Amaba mi soledad - Jori

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Hay cosas peores que estar solo pero a menudo toma décadas darse cuenta de ello, a menudo cuando esto ocurre es demasiado tarde y no hay nada peor que un demasiado tarde.

Ese es mi poema favorito de Charles Bukowski.

En lo personal yo amo la soledad, ese tiempo en el que puedes dedicarte exclusivamente a ti. Es un gran regalo propio.

Tener la oportunidad de hablar contigo mismo sobre que cosas están mal o bien en tu vida, me parece un buen hábito.

Sin embargo, es igual de agradable tener a alguien que pueda entendernos y querer aquellas partes que ni nosotros aceptamos. Alguien que permanezca a nuestro lado sin importar si afuera esta soleado o hay una tormenta.

Amaba mi soledad, aún la amo. Me encanta dedicarme tiempo solo para mi, pero amo mucho más el tenerla cerca, el saber que ella estará allí sin importar que pase, el sentir su compañía en los momentos buenos y malos.

Simplemente la amo a ella.

Vega es para mi como esa última canción en un concierto, esa que no quiero que se acabe nunca y la que más disfruto.

Con ella soy el doble de feliz, me es inevitable no sonreír como idiota cada que la miro caminar hacia mi o cuando esboza una sonrisa en su rostro, esa que es exclusivamente dedicada a mi.

Aún recuerdo la primera vez que la vi, era un día bastante lluvioso, me encontraba en el autobús con dirección a casa de mis padres cuando la vi subir, su ropa estaba completamente empapada pero a mi me pareció la chica más hermosa que había visto. Ella levantó la mirada y nuestros ojos se conectaron, fue la primera vez que me sonrío, mi cara se puso tan roja en ese momento que su sonrisa se convirtió en una risa ligera.

En ese momento se convirtió en mi sonido favorito, algo dentro de mi sabía que quería estar cerca de ella.

Vega tomó asiento justo delante de mi, en cuanto su trasero tocó el asiento ella se giró para mirarme. Sus ojos color café me observaban con curiosidad y algo más, algo que en ese momento no entendí, pero que ahora puedo interpretar como cariño.

Ese día descubrí que no existen lugares aburridos, existen personas aburridas que es diferente.

Me divertí como nunca en ese autobús, sin imaginar que esos veinticinco minutos cambiarían mi vida por completo. Es desde entonces que Vega se convirtió en alguien importante para mi, es mi persona favorita en el mundo.

Al principio estaba aterrada, porque ella parecía como si fuera el mismísimo cielo y yo lucia como el maldito infierno.

Sin embargo, ella no se rindió conmigo, nunca se rinde cuando se trata de mi.

Antes de bajar del autobús le ofrecí mi chamarra, ella la aceptó después de cinco minutos de discusión, fue así como asegure volverla a ver. Una excusa bastante tonta pero eficiente si me lo preguntan.

Tuve una sensación extraña en cuanto la vi de pie en el autobús, la seguí teniendo cuando se sentó frente a mi. Con Vega nunca hemos forzado nada, me hace sentir como en un mar tan profundo, pero sin miedo a ahogarme aún sin saber nadar, todo lo que quiero es seguir con ella hasta ya no poder respirar. Hasta mi último aliento.

Quiero pasar el resto de mi vida escuchando sus pésimos chistes, sus cursilerías, su armoniosa voz cantando en el coche y sobre todo escucharla decir cuanto me ama, por que ella me ama, tanto como yo la amo a ella.

No renuncie a mi soledad por ella, ambas de vez en cuando necesitamos nuestro propio espacio pero eso no quiere decir que estemos hartas de estar juntas sino todo lo contrario.

El amor no es una atadura, es la libertad de volar acompañado, y yo por lo menos soy feliz de tener la compañía de la mitad latina más parlanchina de Los Ángeles.

One Shots - MultifandomWhere stories live. Discover now