0 1 9

444 62 16
                                    

—Anda que quedaron muy lindos

—Si tu lo dices

Estaban en su habitación, Jacob observaba con atención el tatuaje que se había hecho en la mano, era un poco ¿extraño? No estaba seguro de que palabras ocuparía para referirse a ello, el tatuaje como tal no era feo ya que cada uno una parte del ying yang, eso era lo que era extraño para su gusto. Le daba vueltas y vueltas intentando comprender ya que el significado era algo que no se tomaba a la ligera... O probablemente podría serlo, quizá a John le gustaba simplemente el diseño u algo parecido, odiaba que sus sentimientos jugarán en su contra. Quizá debería dejar de pensar tanto en ello.

—Gracias Jacob

—Pues que no es nada hombre

—Cada vez estoy más seguro de que eres mi alma gemela —ante aquellas palabras el pelinegro lo observó bastante confundido y las mejillas de John no tardaron en pintarse de un color rosado.— Y-ya sabes lo que dicen de que todas las almas gemelas no tienen que ser en un aspecto romántico

—Jaja me había asustado —le dijo rápidamente para pasar su brazo por los hombros del moreno—

Los dos hombres estaban demasiado cómodos. Por una parte John se sentía demasiado feliz por el sencillo hecho de que Jacob al parecer ya le tenía mucha más confianza, aquello lo hacía sentir que había dado un gran paso, aún dudaba sobre sí decirle lo que sentía, pero de lo único que estaba seguro es que terminaría contándole.

—¿Cuántos días más pasaremos aquí?

—Pues dijimos que volvíamos dentro de dos semanas, ahora sólo nos quedan cuatro días

—Joder, ¿cómo es que nos queda tan poco?

—Pues como dicen, el tiempo vuelva

El moreno se soltó de aquel agarré, para lanzarse a su cama. Había quedado abajo así que notó que Jacob se había sentado en aquella cama porque sintió el peso, ante ello alzó su cabeza y se encontró con aquellos hermosos ojos, aunque también estaba nervioso y se puso más cuanto sintió como las manos del otro tomaban su rostro y no tardó mucho en acercarse, para la sorpresa de John recibió un tierno beso que hizo que sus mejillas tomarán un intenso color rojo y que se sintiera tan confundido respecto a lo que pasaba. Aunque cerró sus ojos para disfrutar de aquel beso, parecía como si fuese un sueño.
Jacob terminó con aquel beso, aunque aún así quedó a centímetros del rostro de John que aún se encontraba bastante ruborizado. Las palabras que para aquel punto no importaban y tampoco es que fueran necesarias.

Miedo. Grincob Where stories live. Discover now