South Park "Craig Y Yo."

1.- Madre mía.

Todo el día había estado con este cuarteto, que a decir verdad eran bastante simpáticos y muy lindos, a excepción de Cartman.

Me acompañaron a inscribirme a su escuela, ya que tiempo atrás decidí alguna vez continuar con mis estudios.

Llegué a casa y, sin pensarlo dos veces me metí a la cama.

Estaba muerta.

.....

Me levanté y me di una ducha rápida. Al momento de salir me puse lo primero que encontré, se me hacia tarde. Llevaba una blusa negra, algo pegada a mi y con un escote descente, unos jeans negro y unos converse negros, acompañados de un suéter verde, me agarré el cabello con una coleta alta y salí deprisa.

Mi primer día en la escuela desde hace años... ¡Deséenme suerte!

Llegué y al parecer la Directora Victoria me esperaba impaciente en la entrada. Me asignó rápidamente un salón y se fué a hacer cosas dé... No sé, cosas de directoras al parecer.

El Profesor se me queda viendo, al igual que todos.

Ah, vaya mierda.

-Bien chicos, démosle la bienvenida a su nueva compañera de clase, Jess POR FAVOR preséntate.

Los nervios me atacaron, todos estaban mirándome, esperando a que me equivocara al hablar, pero no les iba a dar ese gusto.

-Hola, mi nombre es Jess Parker, soy de Los Ángeles, me gusta la música y los videojuegos y púes.. Ojalá y nadie me odie.- Todos rieron.- qué, es en serio.

-Bien Jess, siéntate al lado de Craig, el de la esquina.- Señaló a un chico, que se encontraba en la parte superior izquierda del salón.

A simple vista, parecía como sí estuviera durmiendo o algo así.

-Hola.- Saludé a este chico, mientras me sentaba a su lado. ¡Tenía que tener amigos, carajo!

Éste se levantó de su extraña siesta.

Madre mía.

No sé si estaba en el cielo o algo, pero éste hombre era el más apuesto que había visto hasta ahora. Su cabello azabache estaba ligeramente desaliñado, que cubría uno de sus ojos. Pude observar el único ojo que tenía a la vista. Era del color del cielo, del mar, yo que sé. Era un azul intenso y brillante, que hacía que me reflejara sobre ellos. Llevaba una camisa negra y pegada, que hacía ver bastante bien sus musculosos brazos y su abdomen bien marcado. Aunque sus ojos mostraban brillo, de alguna manera estaban apagados. Como si estuviera triste o algo por el estilo.

Supuse que tenía cara de estúpida, ya que me había quedado pérdida en sus ojos durante unos segundos, hasta que éste frunció el seño y me miró algo confundido, lo que hizo que yo reaccionara al instante.

Éste sólo se molestó en volver a su siesta, pero antes de cubrir sus ojos con sus brazos, como si fuera un reflejo, alzó su dedo corazón, mientras sus ojos perdían brillo, y me miraba de una manera fría y sin sentimiento. Yo sólo tragué saliba y me incité en sonreir, a lo que él no correspondió y volvió a su siesta como si yo no estuviera allí.

Una chica que estaba sentada enfrente mí volteó a verme.

-Te recomiendo que no te juntes con Craig, no es buena influencia.- Habló una chica zabache un vestida de rosa, aunque no pudo terminar, ya que Craig, la había interrumpido, sin alzar la cabeza.

-Cállate Wendy.- Susurró el azabache, de una forma muy ruidosa, haciendo que todo el salón lo escuchara a la perfección.

Todos voltearon, a excepción de Cartman.

Craig tenía una voz profunda y monotóna, pero sobre todo, sexy.

Muuuuuuuuuuy sexy.

-No te metas Craig, nadie te habló.- Respondió la azabache algo molesta ante su reacción.

-Mira Wendy, no te...- No terminó su oración ya que Stan lo calló con una golpe en el brazo.

-Hey Craig no te metas con Wendy.- Frunció el seño mientras acariciaba su puño.

Al parecer Craig estaba enojado.

-¡Maldito marica! ¡NO ME TOQUES!- Gritó Craig con una potencia no natural.

-¡CRAIG! A la oficina de la directora, y tu también Jess, tu primer día y ya interrumpes mi clase. - Gritó sin paciencia el profesor, mientras acariciaba su puente de la nariz, como si ya estuviera harto de esto, a lo que yo quedé atónita. Ó sea, ¿que mierda?

-¡PERO YO NO HICE NADA! ¡MALDITO IDIOTA!- Le contesté algo agitada, eso no eea justo.

-Acabes de gritarme, y sin más que decir, a la oficina de la directora.

Carajo.

Coño.

Mierda.

Muérete, Garrison.

Craig salió sin problema del aula, como si fuera lo más común del mundo, haciendo su «típica» señal obscena.

Estaba empezando a acostunbrarme de eso.

Salí detrás de él, aunque no con las mismas ganas con las qué había llegado...

~EN LA OFICINA DE LA DIRECTORA~

-Perdón por meterte en problemas.- Me disculpé cabizbaja, aunque no se por qué lo hacía.

-No lo hiciste,- Insistió.- Es sólo...

-...

-No es nada, lo siento.

-Bien. ¿Quieres que nos conozcamos un poco?

Craig alzó la cabeza y me miró a los ojos, sus ojos mostraban dolor en él.

Nonono, otra vez esa mirada hipnotizante, no-por-favor.

Ah... ¿Qué más da?

Me gustaba.