Los días pasaron como si hubiera una carrera contra el tiempo, cosa que tiempo llevaba un ritmo demasiado ajustado. Los días se volvieron efímeros y sin saberlo la generación de Jessica iba a graduarse.
Era extraño la manera en como todo terminó. Ángela solo veía los días pasar y ver el asiento vacío que se encontraba en su mesa.
Jessica este año iba disfrutar su graduación. Suspiró pesadamente mientras recordaba a Jessica sonriendo mientras le platicaba sus planes a futuro.
Vio como Edward Cullen la veía, tenía esa misma mirada de ser un pero abandonado. Ángela podría sentir lastima por él, pero recordar que fue culpa de él que Jessica no este disfrutando de lo que había perseverado le daba ganas de golpearlo.
Ángela no se consideraba rencorosa y ser una mala leche con los demás, su padre le inculcó a que fuera humanitaria y ayudara a los demás a sus posibilidades. Porque dios dio su vida para la humanidad. Y como fiel creyente ayudó a este ser que tenía una pelea contra la vida.
Recordar a Jessica la hacía sentir culpa, no era solo Cullen que había contribuido en la caída de un ser. Ella debió hablar, ella debió ser más proactiva en ser leal, pero su padre le aconsejó que no se metiera en problemas que a la larga le traerían más problemas.
Suspiró pesadamente mientras negaba con la cabeza. Tenía que concentrarse en lo que estaba haciendo, tenía que recordarse que ella para pagar su culpa tendría que terminar la High School por dos personas.
Ángela siguió escribiendo su discurso para la ceremonia de graduación vio como Lauren entró abrazada de Tyler, si Jessica estuviera aquí diría que ellos deberían irse a un motel o más seguro que saldrían con un premio mayor, uno que dura nueve meses.
¿Por qué este tiempo la extraña demasiado?
Cierto, ella había dicho que terminando la escuela quería ir a todos los lugares que pudiera y ser libre...
Suspiró de nuevo y secó la lágrima que se escurría.
-.-.-.-.-.-.-.
Lauren iba platicando con Ashley y Ángela sobre que se necesitaba para la fiesta de graduación. No hacía falta mucho pero los gastos de producción se estaban agotando. Vio como Alice se apareció de la nada y las saludó.
Después de una breve plática con Ángela se enteró de que su padre el doctor Cullen, donará cierta cantidad de dinero para los gastos que haga falta. La oferta era tentadora y Lauren estaba apuntó de aceptar, pero volteó a ver hacia la esquina y se encontró con Bella que estaba observándolos.
El odio hacia ella floreció.
—No.
— ¿Qué?
La voz de Ashley sonaba desconcertada. Ángela la miró y las dos en un instante se comunicaron lo que pensaban. Desde la muerte de Jessica Lauren no deja de culparse, trata de negarlo al estar incluida en varias actividades, trató de estar más tiempo con su familia y cuando iba Seattle donaba en los centros de ayuda. Ella quería ser una buena persona, sabía que era cobarde y mucho más. Lo que le hizo a Jessica eran celos, y fueron los celos que la hizo mandar aquellos mensajes.
Desde la desaparición de Jessica de aquella vez cuando fue a la escuela; Lauren no le tomó importancia y le regocijaba la idea de que Jessica estuviera llorando al darse cuenta que el más guapo de la escuela solo la utilizó.
La vergüenza y la tristeza que ha de sentir Jessica le hacía feliz, muy feliz. Pero algo cambió ya que Jessica ya estaba mentalmente mal.
Y Lauren no sabía de eso, más bien no comprendía el hecho de que Jessica mentalmente estaba atrofiada con tantas perdidas, le era imposible estar estable como no lo sabía y la ignorancia era parte de su vida que cuando se enteró por medio de su padre que Jessica se aventó a un voladero con otra persona la hizo sentirse una escoria.
Una perra no era la definición que la hiciera recalcar lo que era. Una escoria era lo que ella representaba.
Cuando se enteró sintió como un balde de agua le hubieran arrojado. En ese momento su celular empezó a sonar...
Sintió como Ashley trataba de llamar su atención.
— ¿Por qué te niegas?
Lauren vio con odio a Bella y Alice.
—No necesitamos la ayuda de ellos. Ya sabes, ese dinero estará cubierto de sangre y remordimiento. ¿No lo crees, Alice?
—Me enteré que quieren hacer...
—No lo digas. No lo digas, lo que nosotros queríamos hacer a nombre de ella, ustedes no pueden interferir, ni ayudar.
Fue la voz suave de Ángela quien rompió esta hostilidad.
—Vámonos, tenemos que buscar a Eric y Mike.
Cuando pasaron donde estaba Bella, la observaron con coraje. Lauren estaba segura que fue Bella quien habló con los Cullen sobre la conmemoración que querían hacer.
Lauren se le ocurrió cuando un famoso murió recientemente y dijo que porque no le hacían lo mismo a Jessica. Estaban en clase de Física y era demasiado obvio que Bella escuchó ya que no pudo disimular estar interesada.
-.-..-.--.-.-.
—Lo siento Bella, no quieren recibir la ayuda... —dijo Alice con la voz pesada.
—Descuida, ya lo debería haber sabido, que ellos no quieren nada de mí...
Alice le dio una mirada lastimosa. Vio como Bella se iba a paso lento hacia la oficina del director. Vio como algunos chicos aun suspiraban al ver a Bella, pero Bella ya tenía alguien en su corazón.
Alice a paso normal se dirigió hacia donde estaba Edward. Edward se encontraba en "aquel lugar" recordando las frases que jamás lo dejan en paz.
¿Quién podría saber que un humano podría traer la destrucción de un vampiro?
—No digas nada.
Fue la voz melancólica de Edward que aun con la mirada puesta en donde Jessica estuvo, le respondió a uno de sus problemas.
— ¿Cómo no puedo decir nada si quieres cancelar la boda?
—Alice, ya hiciste demasiado con interferir en mi vida... ¿Qué más quieres de mí?
—Bella dio su vida por ti... no le puedes pagar con eso. Tú lo sabes. Los Vulturis vendrán por nosotros en el momento en que Bella no sea convertida.
Edward la miró con impotencia, rabia y con culpa. Fue su culpa que su familia se separara, fue su culpa de haberse enamorado y por tener miedo de que Jessica no lo aceptara en que él es un monstruo. Huyó.
Bella lo acepto con los brazos abiertos, y sin proponérselo se sintió cómodo, feliz de que alguien lo entendiera... fue un simple desliz y un refugio que fue seguro por un momento.
En un momento todo se vino abajo y él terminó perdiendo lo que más amaba. Alice lo sabía y todos en la familia Cullen lo sabían.
Edward había cavado su propia tumba por un camino fácil y engorroso.

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Transmigré en un extra llamado Jessica Stanley
FanfictionTenía como trece años cuando leí la primera vez "Crepúsculo" y como todo adolescente caí en la trama por el romántico y perfecto Edward. Yo era estúpida en esa época. Cuando volví a leer esa novela, era cuando cumplí mis veintidós años (un mes antes...