33. Separados

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— Eres... Una maldita... Perra... ¡¿Cómo te atreves?! - le gritaba Willow entre golpe y golpe, King dejó de defenderse y comenzó a toser cuando la pelinegra le asestó un rodillazo en el abdomen.

— ¡Casi Bruja! ¡Detente! - Skara bajó del camión trastabillando y la empujó lejos de su novio — ¡Casi lo matas!

— ¡Ese es el maldito punto! - gritó con furia, Boscha observó a Willow.

No, en definitiva esa no era Adelfa, sus manos no mostraban un ápice de temblor, su cabeza no estaba inclinada hacia abajo como un animal furioso, su rostro no mostraba ese dejo de sarcasmo y mal humor que tenía siempre.

Esta era una Adelfa furiosa, erguida cual baja era y con las manos extendidas como si se preparara para lanzar una granada, sus hombros estaban relajados y sus rodillas tensionadas.

El estratega se giró de costado y escupió sangre, él, al igual que Willow, estaba furioso.

— ¿Eso es todo lo que tienes, Adelfa? - se burló apoyando las manos en sus rodillas. La azabache se acercó a él tomando impulso para romperle el cuello de una patada, pero Boscha la tomó del brazo.

—Basta.

Ni siquiera la había tomado con fuerza, más bien había apoyado su palma sobre su brazo, Adelfa la miró con asco finjido y se soltó de ella de un manotazo, más no avanzó.

— ¿A qué viene todo esto? - se quejó Skara revisando a King, el cuál se había dejado caer en el suelo, respiraba profundamente, como si meditara.

El chico sacó de su bolsillo la foto. Skara miró a Boscha.

— ¿Por qué tenías eso?

— No interesa.

— Claro que interesa, por que esa foto estaba en un libro, y ese libro estaba en la habitación de King, lo que implica que tú entraste allí. Ahora dime ¿Por qué tienes la foto?

— No tienes porqué responderle, Boscha.- Willow se cruzó de brazos, la pelirosa decidió hacerle caso a ella.

— Entonces largo.

Las tres observaron a King, el cuál se levantó y miró a Boscha desafiante.

— No podemos tener una traidora entre nosotros, piénsenlo, ninguno cometió errores, y antes del golpe final, la policía cayó sobre nosotros. Tal vez tú nos delataste.

— ¿Qué?

— Después de todo, Adelfa y tú estuvieron recorriendo la ciudad muchas veces ¿Qué nos asegura que no vendieron la información a la policía? - acusó de nuevo.

— Escúchame King, estás diciendo incoherencias.- soltó Willow, poniéndose a la defensiva, estaba entre Boscha y King.

— No, escúchate tú ¿Qué no lo ves?

— ¡Pues tranquilamente podrías ser tú el traidor! - estalló la de lentes —. Después de todo, dejaste a Lucia y a Confirmación en medio del tiroteo.

— ¡Al menos no intenté matar a uno de los nuestros!

— ¿Y yo que soy? ¿Decoración? - reclamó Boscha.

— ¡Ya basta! Tenemos que llevar a los rehenes a la mugrienta casa ¿Recuerdan?

— Yo me largo. - Willow se volteó y empezó a caminar calle abajo.

— ¡Pues bien! ¡Largo! - el chico le lanzó una piedra del suelo, la pelinegra se limitó a sacarle el dedo medio, luego miró a Boscha —. No pienses que dejaré que tú...

— Yo me voy con Adelfa. - soltó lanzando su pistola al suelo —. Quédate con el dinero, yo que sé.

Salió trotando para alcanzar a la chica, ambas siguieron caminando en silencio la empinada calle, y ni siquiera se voltearon cuando oyeron las protestas de King, ni cuando oyeron el motor del camión.

Siguieron caminando hasta que se hizo de noche, entonces, Boscha habló.

— ¿Quieres una hamburguesa?. - Willow dudó un segundo antes de responder.

— ¿Por qué no? - murmuró.

Ambas se metieron al McDonald's que había cruzando la ruta, se sentaron en una de las mesas de afuera a comer sus combos en silencio.

— Lo siento. - se disculpó la más baja.

— Yo también. - la azabache frunció el seño.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Confirmación me tendió una trampa, desde el inicio. - suspiró —. ¿Recuerdas que habló de su hermanita? Bueno, es la niña que... La de la...

— La que mataste. - completó Willow, la contraria asintió.

— Y no sé si lo notaste, pero Confirmación se enteró de... Lo que hay entre nosotras.- Willow alzó la vista con un atisbo de miedo —. Entré en pánico, no quería que te lastimara por mi culpa y...

— Intentaste matarla. -terminó ella asintiendo levemente. Miraba la hamburguesa como si fuera la cosa mas filosófica del mundo.

— No dió mucho resultado, es mas, empeoró las cosas. Por eso estaba en su habitación, Willow.- dijo la pelirosa —. Me obligó a llevar la foto.

— La foto que te tacharia de espía, claro.

— De seguro ella fue la traidora, espero que muera. - bufó sorbiendo de su Sprite —. Uhg, odio la Sprite.

— Es la bebida favorita de... ¿E-Blight? ¡E-BLiiiiiiiight! - Willow se levantó tan rápidamente que tiró su silla al suelo.

Boscha siguió su vista, efectivamente, Edric y Jerbo estaban sentados en una mesa lejana, se levantaron y fueron hacia ellas.

— Creímos que la policía los habia matado.- sonrió Boscha.

— ¿Qué hacen ustedes aquí? - preguntó Jerbo.

— Uh... Larga historia, digamos que abandonamos la misión.- se encogió de hombros.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Confirmación le tendió una trampa a Boscha. - al escuchar eso, Edric cerró las manos en puños.

— Esa perra... También me delató a mi, ella fue quien dejó mis huellas en la casa de Matt.- confesó. Jerbo lo miró con los ojos como platos.

— ¿Por qué no me dijiste eso?

— No lo sé... ¿Dónde está ahora?

— Se quedó en la Casa Blanca, King dijo que estaba herida, Lucia se quedó con ella.

— Espero que muera. -soltó Edric —. Nosotros iremos al punto de reunión ¿Seguras de que no vendrán?

— Solo quiero irme a dormir ¿Hay un motel por aquí, verdad? - comentó Willow.

— Si, a unas cuadras ¿Tienen dinero?

— Uh... No.- Jerbo les pasó una billetera.

— La tarjeta está a nombre de un rico de Texas, el código está en un papel, les servirá hasta que consigan mas dinero... En verdad les servirá para sustentarse como por dos años.- se encogió de hombros.

— Gracias J. - Boscha asintió guardando la billetera —. Y Edric, asegúrate de que Confirmación no se gane el dinero.

— Tenlo por seguro. - asintió él —. Pero nosotros, a diferencia de ustedes, si queremos el dinero.

— Es verdad, tenemos que salir.

Después de que Jerbo les regalara un abrazo, y Blight un apretón de manos, los dos chicos  salieron en moto por la ruta.

— ¿En serio nos iremos al motel?

— No.

Al Diablo Con El Plan || TOH AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora