamá, no vamos a dejarte aquí sola.

-No os preocupéis chicos, vuestro padre llega todas las noches a la hora de cenar y vosotros necesitáis despejaros un poco, deberíais ir unos días al Refugio con Bill y Fleur, seguro que os agradecen la visita.

-Mamá, no vamos a dejarte sola, nos necesitas. Todo el asunto de...- no fui capaz de decir el nombre de nuestro hermano el traidor al ver la cara de pena que se le puso a mi madre.- Ves necesitas que alguien se quede contigo en la Madriguera mamá, por eso nos quedamos George y yo.

-Fred Fabian Weasley, como si no conocieras a tu propia madre. Sé defenderme sola, aquí no va a venir nadie a atacarme y tu padre a la hora de la cena es suficiente compañía. Por supuesto que me gustaría teneros a todos aquí cerca y saber que estáis bien, pero no es posible y vosotros dos lo estáis pagando con todos mis disgustos.

-Mamá a nosotros nos da igual ayudarte y quedarnos contigo.- añadió George.

-No George, cada día estáis más apagados y es normal, metidos los dos solos conmigo en esta casa que está más vacía que nunca. Cada día vais más desanimados a trabajar a la tienda y es vuestro sueño a mi pesar. Necesitáis unos días de descanso lejos de la madriguera y de la tienda.

-Bueno puede que tenga razón, Fred.- dijo mi hermano girándose hacia mí.- Nos vendrían bien unos días de vacaciones, además, quizá Bill pueda ayudarnos a crear algún nuevo producto.

-No estoy seguro de que sea buena idea.

-Fred, llevamos días sin clientes en la tienda y ninguno de los dos tenemos el ánimo como para seguir yendo a pasar el día y esperar a que aparezca alguien por la puerta. Quizá lo mejor sea pasar unos días con Bill y Fleur para recargar fuerzas.

-Bueno, supongo que tenéis razón.

George y yo subimos a recoger nuestras cosas y al estar solos en nuestra habitación decidí contarle lo que había estado pensando durante varios días.

-Georgie

-Dime Fred

-¿Te parecería una locura si al acabar la guerra le pidiera a Elisabeth casarse conmigo?

-¡Wow! Fred sé que la quieres mucho pero eso es ir rápido. Además, conoces a Elisabeth seguro que querrá terminar su último curso en Hogwarts.

-No me importa esperar a que lo termine y después casarnos, solo quiero asegurarme de que en un futuro cercano será mi mujer.

-¿Por qué?

-Para asegurarme de que se quedará a mi lado.

-Fred, os he visto a ti y a Liz juntos y créeme no necesitas ningún anillo de compromiso para confirmar que ella estará a tu lado siempre. Creo que hablo en nombre de todos si te digo que me parece que sois muy jóvenes para comprometeros.

-¿Desde cuándo eres así de maduro?

-Desde que uno de los dos tiene que tener la cabeza puesta en su sitio. Fred, sé que desde el momento en el que empujaste a Elisabeth hacia Hermione te has ido deprimiendo cada día más y más. Y lo entiendo, una guerra es deprimente y lo es aún más si encima tu novia es a quien están buscando. Yo intento mantenerme cuerdo por los dos y por eso te digo que lo del matrimonio no me parece la mejor idea hasta dentro de unos años.

-Yo solo quiero que sepa que la amo George, que el tiempo que estoy pasando lejos de ella es lo peor que me ha podido pasar y que no quiero estar sin ella nunca más.

-Estoy seguro de que ella sabe todo eso Fred, estoy segurísimo.

-Yo... no puedo más.

Me eché a llorar y George se quedó en shock, nunca nos habíamos visto llorar el uno al otro, nosotros éramos los gemelos Weasley, la risa personificada, los bromistas de Hogwarts. Pero yo no podía seguir como si nada, la guerra me afectaba más de lo que quisiera admitir, quería a Elisabeth a mi lado y quería a mi familia a salvo. Después de unos segundos, George reaccionó y me abrazó fuertemente.

-La guerra va a pasar Fred, Voldemort caerá y volveremos a estar todos juntos aquí en la Madriguera.- me sorprendí al escuchar que mi hermano había dicho el nombre del Señor Tenebroso pues nunca lo había nombrado.

-Tienes razón George, volveremos a estar todos juntos.

En ese momento escuchamos que alguien había llegado a nuestra casa así que cogimos nuestras cosas y bajamos a ver quién era.

-Ha llegado Bill, os acompañará hasta el Refugio.- nos dijo nuestra madre.

-Hola Fred, hola George. ¿Cómo estáis?- saludó Bill.

-Bien, ¿tú y Fleur?

-Fleur se ha ido a ayudar a Tonks, está en el último trimestre del embarazo y necesita ayuda y Remus está de misión en misión así que...

-¿Estaremos los tres solos en el Refugio?- preguntó George.

-Eso parece.

-Podréis pasar un poco de tiempo entre hermanos, como hacíais de pequeños al aliaros contra Percy.- dijo nuestra madre con un poco de nostalgia al nombrar al estúpido de nuestro hermano.

-Ni siquiera le nombres mamá, no lo merece.

-Fred, sigue siendo vuestro hermano.

-No mamá, es un maldito traidor.

-Bueno será mejor que nos vayamos antes de que anochezca.- intervino Bill.

-Sí, me parece que sí.- dijo George cogiéndome del brazo.

-Tened mucho cuidado hijos.

-Cuídate mamá.

-Lo haré, si tenéis noticias de Ron, Hermione o los mellizos decídmelo por favor.

-Sí mamá, no te preocupes.

Después de que nos abrazara a cada uno de nosotros, Bill, George y yo salimos de la casa cargando con todas nuestras cosas y nos desaparecimos para llegar a la casa de Bill y Fleur. Era bastante grande y a la vez muy acogedora.

-¿Queréis dormitorios separados o juntos? Fleur me ha hecho prepararos dos por si acaso.

-Por mí los dos juntos, así no os quitamos mucho espacio.

-Está bien, pues subiendo las escaleras el primer cuarto a la derecha tiene dos camas.

-Genial.

George y yo subimos a la habitación y dejamos todas nuestras pertenencias. Esa noche cenamos los tres juntos y volvimos a reír como hacía mucho tiempo. Aunque solo éramos tres Weasleys estaba feliz por tener al menos a dos de mis hermanos juntos.

Después de la cena nos fuimos a dormir, habíamos acordado jugar al Quidditch entre los tres a la mañana siguiente.

MellizosWhere stories live. Discover now