Confrontación

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Los celos eran el peor sentimiento que los humanos podían poseer, sin omitir cualquier ser vivo que tenga uso de razón. Incluyendo los vampiros.

Pero en este caso estaba en una persona llamada Lauren Mallory, que desde hace un tiempo empezó a sentir inquietud y un sentimiento de molestia por parte de Jessica. Le gustaba ser siempre la superior en esa amistad, le gustaba destacar entre sus dos amigas, Ángela y Jessica.

Pero desde que la señora Stanley murió, Jessica dejó a un lado su amistad de tantos años por querer cambiar. Ella se lo tomó normal, pero después de un año, Jessica jamás la volvió a buscar. Al contrario, ella cambió de clases aunque compartían dos clases ella ni se le acercó y se la pasaba más tiempo con Ángela y Emmett Cullen.

¡Emmett Cullen!

Ella los veía coquetear en clase, ella los veía coquetear en el pasillo cuando pensaban que no había nadie alrededor. ¿Qué hizo Jessica para tener la atención de Emmett?

Todos los del instituto sabían que Emmett Cullen estaba saliendo con la presumida de Rosalie Hale.

Y hoy no le gustó como Edward miraba a Jessica. Lauren vio como Edward volteó a verla y volvió a ver a Jessica. Jessica estaba de nuevo escribiendo algo en ese cuaderno feo. Vio como Ángela le decía algo y Jessica asentía. Sin pensarlo le envió un mensaje a Katie Marshall.

"Jessica Stanley es una zorra que se vendía por cinco dólares"

No pasó ni un minuto cuando vibro su teléfono.

"¿Enserio?"

"¿Cómo lo sabes?"

Lauren presionó las teclas sin importarle las consecuencias.

"No le digas a nadie. Lo acabo de escuchar en los baños, Nicole mencionó que terminó con su novio por eso".

Lauren sabía que había varias Nicoles en el instituto. Pero lo más importante era que Katie Marshall era de las que les gustaba chismosear en toda la escuela.

"OMG"

Lauren sonrió de autosuficiencia, vio como Edward la veía con molestia, pero ella lo ignoró.

.-.-.-.-.-.-.-.

Esta semana empecé a sentirme extraña, Forge por una extraña razón empezaba a mirarme con una mirada casi misteriosa, varias veces quería decirme algo para después negarlo. Si no fuera poco a cada rato escuchaba.

— ¡Cinco dólares!

Escuché la voz de Conner gritar mientras sonreía burlonamente. No sabía que quería, pero estaba segura que "cinco dólares" iba dirigido hacia a mí. Volteé a verlo y él me guiño un ojo y los chicos que lo rodeaban lo felicitaron.

Estúpido.

Llego a pensar que hizo una apuesta de cinco dólares si me guiñara el ojo, no vi nada en tal acción. Así que apresuré el paso para ir hacia el salón de Arte, ya que hay un freshman que me está ayudando a dibujar mis personajes para mi novela.

Alice Cullen salió de un salón y se quedó quieta observándome, esa mirada que tienen me hace sentir extraña. Ella me ve como si fuera un animal apestoso y yo me siento como si fuera un ser extraño en frente de un depredador. Odio esa mirada, se parece que quiere matarme.

Volteé a verla de nuevo. Si, en definitiva esa mirada era de sed de sangre. Ella quería matarme. Mi corazón se precipitó y sentí temor, miedo de ella.

Esto es extraño.

Caminé lo más rápido que pude y agradecí a los cielos cuando miré a Mike Newton que venía con toda la calma del mundo pensando en no sé qué.

Transmigré en un extra llamado Jessica StanleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora