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╰┈LA POCIÓN MULTIJUGOS┉╮

Los tres chicos se escondieron detrás de unas armaduras, esperando a que Crabbe, Goyle y Parkinson salieran del Gran Comedor

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Los tres chicos se escondieron detrás de unas armaduras, esperando a que Crabbe, Goyle y Parkinson salieran del Gran Comedor. Habían dejado los tres pastelitos en una baranda por la que de seguro pasarían. Para la suerte de los tres amigos, sus víctimas salieron juntas de la estancia y vieron los pastelitos de inmediato.

Crabbe y Goyle se acercaron a los pasteles y en el acto le dieron un mordisco a cada uno. Jaz pudo ver cómo Goyle le ofreció a Parkinson y ella cedía, mordiéndolo. Después de no más de cinco segundos, los tres ya habían caído de espaldas al suelo, profundamente dormidos.

—No puedo creer que estemos haciendo esto —comentó Ron mientras arrastraba a Crabbe hacia los armarios.

Jaz esperó a que ninguno de sus dos amigos estuviera mirando para empujar a Parkinson con sus poderes hasta el armario, cosa que se le hizo mucho más fácil, ya que Pansy era más grande que Jaz. Los encerraron en el pequeño espacio, entre unos calderos y les quitaron un pelo a cada uno.

Seguidamente salieron corriendo hasta los baños fuera de servicio, donde Myrtle la llorona chillaba. Hermione les abrió la puerta del cubículo de siempre y entraron.

—¿Los tienen? —preguntó Hermione, revolviendo la espumosa y humeante poción.

—Aquí —dijo Jaz, levantando un cabello de Pansy.

—Bien. Yo tomé esas túnicas de la lavandería —dijo Hermione, enseñando una pequeña bolsa—. Van a necesitar tallas más grandes.

Jaz observó la poción que parecía una especie de barro verde oscuro, y la verdad ella no tenía idea de cómo iba a ser capaz de tomarse eso.

—Cuando la bebamos, tendremos una hora antes de convertirnos en nosotros mismos —explicó Hermione.

—¿Qué se hace ahora? —preguntó Ron.

—La separamos en cuatro vasos y echamos los cabellos.

Hermione se encargó de echar una considerable cantidad de poción en cada uno de los cuatro vasos. Ella dejó caer el cabello de Millicent Bulstrode, que hizo que la poción se volviera de un amarillo asqueroso.

—Aggg... Esencia de Millicent Bulstrode —dijo Ron bastante asqueado—. Apuesto a que tiene un sabor asqueroso.

—Echen los suyos, vamos —los apremió Hermione.

Mientras Jaz tomaba una túnica, tomó un vaso temblorosamente y dejó caer el cabello de Parkinson en él. La poción emitió un extraño y fuerte silbido, para ponerse de un color rojo escarlata poco apetecible que parecía sangre brillante. Jaz no pudo evitar hacer una mueca de asco.

—¿Listos? —preguntó Harry.

—Listos.

—A la una... a las dos... a las tres...

Jazlyn Ramsay y la magia extrañaWhere stories live. Discover now